Por: Fernando Lee.

Gabriel García Márquez decía que “uno de los defectos que tenemos los colombianos es de que nos la pasamos mirándonos el ombligo”; por esta razón, antes de criticar y opinar, es conveniente mirar nuestro entorno para formarnos una opinión más clara y valedera. Estamos a pocos meses de entrar de nuevo en una contienda electoral, la cual nos invita a reflexionar sobre el presente y, obviamente, sobre lo que nos va a deparar nuestro futuro, pues bien, pero antes de analizar lo que debería venir, revisemos cómo estamos hoy.

La gestión de la actual alcaldesa de Barranquilla Elsa Noguera ha sido una sorpresa; algunos pensamos que su gobernabilidad estaría centrada en resolver problemas complejos e importantes heredados de las anteriores administraciones tales como la situación financiera, pues no, demostró con sus obras y gestión que estaba preparada para enfrentar difíciles retos y paradigmas que la política tradicional nunca había sido capaz de asumir, demostrando con resultados que en muchas ocasiones las decisiones que tomó se basaron en dar solución a una “prioridad”, sin importar el detrimento de opiniones adversas de sus conciudadanos.

No podemos negar que Barranquilla hoy es otra ciudad, contamos con obras y proyectos de infraestructura de gran magnitud e importancia para nuestro desarrollo tales como: el Centro de Eventos y Exposiciones del Caribe, el Corredor Portuario, la segunda calzada de la Circunvalar, el desarrollo urbanístico de La Loma, la canalización de los arroyos de las calles 79 y 84, la recuperación de la carrera 38, la doble calzada de la carrera 51B, el programa Barrios a la Obra, el programa Todos al Parque; además de proyectos con apoyo nacional como el de la Circunvalar de la Prosperidad y el nuevo puente sobre el río Magdalena, en reemplazo del actual Puente Pumarejo, entre otros.

La actual administración entendió que solo su gestión sería bien recibida, convirtiéndose en una persona transversal, trabajando para la ciudad y no para un grupo político en particular, y fue así como pudo conformar un equipo de trabajo joven y calificado, que asumió los retos como propios y llevó los resultados de su gestión a ser evaluados en el contexto nacional como internacional, al punto que muchos de ellos han sido tomado como ejemplo, caso del saneamiento fiscal (calificación es de AA con perspectiva estable), el programa de bilingüismo y el de salud.

Pero bien, como se dice en el sector empresarial: “lo que no se mide no se gestiona”; por esta razón se hace importante hacer evaluaciones de gestión a través de las mejores prácticas y evaluadores externos, con el único propósito de mostrar una realidad y no incurrir en prácticas non santas. Los índices de cumplimiento de la actual administración con relación al Plan de Desarrollo, suministrado por la propia administración para el año 2013 (no pude obtener los datos del año 2014) tuvo un avance del 57,4 %, comparado con otras ciudades del país, lo cual es un resultado positivo.

A pesar de todo este esfuerzo en el sector de infraestructura entre otros, encontramos como el programa Doing Business (del Banco Mundial) ubica a Barranquilla en el puesto 22 entre las 23 ciudades del país en la evaluación “Dónde es más fácil hacer negocios en Colombia”. Así mismo vemos como la calidad en la educación, movilidad y seguridad, que son componentes básicos para el desarrollo, se encuentran en estado crítico y en busca de una rápida solución; ni hablar del sector de los servicios, en especial el de electricidad, del cual la administración no tiene inherencia porque está privatizado por el Gobierno Nacional, por el cual fuimos ubicados en el décimo lugar, gracias al pésimo servicio que ofrece Electricaribe.

Pero bueno, lo que viene no es nada fácil y yo diría mas bien que es bastante complejo; como lo pudimos ver la actual administración ha venido trabajando muy fuerte para salir de ese “marasmo paquidérmico” en que venía nuestra ciudad. Para el nuevo Alcalde el reto en su gestión está en elaborar un Plan de Desarrollo, ajustado a la búsqueda de una mejor competitividad de nuestra ciudad, enfocándose prioritariamente en asegurar no solo un crecimiento en el Producto Interno Bruto (PIB) para posicionar a Barranquilla en un tercer lugar entre las ciudades más productivas del país, sin embargo este objetivo solo lo podrá lograr enfocándose en una educación con más calidad, agregándole otros elementos como innovación y tecnología, infraestructura, empleo de calidad (con la llegada de nueva industria) y mayor seguridad.