El precandidato republicano a la Casa Blanca Jeb Bush se comprometió este lunes a impulsar una reforma migratoria para fortalecer la frontera y regularizar a los 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos, si es electo en 2016.
“Así es, hago ese compromiso y sé que podemos hacerlo”, dijo Bush durante una entrevista con la cadena latina Telemundo, la primera que ha dado hablando íntegramente en español.
El mandatario demócrata Barack Obama prometió en 2008 una ambiciosa reforma migratoria que incluía la vía a la ciudadanía a los indocumentados, pero el proyecto fracasó en el Congreso, controlado por sus adversarios republicanos.
Pero según Bush, la reforma migratoria “que resuelve el problema para los 11 millones que están indocumentados” se logrará solo “con un nuevo presidente que está comprometido con proteger la frontera” y generar confianza. “Primero, llegar aquí legalmente tiene que ser más fácil que llegar aquí ilegalmente”, por lo que hace falta un “compromiso con la frontera”, apuntó el candidato, antes de enumerar las condiciones para las legalizaciones que considera necesarias.
“Los 11 millones creo que salen de las sombras, reciben un permiso de trabajo, pagan impuestos y una multa, aprenden inglés, no reciben beneficios del gobierno federal, pero salen de las sombras y reciben un estatus legal después de una temporada”, afirmó.
La naturalización podría ser el siguiente paso, pero bajo las mismas condiciones de los inmigrantes legales, según el candidato, que reconoció que este punto “es la parte más difícil de todo esto”.
Pero recordando los resultados de la última amnistía de indocumentados decretada por el republicano Ronald Reagan en 1987, Bush apuntó que solo una minoría de los inmigrantes buscan convertirse en ciudadanos.
Bush, que fue gobernador del estado de Florida (sureste), es considerado como uno de los más abiertos sobre el tema migratorio: en 2014 declaró que la inmigración ilegal era en ocasiones un “acto de amor” de quienes quieren volver a ver a sus familias.
La inmigración es también un asunto personal para Bush, casado con la mexicana Columba. “Hablamos español en la casa (…), comemos comida mexicana en la casa, nuestros niños son hispanos en muchos aspectos. La influencia hispana en mi familia es muy importante en mi vida”, señaló.
La inmigración se anuncia como uno de los puntos más contenciosos de las presidenciales de 2016. (AFP)
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