El Alzheimer es una enfermedad que actualmente afecta a más de 46,8 millones[1] de personas en el mundo, con un crecimiento acelerado – un nuevo caso cada 3 segundos
En la actualidad muchas personas consideran que los cambios que conllevan la edad, tales como cambios en la memoria, el comportamiento y la función ejecutiva; son normales, obviando que podría tratarse de la Enfermedad de Alzheimer.
Un diagnóstico temprano de la enfermedad de Alzheimer trae consigo un mayor beneficio terapéutico obtenido de los medicamentos que ayudan a retrasar la historia natural de la enfermedad y a modular algunas de las alteraciones de comportamiento y cognitivas.
EL 21 de septiembre ha sido escogido por la OMS como el día mundial de la enfermedad de Alzheimer aunque las distintas asociaciones alrededor del mundo han institucionalizado septiembre como el mes del Alzheimer destinado a la información y concientización sobre esta enfermedad.
La enfermedad de Alzheimer, descubierta en el año de 1906 por el neurólogo alemán Alois Alzheimer, es catalogada como la demencia más frecuente alrededor del mundo. Se trata de una enfermedad degenerativa, irreversible e incurable que en forma lenta y progresiva destruye las células del cerebro, ocasionando pérdida de la memoria y de otras funciones mentales como la capacidad de raciocinio, de juicio, de orientación y problemas con el lenguaje, entre otras.
Puede verse afectada cualquier persona sin distingo de raza, sexo, nivel educativo ni sociocultural. Las personas mayores de 60 años tienen más probabilidades de sufrir demencia, pero esta enfermedad también puede afectar a personas más jóvenes.
La demencia constituye uno de los mayores retos de la sociedad del siglo 21. Cada año surgen 7.7 millones de casos nuevos, lo que implica que cada tres segundos en alguna parte del mundo se presenta un caso nuevo de demencia. Se prevé que el progresivo envejecimiento de la población triplique el número de casos a nivel mundial de aquí al año 2050 alcanzando a cerca de 131,5 millones de personas[2].
A pesar de su creciente impacto a nivel mundial, la falta de comprensión de la demencia contribuye a crear miedos y a aumentar la estigmatización. Demencias como la enfermedad de Alzheimer, no solo afectan al individuo, también afectan y cambian la vida de los familiares. La demencia es una enfermedad gravemente incapacitante para aquellos que la padecen y suele ser devastadora para sus cuidadores y familiares.
Urge una necesidad imperiosa de que se hable abiertamente de la enfermedad de Alzheimer como se habla de otras enfermedades, que la comunidad se informe y que la familia cuente con redes de apoyo amplias y fortalecidas.
El Informe Mundial 2012 de la ADI revela que casi una de cada cuatro personas con demencia (24%) oculta o disimula su diagnóstico por temor al estigma de la que son objeto; otro aspecto importante es que el 40% de las personas con demencia se consideran excluidos de la sociedad y que dos de cada tres personas con demencia y sus cuidadores creen que hay una falta de comprensión de la demencia en sus países.
En Latinoamérica se calcula cada 3 segundos se diagnostica una persona con Alzheimer, una enfermedad prevalen en la vejez, por lo que debemos establecer estrategias de atención diferencial dada la transición demográfica que vive nuestro país, teniendo en cuenta el reporte de Helpage Internacional (global watch Septiembre 2015) donde indica que en Colombia las personas mayores presentan la mayor expectativa de vida por encima de los 60 años en la regíón (75 años) y la quinta en el mundo después de Japón, Mónaco, España y Francia.
[1] ADI – Alzheimer’s Disease International
[2] Ibíd.
FTIConsulting, Novartis
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