Funcionarios estadounidenses dijeron este martes ante legisladores que podrían detectarse más casos de intrusiones en las redes informáticas del gobierno de Estados Unidos, con investigación y nuevas herramientas de seguridad.
En una audiencia ante el Congreso en la que los legisladores pidieron explicaciones por los recientes incidentes de piratería masiva que afectaron a millones de empleados federales, la jefa de la Oficina de Administración de Personal (OAP), Katherine Archuleta, advirtió que podrían venir más malas noticias. La funcionaria no mencionó a China -que fue responsabilizado por los incidentes- pero dijo que “estos adversarios son sofisticados, con recursos y objetivos claros. Estos ataques no van a parar. En todo caso, aumentarán”.
De no haber implementado las recientes medidas de seguridad “nunca nos habríamos enterado que hubo actividad maliciosa en la red, y no habría sido posible compartir esa información”, afirmó Archuleta.
Andy Ozment, un asistente de seguridad en el Departamento de Seguridad Nacional, también advirtió sobre nuevos ataques cibernéticos. “En la medida en que nuestros métodos para detectar incidentes continúen mejorando, más eventos saldrán a la luz”, agregó.
La agencia indicó a comienzos de junio que alrededor de 4 millones de empleados gubernamentales, actuales y retirados, se vieron afectados por eventos de piratería.
Reportes posteriores señalaron que la fuga podría haber afectado a empleados federales así como a contratistas y retirados, y podría incluir información importante de investigaciones de antecedentes. Archuleta dijo que “existen suficientes razones para creer que los sistemas relativos a las investigaciones de antecedentes… podrían haber sido filtrados”.
“Es inaceptable”:
Los legisladores recriminaron al gobierno no prestar atención a las repetidas advertencias acerca de las debilidades en las redes informáticas oficiales en los años anteriores. “Esto ha ocurrido durante años y es inaceptable”, dijo Jason Chaffetz, presidente de la comisión de supervisión gubernamental.
Chaffetz dijo que las vulnerabilidades fueron subrayadas en varios reportes internos y que la falta de acción fue “como dejar todas las puertas y ventanas de tu casa abiertas”.
El representante William Hurd dijo que el incidente fue “otro recordatorio del innegable hecho de que Estados Unidos está bajo constante ataque (…) nuestros enemigos están intentando robar a nuestra gente a diario”.
La OAP dijo que ha identificado al menos dos intrusiones distintas y que estaba trabajando con el FBI y otras agencias para investigar los casos.
Presionada para que diera cifras sobre la cantidad de personas afectadas, Archuleta dijo que en el primer incidente se trató de aproximadamente 4,2 millones, pero que no podría confirmar los reportes que dicen que los archivos de unos 14 millones de empleados fueron atacados.
“Estamos trabajando con las agencias (gubernamentales) para determinar cuántos de sus empleados fueron afectados”, dijo, y se negó, posteriormente, a discutir detalles sobre la información que fue robada, diciendo que hablaría al respecto en una audiencia clasificada. (AFP)
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