Salud emocional en medio de la paz.

Si como país aspiramos a consolidar una sociedad sin la sombra del conflicto, ante todo debemos velar por el bienestar de las futuras generaciones que liderarán los procesos sociales del mañana.

Por: Ana Rita Russo de Sánchez y Beatriz Prada Villegas.

Los conflictos son inherentes a los seres humanos y están latentes en todas las etapas de la vida.

Incluso desde los primeros años de vida los individuos atraviesan diferentes momentos críticos o sensitivos que son propios del desarrollo psicoafectivo.

Factores externos o ambientales, como el maltrato, el rechazo, la pobreza, la violencia o el conflicto armado, se convierten en interferencias que pueden afectar el desarrollo de los niños, ocasionando defensas inadecuadas y, en algunos, daños irreversibles en la personalidad.

Especial atención requieren aquellos niños que han vivido en medio de contextos de conflictos como el colombiano, más aun cuando se quiere superar la violencia.

Una paz duradera requiere hacer frente a la restauración emocional de las futuras generaciones. Es por esto que el programa de Desarrollo Psicoafectivo y Educación Emocional de la Universidad el Norte, que durante 19 años se ha especializado en propiciar la maduración emocional de la primera infancia, ha diseñado un enfoque de Recuperación Psicoafectiva dirigido a niños entre los 6 y 10 años que han vivido sucesos traumáticos que impiden el desarrollo normal, para que cuenten con un apoyo que les permita la expresión de emociones y la resignificación de experiencias, logrando con esto la reconciliación y la resiliencia.

El programa responde a una necesidad y a una realidad que vive el país. En un momento en el cual se habla de una Colombia en paz, se debe partir de la construcción de la misma desde la infancia, de tal manera que el dolor, las situaciones de violencia o las circunstancias de vulnerabilidad a las que se enfrentan los niños no marquen su historia de vida.

Las temáticas incluidas en el programa —las cuales se identificaron con mayor porcentaje en los resultados de las investigaciones— se han dividido en factores externos (aquellas situaciones del entorno que interfieren en el desarrollo), como el abandono, la agresión o maltrato, el abuso y el desplazamiento; y factores internos (desde la dinámica instrapsíquica), como la compulsión a la repetición, mecanismos de defensa, resiliencia y reconciliación.

Cada uno de los temas es abordado en un cuento, que seguido por el psicodrama, juego o actividad de participación- acción y relato vivencial, facilita en los niños la sana resolución de los conflictos, todo guiado por psicólogos o integrantes de equipos psicosociales capacitados para la aplicación del mismo.

La paz no supone un rechazo al conflicto, por el contrario, los conflictos hay que aprender a afrontarlos y resolverlos de forma pacífica y justa, para lo cual es importante conocer, identificar, regular y expresar las emociones de una manera adecuada. La atención que en este sentido se brinde a la infancia en sus primeros años, marca una huella en su vida a nivel individual y social, lo que conlleva a la construcción de una armonía social y en eso también está el camino hacia la paz.

La salud de la infancia

En los primeros años de vida de los seres humanos se organizan los procesos emocionales y se sustentan los elementos para la constitución de la personalidad. Además, se construyen las bases de las relaciones afectivas, que inician en la relación con sus padres y se van desplazando al ambiente y a sus pares. También se organiza el proceso de regulación y socialización para consolidar la identidad.

Situaciones, relaciones, sensaciones placenteras y displacenteras harán parte inherente de la consolidación del ser en esa edad, por lo que quienes acompañan el transcurrir de los infantes requieren tener un conocimiento integral para entender sus conflictos y hacer parte de su regulación.

Ante estos contextos resulta primordial la aplicación de programas que permitan que el niño responda de una manera adecuada a las condiciones de la realidad, logre un reconocimiento de sí mismo y de su entorno, se le brinden herramientas para que esté en la capacidad de afrontar el medio en el que se desenvuelve, de resolver adecuadamente sus conflictos y propicie relaciones afectivamente sanas con los otros que le permitan su integración como ser social.

El Programa de Desarrollo Psicoafectivo y Educación Emocional de Uninorte implementa una estrategia por medio de técnicas lúdicoeducativas del cuento, el juego, el psicodrama y el relato vivencial el sano y adecuado desarrollo psicoafectivo de los niños desde la gestación hasta los 9 años, con el apoyo de sus figuras vinculares más importantes (padres, maestros y cuidadores), con el objetivo de propiciar la maduración emocional, el conocimiento de sí mismos, la expresión de emociones y la resolución de conflictos.

*Con cada una de las temáticas se trabaja el cuento, psicodrama, juego o actividad de resignificación y
relato vivencial.

Las temáticas que aborda el programa, así como sus técnicas y metodología, son aplicables a todos los niños, indistintamente de sus contextos sociales y culturales, pues corresponden a una normalidad evolutiva por la cual atraviesa todo infante en su proceso de desarrollo.

Tanto los resultados de las aplicaciones piloto del Programa como los de un estudio longitudinal realizado entre 2011 y 2014 dan cuenta de las movilizaciones que se generan en los niños, que en muchos casos, luego de su participación pueden expresar en forma adecuada sus emociones, permitiendo con esto el fortalecimiento del yo, la sana adaptación al entorno, así como la búsqueda de solución a las situaciones que le generan malestar.

No obstante, también se presentan resultados en los que cerca de un 26% de los niños no logran una resolución adecuada de los conflictos, debido a que presentan afectaciones generadas por interferencias en +el desarrollo psicoafectivo o se encuentran en contextos de alta vulnerabilidad psicosocial.

Ana Rita Russo de Sánchez es Doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación y Directora Programa de Desarrollo Psicoafectivo y Educación Emocional. Beatriz Prada Villegas es Comunicadora Social.

Nota publicada en UnNorte, publicación de la Universidad del Norte, reproducida en PCNPost con autorización

SOURCE: Universidad del Norte