Crisis sin precedentes por la COVID-19 afecta gravemente la seguridad alimentaria de migrantes en América del Sur

Dos tercios de los 3 millones de migrantes venezolanos en Colombia, Ecuador y Perú, quienes han visto sus trabajos desaparecer y sus ingresos desplomarse durante la pandemia, verán empeorar su seguridad alimentaria en 2020, según proyecciones del Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés).

En América Latina y el Caribe se anticipa habrá un alarmante aumento de 269% en el número de personas en inseguridad alimentaria severa comparado con 2019 – el mayor en términos relativos a nivel global. Casi 16 millones* de personas, incluyendo 1.9 millones de migrantes venezolanos, se enfrentarán este año a una situación crítica que requiere de atención urgente.

“Estamos preocupados por los millones de personas que están sufriendo el impacto de esta pandemia en nuestro continente”, dijo Miguel Barreto, Director Regional para América Latina y el Caribe de WFP. “Sin trabajo e ingresos suficientes, lo que sigue para ellos es el hambre. Debemos actuar ahora. No podemos dejar a nadie atrás”, dijo el Sr. Barreto.


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Niña venezolana en la frontera con Colombia. © Greta Granados/Banco Mundial


En el caso de migrantes, la proyección combina cifras de inseguridad alimentaria moderada y severa, y se basa en una encuesta remota realizada por WFP entre abril y mayo de 2020 sobre el impacto de la COVID-19 en sus vidas. También se analizaron indicadores económicos para América Latina y el Caribe tras el brote del coronavirus.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) prevé una contracción del 9,1% en el producto interno bruto (PIB) en la región, la mayor en un siglo, y estima que la pobreza, la pobreza extrema y el desempleo aumentarán en docenas de millones de personas este año.

Los migrantes son particularmente vulnerables porque no están cubiertos por programas nacionales de protección social que son una red de seguridad en tiempos de crisis. La más reciente encuesta de WFP encontró, entre otros resultados, que 7 de cada 10 migrantes (72%) en estos tres países estaban preocupados por no tener suficiente comida durante los 30 días anteriores, un aumento sustancial comparado con evaluaciones anteriores. La proporción de migrantes que solo tuvieron una comida o no comieron durante el día anterior a la entrevista aumentó 2.5 veces en comparación con el periodo previo al coronavirus.

El Sr. Barreto agregó que “para evitar que continúe creciendo la pobreza y el hambre tanto de migrantes como de otros grupos desamparados y vulnerables, necesitamos soluciones duraderas. Es importante incorporar a los migrantes y otros grupos en los programas nacionales de protección social como el Gobierno de Colombia ha empezado a hacer con nuestro apoyo. Para ello se requieren recursos adicionales de la cooperación y la banca financiera internacional.”

De tal manera a hacer frente a la creciente ola de hambre, WFP necesita US$328 millones adicionales en 2020 para aumentar su respuesta humanitaria en América Latina y el Caribe y llegar a 3.5 millones de personas más que han sido afectadas por la crisis del COVID-19, incluyendo población nacional y migrante. Para asistir a migrantes venezolanos vulnerables en Colombia, Ecuador y Perú, WFP requiere de US$120 millones de la cifra total.


En Colombia, WFP está asistiendo a cerca de 400.000 personas al mes con transferencias monetarias o raciones de alimentos, incluidos migrantes, miembros de comunidades indígenas, víctimas de violencia armada, menores en programas de alimentación escolar, y personas afectadas por la COVID-19. WFP planea asistir a unas 550.000 personas adicionales, sujeto a la disponibilidad de recursos, y buscando apoyar y complementar los esfuerzos nacionales de atención a la crisis.

En Ecuador entregamos bonos a un promedio mensual de 96.000 migrantes y, a razón de la crisis, extendimos la validez de bonos de abril a junio a 20.000 familias. Además, WFP asiste a unos 250 repatriados ecuatorianos al mes en comedores temporales en la provincia de Pichincha, y planeamos asistir a 5.000 personas en albergues y comedores durante la pandemia.  

En Perú, WFP está brindando apoyo logístico al gobierno para concretar la entrega de cerca de 240.000 kits de alimentos a hogares vulnerables en Lima y Callao, y de canastas de alimentos a 20.000 familias que cumplen cuarentena domiciliaria en 23 regiones del país. Prevemos asimismo realizar transferencias en efectivo a 98,000 personas vulnerables, entre ellas migrantes, que no fueron beneficiadas por los programas nacionales de protección social.


* La cifra regional ha sido calculada para 11 países donde WFP tiene presencia y para pequeños Estados en desarrollo en el Caribe. La cifra incluye a 1.9 millones de migrantes venezolanos en inseguridad alimentaria moderada y severa en Colombia, Ecuador y Perú.


Nota publicada en WFP – Programa Mundial de Alimentos, reproducida en PCNPost con autorización.


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SOURCE: Programa Mundial de Alimentos

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