Unos 34 millones de vehículos serán revisados en Estados Unidos debido a airbags defectuosos del fabricante de autopartes japonés Takata, el doble de lo inicialmente previsto, anunciaron autoridades estadounidenses el martes.
Se trata del mayor retiro de productos del mercado en Estados Unidos desde que Johnson&Johnson retiró en 1982 un total de 31 millones de cajas de comprimidos Tylenol envenenados con cianuro.
Este martes, tras negarlo durante años, Takata admitió por primera vez que los airbags instalados en los automóviles de 11 importantes marcas son defectuosos, anunció el secretario de Transporte estadounidense, Anthony Foxx. El problema de los airbags “ha sido responsable -creemos- de al menos cinco muertes”, indicó Foxx en una conferencia de prensa en Washington.
El balance total en el mundo, incluido Estados Unidos, indica seis muertos y 105 heridos.
Producidos en los años 2000, los airbags defectuosos pueden explotar, incluso en caso de colisión menor, y lanzar fragmentos de metal y plástico a los pasajeros, indicaron las autoridades. La sustancia que se utiliza para inflar los airbags -nitrato de amonio- es susceptible de deteriorarse en caso de exposición a humedad excesiva. Según documentos dirigidos a la agencia de seguridad rutera de Estados Unidos (NHTSA), Takata admite además que los airbags cuestionados pueden dejar escapar aire. El grupo indica de todas formas que continúa realizando pruebas para identificar la verdadera fuente de la falla.
El llamado a retiro -el mayor que se ha hecho en la historia automotriz estadounidense- tiene como objetivo reemplazar estos problemáticos infladores.
Una decena de fabricantes de automóviles se ven afectados por la medida: BMW, Fiat Chrysler, General Motors, Ford, Mazda, Mitsubishi, Nissan, Subaru, Toyota y sobre todo Honda, que ya llamó a revisión 19,6 millones de vehículos en todo el mundo, de los cuales 5 millones el pasado jueves.
El mayor grupo automotor del mundo Toyota retiró por su parte 8 millones de vehículos, mientras que Nissan llamó a revisión 4 millones.
Funcionarios de Transporte admitieron que puede tomar años fabricar suficientes infladores para todos los automóviles equipados con airbags Takata.
“El Departamento de Transporte está dando los pasos necesarios para garantizar que los infladores defectuosos sean reemplazados por otros seguros tan pronto como sea posible, y que aquellos de mayor riesgo sean atendidos primero”, dijo Foxx.
Pero las reparaciones llevarán meses, o incluso años, dada la falta de piezas de recambio. La empresa japonesa, que emplea a más de 43.500 personas en todo el mundo, decidió duplicar su capacidad de producción al tiempo que trabaja con competidores para responder a la demanda de los fabricantes de automóviles.
Celebrando la buena disposición de Takata, las autoridades estadounidenses decidieron por otra parte suspender la multa de 14.000 dólares diarios adoptada en febrero contra Takata por negarse a cooperar “totalmente” con la agencia estadounidense de seguridad rutera NHTSA.
Actualmente ese monto se eleva a más de un millón de dólares, precisaron.
Takata, uno de los más importantes suministradores de material del sector, está acusado de haber reaccionado tardíamente al problema en estos últimos años. Además de la presión de las autoridades de la regulación, Takata es objeto de una investigación penal por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos. (AFP)
Debes loguearte para poder agregar comentarios ingresa ahora