Es necesario integrar la seguridad alimentaria y la nutrición en la planificación y el desarrollo urbanos.
Ofrecer una alimentación sana a la creciente población urbana del planeta requiere forjar vínculos más fuertes entre los productores rurales y los mercados urbanos y crear sistemas alimentarios que sean socialmente más incluyentes, respetuosos del medio ambiente y con un menor desperdicio, aseguró la Directora General Adjunta de la FAO para Recursos Naturales, Maria Helena Semedo.
Semedo intervino en la apertura de una reunión organizada por la FAO en el Foro Mundial para la Agricultura y la Alimentación (GFFA) durante la Semana Verde Internacional de este año en Berlín.
Al advertir de las dificultades que experimentan muchas ciudades para garantizar el acceso regular y estable a una alimentación adecuada para todos, señaló que la situación “va a empeorar a medida que una proporción creciente de los hambrientos viva en zonas urbanas”.
Más del 50 por ciento de la población mundial vive hoy en zonas urbanas y se espera que este porcentaje aumente al 70 por ciento para 2050, en particular en los países en desarrollo.
El impacto creciente del cambio climático, incluyendo tormentas, inundaciones y otros fenómenos meteorológicos extremos, plantean una amenaza adicional para que la gente en las ciudades, especialmente los pobres, tenga acceso a los alimentos.
Reinventar los sistemas alimentarios y hacerlos más sostenibles:
Para hacer frente a estas necesidades, los sistemas alimentarios –en las fases de producción, distribución y consumo- deben hacerse más sostenibles, según la FAO. Aquí se incluye garantizar el acceso y la participación activa de todas las partes implicadas, agricultores y pequeños campesinos en toda la cadena de suministro y de valor. Para ello es crucial reducir drásticamente las pérdidas y el desperdicio de alimentos, que son especialmente elevados en las zonas urbanas. Esto incluye medidas como la redistribución de alimentos no utilizados y aún comestibles y el uso de los desechos como abono o para generar energía.
Semedo destacó igualmente el papel desempeñado por las poblaciones rurales contribuyendo a la seguridad alimentaria de los que viven en las ciudades.
“Alimentar a las ciudades –dijo- crea grandes oportunidades para el desarrollo sostenible -tanto en las ciudades como en las zonas rurales- especialmente cuando los agricultores familiares y los pequeños campesinos están vinculados a estos mercados”.
La agricultura urbana y periurbana es también un componente importante de los sistemas alimentarios, con técnicas innovadoras como la hidroponía -el cultivo de plantas en soluciones de agua con minerales- y huertos domésticos y verticales que permiten crear puestos de trabajo, ofrecen diversidad nutricional y contribuyen a una alimentación saludable en pueblos y ciudades.
Integrar la alimentación en la planificación urbana es “esencial”:
La seguridad alimentaria y la nutrición “siguen siendo a menudo ignoradas” en la planificación y el desarrollo urbano, pero esto debe cambiar si la comunidad internacional pretende alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 11 del la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que implica tener ciudades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles, según Semedo.
Para ello, “es fundamental integrar la alimentación en la planificación urbana”, subrayó, y señaló que, si bien las autoridades urbanas y metropolitanas intervienen cada vez más en los diálogos locales, nacionales y globales sobre los sistemas alimentarios, “aún queda mucho por hacer”.
Este debe ser un proceso inclusivo, acercando a gobiernos, sector privado y la sociedad civil, de manera que se reflejen las complejidades sociales, económicas y ecológicas de los sistemas alimentarios, añadió Semedo.
Redes mundiales de ciudades y el Pacto sobre Políticas Alimentarias Urbanas de Milán:
Es necesario que las ciudades compartan sus experiencias a través de redes globales, como forma de estimular una mayor incorporación de las buenas prácticas. Como ejemplo Semedo citó el Pacto sobre Políticas Alimentarias Urbanas de Milán, aprobado por más de 100 municipios de todo el mundo en la Expo de Milán en octubre de 2015. La FAO tiene previsto organizar una reunión mundial de alcaldes en 2016 para apoyar la labor del Pacto.
Por otro lado, la FAO también se ha asociado y encabeza diversas iniciativas como Alimentos para las ciudades, y Satisfacer las necesidades alimentarias urbanas. FAO
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