La confesión de Bill Cosby de haber dado un poderoso sedante a al menos una mujer para tener relaciones sexuales con ella ha reabierto el escándalo de la estrella de televisión estadounidense por presuntas violaciones, aunque hay pocas posibilidades de que sea llevado ante la justicia.
Desde noviembre de 2014, decenas de mujeres salieron de la oscuridad en Estados Unidos para acusar a Cosby de haberlas tocado o violado, en la mayoría de las veces drogándolas sin que ellas lo supiesen.
Varias de las concernidas eran menores de edad en el momento de los supuestos hechos, que en ciertos casos se remontan a los años 1960.
El tema volvió al centro de la escena el lunes con la aparición de un documento judicial en el cual Cosby, que el fin de semana cumplirá 78 años, confiesa al menos un hecho de este tipo.
En la transcripción de un testimonio ante un tribunal en 2005, pero hecho público el lunes por las autoridades estadounidenses, Cosby admite que dio Quaalude, sedante e hipnótico, al menos a una mujer en 1976 con el objetivo de tener sexo. Abogados han dicho que su confesión podría ayudar a impulsar las causas por difamación y estrés emocional presentadas por otras mujeres.
Lisa Bloom, letrada de la modelo Janice Dickinson, afirmó que Cosby ha admitido la “conducta precisa” de la cual lo acusa su clienta. “Teniendo en cuenta esto, ¿cómo osa vilipendiar de manera pública a la señora Dickinson y la acusa de mentir?”, indicó en un comunicado.
“Es hora de que el señor Cosby deje de esconderse detrás de sus abogados y agentes publicitarios y pida disculpas públicas a la señora Dickinson y a las otras 46 mujeres que lo han acusado públicamente de agresión sexual”, exigió.
Otra abogada que representa a una víctima, la letrada Gloria Allred, señaló que esperaba que la confesión pueda “ser utilizada” en el caso iniciado por Judy Huth ante la justicia de California (oeste).
Sin embargo, los expertos aseguran que hay pocas posibilidades de que Cosby enfrente responsabilidad criminal porque los delitos en cuestión han prescrito.
Aún así, para algunas víctimas e incluso para ciertas personas como la cantautora y ganadora del premio Grammy Jill Scott, que apoyaban al actor, la confesión ha provocado un vuelco”.
“Lamentablemente su propio testimonio ofrece PRUEBA de terribles actos. Permanecí al lado de un hombre que respetaba y amaba. Estaba equivocada. ¡DUELE!”, escribió Scott en su cuenta Twitter.
El juez federal estadounidense Eduardo Robreno sostuvo que dio a conocer el testimonio, medida que tomó por pedido de la agencia de noticias AP, a raíz del “duro contraste entre el Bill Cosby moralista público y el Bill Cosby objeto de serias acusaciones por conducta impropia (y quizás criminal)”.
Punto de inflexión:
Los abogados de Cosby trataron de bloquear durante mucho tiempo la propagación de estas transcripciones.
Cosby fue interrogado en septiembre de 2005 por Dolores Troiani, abogada de Andrea Constand, exdirectora del club de básquetbol de la Universidad de Temple donde Cosby estudió y fue miembro de la junta directiva. Dejó ese puesto en diciembre del año pasado, cuando los cargos de violación en su contra se multiplicaron.
Constand presentó una denuncia por violación en 2005, pero Cosby fue sobreseído.
Durante el intercambio entre Cosby y Troiani, el actor admitió que consiguió recetas para obtener Quaalude. Troiani preguntó si le había “dado a otras personas”, a lo que Cosby respondió “sí”; cuando se le preguntó si al recibir “los Quaaludes (él) tenía en mente utilizarlos con otras mujeres jóvenes con las que quería tener sexo”, Cosby respondió “sí”.
Dijo entonces haber mal entendido “mujeres” y creyó oír “mujer”, a lo cual precisó: “Yo hablé solamente de T…”, una mujer en particular, no de “mujeres” en plural.
Más tarde, en su testimonio Cosby asegura: “Conocí a la señorita (T… cuyo nombre no aparece en el documento para proteger el anonimato de la presunta víctima) en Las Vegas (en 1976). Ella vino a verme en el backstage. Le di Quaalude. Tuvimos sexo”. (AFP)
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