Serbia exhortó este martes a Hungría a abrir su frontera a los migrantes de Oriente Medio, cerrada la noche anterior por Budapest, que quiere sellar su frontera común, en tanto la UE realizará una cumbre la semana próxima.
La crisis migratoria conoció este martes un nuevo drama con la muerte de al menos 22 personas, entre las cuales cuatro niños, en el naufragio de una embarcación sobrecargada que navegaba entre Turquía y Grecia. Otras 211 personas fueron rescatadas.
Belgrado se dice incapaz de controlar el flujo de migrantes bloqueados en su territorio tras el cierre de su frontera por Budapest. “La idea de reenviar a Serbia a todos los migrantes, en tanto otros no dejan de afluir provenientes de Grecia y Macedonia, es inaceptable”, protestó ante la prensa en Praga el ministro de Relaciones Exteriores serbio, Ivica Dacic.
“Exhorto a Hungría a abrir su frontera a los migrantes. Al menos para las mujeres y los niños”, dijo este martes el ministro serbio encargado de los refugiados, Aleksandar Vulin, en el puesto fronterizo de Horgos, donde un centenar de refugiados esperaban con la esperanza de que se reabra la frontera.
Budapest selló este martes de manera ‘hermética’ su frontera sur con Serbia, bloqueando una brecha en la barrera de alambre de púas a través de la cual pasaron varios migrantes, así como dos puntos de paso fronterizo autorizados, dejando a varios centenares de personas bloqueadas del lado serbio.
También aprobó nuevas leyes para castigar el “cruce ilegal de fronteras”, lo que incluye penas de hasta tres años de prisión. “Europa se cubrió una vez más de vergüenza”, dijo el vicecanciller alemán Sigmar Gabriel, un día después del fracaso de una reunión de urgencia en Bruselas para repartirse a los refugiados entre los 28 países de la UE.
No obstante, la canciller Angela Merkel y su homólogo austriaco Werner Faymann reclamaron en Berlín la organización “la semana próxima de un Consejo extraordinario de la UE” sobre la crisis migratoria.
Hungría anunció que construirá una nueva valla en su frontera con Rumania. “El gobierno decidió poner en marcha los preparativos para construir una valla en la frontera entre Hungría y Rumania (…) desde el punto donde se unen las fronteras serbia, húngara y rumana”, dio el ministro húngaro de Exteriores, Peter Szijjarto, en rueda de prensa.
Según el ministro, la medida es necesaria porque, tras la construcción de la valla con la frontera serbia, los migrantes podrían intentar ahora entrar por Rumania.
En lo que va del año, más de 500.000 migrantes han llegado a las fronteras de la UE, que vive su crisis migratoria más grave desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
A pesar de la emoción y de la solidaridad suscitadas por la llegada de miles de refugiados, en su mayoría sirios que huyen de la guerra, la UE fracasó el lunes en poner en marcha cuotas obligatorias para acoger a otros 120.000 refugiados, además de los 40.000 que ya se acordaron en julio.
200.000 llegadas en Hungría:
Hungría, el principal país de tránsito para los que quieren llegar a Alemania, cerró sus fronteras y arrestó a 60 migrantes, acusados de haber “dañado” la valla de 175 kilómetros en la frontera con Serbia. Este delito está penado con cinco años de prisión en virtud de la nueva legislación que entró en vigor el martes.
Desde el lunes a medianoche, la policía húngara tomó posiciones en el paso fronterizo con Serbia, cerca de Roszke, para impedir la entrada de migrantes.
“Habíamos oído que los húngaros querían cerrar su frontera pero nos dijeron que sería el martes”, explicó el lunes Hasán, un sirio de unos 30 años rodeado de varias personas que lloraban.
El lunes franquearon la frontera 9.380 migrantes, una cifra récord que lleva a 200.000 el número de personas que han entrado en Hungría en lo que va de año.
Tras el fracaso del lunes en Bruselas, Alemania sugirió la posibilidad de reducir los fondos estructurales europeos —que reciben entre otros Hungría, Polonia o Eslovaquia– a aquellos países que se niegan a aplicar el sistema de cuotas obligatorias.
Centros de registro:
Alemania, que el domingo restableció el control en sus fronteras ante el flujo incesante de migrantes, prevé acoger este año entre 800.000 y un millón de refugiados.
En la región de Baviera, que el fin de semana se vio desbordada por los migrantes, el lunes sólo se registraron 2.000 llegadas tras el restablecimiento de los controles fronterizos.
Igual que Alemania y Hungría, Eslovaquia, la República Checa y Polonia también han anunciado su intención de cerrar fronteras, una suspensión temporal del acuerdo de Schengen de libre circulación en Europa.
Austria decidió por su parte desplegar a sus soldados en su frontera con Hungría, adonde llegan miles de personas cada día. (AFP)
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