Desde que llegué a Vanuatu, hace un año, han ocurrido cinco desastres naturales debido a erupciones volcánicas en Ambae, erupciones volcánicas y terremotos en Ambrym, un tsunami que afectó Aneityum, el ciclón tropical Oma y, más recientemente, el escarabajo rinoceronte del coco, que tiene el potencial de destruir los medios de vida de decenas de miles de personas, si no se le presta la atención debida.
Cinco preguntas: “Abordar las cuestiones de género y protección en el contexto de la acción humanitaria es salvar vidas, y la planificación y presupuestación tienen que reflejarlo”.
Vanuatu es uno de los países con “mayor riesgo” de desastres naturales. Tan sólo en los últimos 12 meses el país ha enfrentado varias erupciones volcánicas, terremotos, ciclones y tsunamis. La mayor emergencia humanitaria fue causada por erupciones volcánicas en la isla de Ambae, que provocaron la evacuación de más de 8.000 personas. Algunas comunidades desplazadas se han asentado en las islas de Santo y Efate, pero la propiedad de la tierra es un tema polémico. Vanuatu también tiene la tasa más baja de mujeres en el Parlamento y en cargos ministeriales a nivel mundial, y las más altas tasas de violencia de género. De manera acumulativa, estos problemas aumentan los riesgos que afectan a las mujeres y las niñas en contextos de emergencia humanitaria y en períodos de recuperación.
ONU Mujeres envió a Nimarta Khuman como asesora de género y protección en agosto de 2018, a través del programa Australia Assists, administrado por RedR Australia. Su función es apoyar al Departamento de Asuntos de la Mujer y al Grupo Temático sobre Género y Protección del Gobierno de Vanuatu a abordar cuestiones de género y protección relacionadas con la emergencia de Ambae y otros desastres naturales. En una reciente entrevista con ONU Mujeres, Nim explica lo que significa incorporar la perspectiva de género y la protección en la acción humanitaria y por qué es importante.
¿Qué se entiende por “género y protección en la acción humanitaria”?
Cuando hablamos de género y protección en la acción humanitaria, debemos hacer preguntas acerca de si hemos abordado las distintas necesidades de mujeres, niñas, hombres y niños en nuestra respuesta humanitaria, ya que un enfoque de “talla única” no funciona. Cada contexto en el que se ha producido un desastre es distinto, y las mujeres y las niñas pueden tener riesgos, vulnerabilidades y capacidades particulares. Hay otros factores que contribuyen a su marginación y vulnerabilidad, tales como la discapacidad, la edad, la orientación sexual, los ingresos y la ubicación.
El Departamento de Asuntos de la Mujer encabeza el Grupo Temático sobre Género y Protección de Vanuatu, en colaboración con CARE y Save the Children. El Grupo Temático trabaja para promover la participación y el liderazgo de las mujeres, prevenir y responder a la violencia de género, y garantizar que se diseñen y ejecuten acciones de protección de la infancia e inclusión de la discapacidad en toda respuesta humanitaria de cara a la población afectada.
Durante la respuesta humanitaria al desastre de Ambae, por ejemplo, se crearon rutas de remisión para la violencia de género y los servicios de protección a la infancia, y los socios del Grupo Temático sobre Género y Protección sensibilizaron en las comunidades sobre la prevención de la violencia y dónde acudir en busca de ayuda. Los socios también elaboraron y difundieron información a las comunidades sobre sus derechos durante la evacuación y el reasentamiento, ofrecieron capacitación para el liderazgo de las mujeres involucradas en la respuesta humanitaria, proporcionaron servicios de apoyo psicosocial y espacios acogedores para la infancia a fin de ayudar a las niñas y los niños a lidiar con los efectos de la catástrofe.
¿Cómo incorporaron la perspectiva de género y la protección en la respuesta humanitaria en Vanuatu?
El Grupo Temático sobre Género y Protección se asegura de que los derechos de las personas sean protegidos y respetados, y de que accedan a servicios en todos los sectores de forma segura y digna. Esto implica evaluar las necesidades, remitir inquietudes y aumentar la concienciación entre las comunidades y quienes proveen los servicios (como los organismos que participan en la distribución de alimentos, vivienda, educación y abastecimiento de agua, saneamiento e higiene). También implica abogar por que otros ministerios incluyan cuestiones de género y protección en su respuesta.
Durante el Estado de emergencia en Ambae, se estableció un Grupo Temático sobre Género, Protección y Salud para que prestara servicios a personas con discapacidad en distintos sectores. El Grupo Temático sobre Género y Protección colaboró con el Grupo Temático de WASH para sensibilizar en torno a cuestiones tales como la seguridad, la iluminación y la privacidad en inodoros y duchas. Durante las respuestas de Ambae y Ambrym, los socios también incorporaron información sobre igualdad de género y la gestión de la higiene menstrual cuando se dirigían a las comunidades.
En nuestras gestiones con el Gobierno, también hemos señalado la falta de acceso a la tierra y a ingresos en las comunidades desplazadas, la exposición a la violencia y los retrasos en la educación de niñas y niños. Ahora estamos en la fase de recuperación de Ambae y hemos venido trabajando con la Oficina del Primer Ministro para asegurar que todos los sectores incluyan acciones y presupuestos pertinentes para cuestiones de género y protección en los programas que se enmarcan en el Plan de Recuperación de Ambae e Islas Afectadas.
¿Cuál ha sido el papel de las mujeres en las distintas crisis en Vanuatu en el último año?
Las mujeres son parte fundamental de la respuesta humanitaria, y las emergencias en curso han sido una oportunidad para aumentar la participación y el liderazgo de las mujeres en la acción humanitaria. En el Departamento de Asuntos de la Mujer, por ejemplo, siete de los diez funcionarios que han encabezado la respuesta en distintas provincias son mujeres. La Oficina Nacional de Gestión de Desastres y varias ONG han involucrado altos miembros del personal femenino en la coordinación y respuesta a las emergencias. El Centro de Mujeres de Vanuatu también ha realizado ingentes esfuerzos para prevenir y responder a la violencia de género en situaciones de emergencia, y ha prestado apoyo en forma de asesoramiento vital, servicios de salud, asistencia jurídica y acceso a la justicia para sobrevivientes de la violencia.
Al nivel de la comunidad, las mujeres son fundamentales para la preparación para casos de desastre, así como para diseñar actividades de respuesta y resiliencia que respondan a las necesidades y realidades de sus comunidades. Los socios del Grupo Temático sobre Género y Protección están ejecutando programas que involucran a las mujeres en Comités comunales de desastres y cambio climático, y han elevado el nivel de las mujeres en la toma de decisiones a nivel local, pero necesitamos más mujeres en puestos de liderazgo dentro de las comunidades, en el sector humanitario y en los ministerios y departamentos que toman decisiones sobre políticas, planificación y asignación de recursos económicos.
¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrenta en su trabajo en Vanuatu?
Desde que llegué a Vanuatu, hace un año, han ocurrido cinco desastres naturales debido a erupciones volcánicas en Ambae, erupciones volcánicas y terremotos en Ambrym, un tsunami que afectó Aneityum, el ciclón tropical Oma y, más recientemente, el escarabajo rinoceronte del coco, que tiene el potencial de destruir los medios de vida de decenas de miles de personas, si no se le presta la atención debida. Estos desastres han hecho que las personas abandonen sus hogares, sus tierras y sus empleos. La integración en nuevas comunidades también ha sido un proceso difícil para las personas desplazadas. Algunas siguen viviendo en tiendas de campaña en Santo, y hay tensiones entre las personas desplazadas y las comunidades de acogida debido a la falta de recursos y servicios esenciales en los lugares de reasentamiento.
Algunas de las cuestiones clave que el Grupo Temático sobre Género y Protección aborda en períodos de emergencia son la violencia contra las mujeres, las niñas y los niños, la separación de la familia, la respuesta inclusiva para grupos marginados y garantizar que las personas tengan acceso a los servicios en todos los sectores. Aunque hemos podido influir en las políticas, es necesario que se apliquen hasta el nivel de la comunidad. Para que esto suceda, necesitamos mayor conciencia en el sentido de que abordar las cuestiones de género y protección en el contexto de la acción humanitaria es salvar vidas, y la planificación y presupuestación tienen que reflejarlo. También se requieren más iniciativas con el fin de preparar a las comunidades para los efectos de los desastres naturales y para asegurar que reciban el apoyo debido en las fases de recuperación.
¿Qué enfoques innovadores han funcionado hasta ahora?
Escuchar a las comunidades y prestar atención a las soluciones dirigidas por las comunidades han sido procedimientos clave en los programas creados por el Grupo Temático sobre Género y Protección. En Vanuatu tenemos una iglesia muy sólida al igual que fuertes sistemas de jefatura, y el Grupo Temático sobre Género y Protección ha venido trabajando con ambos en la preparación para casos de desastre, emergencia y recuperación. Los socios han capacitado a líderes de la iglesia y a jefes en la protección con base en la comunidad, la consolidación de la paz, la prevención de la violencia y las rutas de remisión. Con frecuencia se usa a las iglesias como centros de evacuación y en la etapa de recuperación; por ese motivo el Consejo Cristiano de Vanuatu ha cartografiado iglesias y evaluado la inclusividad de diseño en distintas islas.
El Centro de Mujeres de Vanuatu ha capacitado a líderes de la iglesia y jefes para que se conviertan en defensores masculinos, y otros socios han incluido a jefes locales en sus actividades de sensibilización para garantizar que se tomen en cuenta el liderazgo y las opiniones de las mujeres en los programas de respuesta. El Grupo Temático sobre Género, Protección y Salud durante el estado de emergencia en Ambae fue también el primero de su tipo en Vanuatu, y demostró que la colaboración entre los distintos sectores y ministerios puede aumentar el acceso de las personas más vulnerables a los servicios.
Aprovechando las lecciones aprendidas de las recientes catástrofes, el próximo año estaremos trabajando en el fortalecimiento de la preparación y respuesta a nivel local y en el desarrollo de protocolos para la eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas en situaciones de emergencia. También capacitaremos a socios gubernamentales, de ONG y líderes comunitarios en materia de Género y Protección en la Acción Humanitaria, así como en la creación de comités de género y protección en cada una de las seis provincias de Vanuatu.
Nota publicada en ONU Mujeres, reproducida en PCNPost con autorización
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