Adoptada en Lima nueva hoja de ruta para las reservas de biosfera de la UNESCO

Impulsar la participación de los jóvenes y de las comunidades indígenas, fomentar una mayor interacción con las estructuras locales de gobierno e intensificar la colaboración con el sector privado son algunas de las propuestas de la Declaración de Lima, adoptada hoy en la capital peruana al término del IVº Congreso Mundial de Reservas de Biosfera.

Este documento, acompañado por un plan de acción, marcará las pautas del programa de la UNESCO sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) y de la gestión de su Red Mundial de Reservas durante los próximos diez años.


Bosque Bosques

Bosque de frondosas con sotobosque de helechos. Imagen en página principal de Pedro1267, 2012. GNU Free Documentation License, GFDL.


La Declaración de Lima, adoptada por aclamación por los más de mil participantes de 120 países presentes en el Congreso, se propone además alinear la gestión de las reservas de biosfera con el programa de desarrollo de Naciones Unidas para 2030 y el Acuerdo sobre el clima alcanzado en París a finales de 2015.

El texto preconiza que las comunidades locales puedan desempeñar una función “más amplia y activa” en la gestión de las reservas y “nuevas relaciones de colaboración entre la ciencia y las políticas, entre la gobernanza nacional y la local y entre los sectores público y privado”. Además, el texto aboga por otorgar un mayor papel “a los grupos y organizaciones de ciudadanos, en particular indígenas, y a las comunidades de jóvenes” y por intensificar la colaboración con “instituciones científicas, como universidades o centros de investigación”.

Actualmente existen en el mundo 651 reservas de biosfera de la UNESCO en 120 países. Se trata de sitios de importancia mundial para la diversidad biológica y cultural que representan a casi todos los tipos de ecosistemas de nuestro planeta y en los que se concilia la conservación de la naturaleza con su uso sostenible. Así, otro de los propósitos de la Declaración es “identificar y designar una reserva de biosfera en cada Estado donde todavía no se haya constituido una”.

Gracias a las reservas de biosfera, las Naciones Unidas cuentan con un modelo único de puesta en práctica de iniciativas de desarrollo sostenible. Con la Declaración y el plan de acción adoptados hoy disponemos ahora de un marco que da cabida a todas las partes interesadas en su gestión: Estados, gobiernos locales, comunidades indígenas, jóvenes y sector privado: Flavia Schlegel, Subdirectora General de Ciencias de la UNESCO.

La presente edición del Congreso Mundial de reservas de biosfera, organizada por la UNESCO y el ministerio del Ambiente del Perú a través del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP), es la primera realizada fuera de Europa.

Durante cuatro días, la declaración y la estrategia se forjaron en una veintena de talleres y 13 eventos paralelos en los que se expusieron experiencias sobre el papel de las reservas de biosfera como agentes de lucha contra el cambio climático, la educación ambiental, el turismo sostenible como motor económico o la necesaria colaboración con las comunidades locales.

Los días 18 y 19 se reúne, también en Lima, el Consejo Internacional de Coordinación del Programa MAB con el objetivo, entre otros, de inscribir nuevas reservas en la Red Mundial de la UNESCO. El Consejo examinará una veintena de candidaturas nuevas y se pronunciará sobre la extensión de reservas ya existentes. En total, se analizarán 32 candidaturas de 23 países: Argelia, Australia, Canadá, España, Filipinas, Ghana, Haití, Honduras, Indonesia, Irán, Italia, Japón, Kazajstán, Madagascar, Marruecos, México, Perú, Polonia, Portugal, República de Corea, Rumania, Reino Unido y Tanzania. UNESCO


 

 

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