Con cubos y botellas, los vecinos de Los Laches (sureste de Bogotá) trataban de apagar este martes un incendio que asediaba sus casas y que llevó a las autoridades a declarar alerta amarilla por la contaminación del aire de la capital de Colombia.

“¡No hay agua, no hay agua!”, gritaba un hombre, mientras los vecinos, organizados en una cadena humana subían baldes de agua desde el barrio hasta la montaña para intentar mitigar el incendio forestal a un kilómetro de sus viviendas.

Bogotá, febrero 2, 2016. AFP PHOTO/ Luis ACOSTA

Una camioneta pasaba entre el humo casa por casa, recogiendo cubos que los residentes de los barrios de Los Laches y El Dorado sacaban a la calle porque los tres helicópteros del Ejército y los 300 efectivos movilizados para paliar el incendio no daban a basto, según los vecinos.

Bogotá declaró la alerta amarilla por la contaminación del aire por la inmensa nube de humo provocada por el incendio. En el centro de la capital, edificios oficiales, centros educativos y otras entidades fueron evacuados. “Debido a los incendios que se presentan en la ciudad en estos momentos y al humo que se desprende de éstos, la Secretaría de Ambiente ha decretado la alerta amarilla en la calidad del aire”, dijo el ente local de medioambiente en un comunicado.

El incendio forestal, que inició el lunes en los cerros orientales, a cuyos pies se extiende la capital colombiana, llevó a la evacuación preventiva de 5.400 niños de 41 jardines de infancia y empleados en edificios oficiales abandonaron sus lugares de trabajo por la gigantesca nube de humo que cubría la zona.

Las universidades Central, Los Andes y América cerraron sus campus, concentrados en los alrededores de La Candelaria, centro histórico de la ciudad.

Por otra parte, “por la emergencia en los cerros orientales”, el departamento administrativo de la Presidencia autorizó el retiro de los funcionarios a partir de las 14H00, así como el Congreso y la Procuraduría.

Los helicópteros del Ejército rociaban la zona con líquido retardante para evitar la propagación de las llamas, dijo la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).

Colombia vive una sequía severa por el fenómeno El Niño que, según previsiones oficiales, se extenderá hasta junio.

En 2015, se registraron más de 4.400 incendios que afectaron a más de 110.000 hectáreas, según datos oficiales. AFP