Unos 2.000 millones de personas utilizan agua potable con materias fecales

La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó este jueves acerca del estado del agua en el mundo, indicando que casi 2.000 millones de personas todavía utilizan agua potable con materias fecales.

Hoy, casi 2.000 millones de personas utilizan una fuente de agua potable contaminada por materias fecales, lo que los expone a contraer cólera, disentería, fiebre tifoidea y polio. Calculamos que el agua potable contaminada causa más de 500.000 decesos provocados por diarrea cada año: Maria Neira, directora del departamento de Salud Pública de la OMS.

En 2015, los países elaboraron, junto a la ONU, una lista de 17 objetivos de desarrollo sostenible con horizonte a 2030. Uno de estos objetivos es garantizar el acceso de todos al agua y al saneamiento y asegurar una gestión sostenible de los recursos de agua.

Sin embargo, este objetivo no podrá alcanzarse “a menos que se tomen medidas para utilizar los recursos financieros de forma más eficaz y ampliar los esfuerzos para identificar nuevas fuentes de financiación”, advierte la OMS en su informe anual, elaborado con ONU-Agua, “Análisis mundial y evaluación del saneamiento y el agua potable”.


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Imagen cortesía de Alex Ugalek en FreeDigitalPhotos.net


Los desembolsos de la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) en materia agua y saneamiento van en aumento, pero las inversiones futuras son inciertas – OMS:

Los desembolsos (gastos) de la AOD para agua y saneamiento han aumentado de US$ 6300 millones en 2012 a US$ 7400 millones en 2015. Sin embargo, los compromisos de ayuda en esta esfera han disminuido de US$ 10 400 millones en 2012 a US$ 8200 millones en 2015. Dado que los compromisos son plurianuales, si siguen disminuyendo es probable que también disminuyan los desembolsos futuros. Considerando que las necesidades serán mayores si se quiere seguir avanzando hacia el acceso universal a servicios de suministro de agua y saneamiento gestionados de forma segura que requieren los ODS, las posibles reducciones futuras de los desembolsos de la asistencia están reñidas con las aspiraciones mundiales.

La ampliación de los servicios de suministro de agua y saneamiento a los grupos vulnerables es una prioridad política, pero está retrasada: 

Más del 70% de los países dicen disponer en sus planes sobre suministro de agua y saneamiento de medidas específicas para llegar a las poblaciones pobres. Sin embargo, la ejecución de esas medidas concretas está retrasada: son pocos los países que se consideran capaces de aplicar sistemáticamente medidas de financiación para destinar recursos a las poblaciones pobres. El aumento y mantenimiento del acceso al suministro de agua y saneamiento para los grupos vulnerables será fundamental para alcanzar no solo el ODS 6, sino también el ODS 3, consistente en «garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades.» 

El informe GLAAS de 2017 presenta un análisis de los datos más fiables y actuales de 75 países y 25 organismos de asistencia externos sobre temas relacionados con la financiación del acceso universal al agua y al saneamiento en el contexto de los ODS. El agua de bebida salubre y el saneamiento son fundamentales para el bienestar humanos, pues contribuyen a la salud y la subsistencia, además de ayudar a crear entornos saludables. El agua de bebida insalubre afecta a la salud humana causando enfermedades como la diarrea, y las aguas residuales no tratadas pueden contaminar el suministro de agua de bebida y el medio ambiente, generando una pesada carga para las comunidades.


Estamos ante un reto que podemos superar. El aumento de las inversiones en agua y saneamiento puede aportar beneficios considerables a la salud y el desarrollo humanos, generar empleo y conseguir que nadie se quede atrás: Guy Ryder, Presidente de ONU-Agua y Director General de la Organización Internacional del Trabajo. OMS


Los países aumentaron un 4,8% de media anual sus gastos en materia de agua, saneamiento e higiene en los tres últimos años, según el informe. Pero, aún así, el 80% de los países indican que la financiación dedicada a estos rubros sigue siendo insuficiente para responder a los objetivos de Naciones Unidas.

Para cumplir con estos objetivos, las inversiones en infraestructuras deberían triplicarse y alcanzar los 114.000 millones de dólares (107.000 millones de euros) por año, según cifras del Banco Mundial citadas por la OMS. Esta cifra no tiene en cuenta los costes de funcionamiento y de mantenimiento.

Para alcanzarlos, la OMS subraya la necesidad de encontrar nuevas fuentes de financiación, como los impuestos. AFP


 

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