Fuerza y delicadeza se fusionaron el lunes en el desfile de Burberry Prorsum en la Semana de la Moda de Londres, con cazadoras de cuero negro de espíritu motero combinadas con vestidos gráciles realzados con encaje inglés.
Esta marca es un peso pesado de la moda británica y lo demostró de nuevo durante la presentación de su colección primavera-verano 2016, con un desfile de proporciones faraónicas.
Christopher Bailey, director artístico y general del grupo de lujo, instaló su desfile en el parque real de Kensington, cerca del prestigioso Royal Albert Hall.
Cientos de invitados empezaron a llegar a una gran estructura transparente en forma de templo, entre ellos la flor y nata de Londres: Sienna Miller, Cara Delvingne, Anna Wintour, Kate Moss…
Acompañada de una orquesta sinfónica, la cantante británica Alison Moyet dio el pistoletazo de salida a un desfile con un ecléctico y ambicioso programa.
Las modelos lucen cuero, con cazadoras negras en piel de cordero decorado con un ribete dorado, y elaborado en una manufactura británica especializada en la confección de uniformes militares desde el siglo XVIII.
El encaje también está presente de nuevo en los diseños de Christopher Bailey, quien ya lo utilizó en junio en su última colección masculina.
El creador lo utiliza para reinventar la gabardina mítica de la marca, con un encaje negro de motivos florales colocado alrededor de manos y cuello.
Bailey juega con los materiales, explora el campo de lo posible, desafía sus propios códigos para renovar mejor su armario. “Ya no se trata de hablar de tendencias, sino de emoción y de actitud”, asegura.
El ballet como inspiración:
La serbia Roksanda Ilincic convirtió también el lunes el Seymour Center de Londres en un mundo onírico poblado de formas geométricas. Los vestidos son largos, fluidos, cayendo hasta los tobillos, con tonos suaves y relajantes, casi pastel: azul, blanco, malva.
Roksanda, preocupada por el confort, propone a las mujeres cortes flexibles, que dan al cuerpo libertad de movimiento, libertad de expresión, con un abrigo transparente a rayas negras, entre otras prendas. El “punto de partida” de esta colección “es el ballet”, explica Roksanda, que se inspiró en las bailarinas de “bonitos y fuertes cuerpos”.
En primera fila, Samantha Cameron, la esposa del primer ministro británico David Cameron, aprecia los diseños de la modista serbia.
La tarde también reservó algunas sorpresa con la puesta en escena del creador británico Giles, en una lujosa sala de la Banqueting House, con el techo pintado por Rubens. El modisto, que invitó a los asistentes a descubrir un mundo mágico, presentó vestidos largos de noche de tejidos fragmentados en forma vegetal o pantalones largos y brillantes, cuyos motivos evocan las pieles de serpiente.
Los colores, casi otoñales, son plateados, grises, negros y tierra.
En las antípodas, la casa Joseph propuso un vestuario de estilo minimalista y depurado. Los vestidos, amarillos, blancos o negros, están elaborados con un tejido envuelto alrededor del cuerpo, como una gran sábana. AFP
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