Lionel Messi y sus compañeros romperredes en Europa marcaron solo cuatro goles en la Copa América de Chile-2015. Difícil avanzar así pero, como ocurrió en el Mundial de Brasil-2014, Argentina está lista para pasar a la final a partir de la solidez de ese “otro” equipo liderado por Javier Mascherano.

Archivo. Lionel Messi, abril 28, 2015. AFP PHOTO/ LLUIS GENE

Dos tantos de Sergio Agüero, uno de Messi de penal y uno de Gonzalo Higuaín: de los cuatro semifinalistas del torneo la albiceleste es el menos goleador, muy atrás de Chile (11) y peleando con Perú y Paraguay, cinco cada uno.

Muy poco para el mejor ataque de la copa, con Messi segundo goleador de la liga española con 43 goles; el ‘Kun’ Agüero máximo artillero de la liga inglesa con 26 tantos; y Carlos Tevez y Gonzalo Higuaín, tercer y cuarto goleadores del Calcio italiano con 20 y 18 goles, respectivamente.

“Lo que me cuesta hacer un gol”, admitió ‘la Pulga”, que apenas ha marcado un gol de penal en los últimos ocho partidos oficiales de su selección entre el Mundial Brasil-2014 y esta Copa América, cifra insólita teniendo en cuenta sus registros en el Barcelona.

Aún así, con esta producción mínima de sus delanteros, al equipo de Gerardo Martino le bastó para ganar su grupo en la fase inicial del certamen con dos victorias (1-0 ante Uruguay y Jamaica) y un empate (2-2 contra Paraguay).

En cuartos de final contra Colombia, desperdició muchas ocasiones claras, fue a los penales y entre el arquero Sergio Romero y la mala puntería cafetera celebró el pase a semis.

Juego de semejanzas:

El recorrido presenta hasta aquí muchas similitudes con lo que se vio en el Mundial de Brasil-2014, un torneo en el que Argentina llegó hasta la final con apenas siete goles marcados, es decir uno por partido.

El equipo de Alejandro Sabella cerró la Copa del Mundo sin anotar un gol en los últimos 322 minutos, desde que Higuaín le marcó a Bélgica en los cuartos final en Brasilia.

Esta falta de gol fue compensada con una gran solidez defensiva: Romero recibió apenas cuatro goles en todo el torneo y batió incluso el récord de valla invicta en un mundial de su compatriota e ídolo Ubaldo Fillol.

En los números parece no haber diferencia entre aquel equipo de Sabella y éste de Martino, aunque afirmar esto sería inexacto. La columna defensiva sigue siendo la misma, con Nicolás Otamendi en lugar de Martín Demichelis en la defensa y los ‘pacmans’ Javier Mascherano y Lucas Biglia en el mediocampo.

Sin embargo, de tres cuartos de cancha en adelante, la Argentina del ‘Tata’ ha vuelto a una idea de juego más ofensivo, con Javier Pastore en el once titular y tres delanteros de punta (Messi, Agüero y Ángel Di María).

Sabella había empezado el Mundial con un esquema similar pero algunas lesiones lo hicieron evolucionar a un planteo más conservador, con el cual ya no hubo marcha atrás.

Martino se ha mantenido firme en su idea por el momento, a pesar de las dudas que provocan los resultados ajustados. Lo dijo al inicio de la Copa América: “La tendencia va a ser siempre el riesgo”, porque le “da un poco de pena” salir a defender con los jugadores que tiene.

Mientras espera por los goles de Messi y compañía, sabe que atrás cuenta con el bloque sólido que heredó de Sabella. (AFP)