América Latina y el Caribe está lejos de realizar el derecho a una educación inclusiva para todos y para todas

Promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidad y garantizar su inclusión en la sociedad son condiciones indispensables para avanzar en la consecución de los objetivos de la Agenda de Desarrollo 2030. El objetivo mundial de la educación, el ODS 4, promueve una educación de calidad inclusiva y equitativa para todos los niños, las niñas y jóvenes, independientemente de su capacidad, origen o identidad. La promesa de no dejar a nadie atrás debe abarcar a todos los educandos, en especial a quienes corren el riesgo de ser excluidos por motivos de discapacidad, origen étnico e idioma, migración y desplazamiento, situación de privación de libertad, u orientación sexual e identidad de género y sus interacciones.

El Informe GEM 2020 América Latina y el Caribe- Inclusión y educación: Todos y todas sin excepción, publicado el pasado 5 de noviembre en asociación con el Laboratorio de Investigación e Innovación en Educación en América Latina y el Caribe (SUMMA) y la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago) hace un llamado para promover la inclusión en la educación de las personas más desfavorecidas. Una ardua tarea si se tiene en cuenta que América Latina y el Caribe es la región más desigual del mundo, y que la discriminación y la segregación siguen estando presentes en las aulas y en los sistemas educativos.

El Informe afirma que la identidad, el origen y las capacidades del estudiantado dictan gran parte de las oportunidades que tendrán los niños, niñas y jóvenes durante sus trayectorias educativas. Desafortunadamente, los niños y niñas con discapacidad son uno de los grupos más marginados y excluidos en la sociedad. En promedio, los y las adolescentes de entre 12 y 17 años con discapacidad tenían un 10% menos de probabilidades de asistir a la escuela que los que no tenían ninguna discapacidad. Ecuador, México y Trinidad y Tobago son algunos de los países que presentan las mayores brechas.

Las personas con discapacidad se enfrentan diariamente a actitudes negativas, discriminación, estereotipos e incluso a situaciones de violencia, carecen de apoyos necesarios en las aulas y no cuentan con leyes y políticas adecuadas que defiendan sus derechos y representen sus ambiciones. Aunque 10 de los 19 países del mundo que promueven una educación inclusiva están en América Latina y el Caribe, en muchos países de la región los niños y las niñas con discapacidad continúan siendo educados en escuelas especiales. El 42% de los países de América Latina y el Caribe promueven en sus leyes la educación de las personas con discapacidad, y sólo 16% promueve la educación inclusiva; el resto opta por combinaciones de modelos de segregación e integración.


educación inclusiva GEM


La formación docente es otro de los grandes retos para alcanzar la inclusión educativa de las personas con discapacidad. Los y las docentes necesitan más apoyos para promover la inclusión y para apoyar al alumnado con necesidades especiales; más del 50% de las y los docentes en el Brasil, Colombia y México informaron que carecían una capacitación profesional para enseñar a estos alumnos.

El alumnado con discapacidad está sufriendo de manera desproporcionada las consecuencias de la pandemia de la Covid-19. Muchas de las plataformas de aprendizaje y una gran cantidad de los contenidos digitales no son accesibles para los alumnos ciegos o sordos, incluso para aquellos que disponen de tecnologías de asistencia; por ejemplo, el alumnado ciego tiene dificultades con información difundida en imágenes que su software no puede interpretar y con los frecuentes cambios de plataformas en línea.

Algunos países han acompañado a estos estudiantes durante la pandemia. En Chile, el programa gubernamental multisectorial Chile Atiende, añadió a la lista de gastos admisibles una serie de bienes y servicios para ayudar a estudiantes con discapacidad a seguir accediendo a la educación terciaria a distancia, incluidas tablets, software de reconocimiento de voz, sillas de ruedas eléctricas, atriles para lectura, calculadoras parlantes, escáners de bolsillo, asistentes personales, transcripción de información e intérpretes de lenguaje por señas. En Ecuador, el Ministerio de Educación impartió recomendaciones a los y las docentes para apoyar la educación de los niños, las niñas y los jóvenes con discapacidad que están aislados en sus casas.

Pero aún queda mucho camino por recorrer para poder realizar plenamente el derecho a una educación inclusiva de los niños y las niñas con discapacidad en América Latina y el Caribe. Debemos redoblar nuestros esfuerzos y promover un enfoque integrado para asegurarnos que la Covid-19 no agudice aún más las desigualdades preexistentes y que las personas con discapacidad puedan continuar su educación durante y después de la pandemia. Para ello, es indispensable realizar consultas con las personas con discapacidad y las organizaciones que las representan, promover leyes y políticas que aboguen por la inclusión, ampliar y mejorar los programas de capacitación docente, mejorar la recolección de datos sobre la discapacidad evitando el uso de etiquetas que estigmaticen a los niños y las niñas, aumentar el financiamiento,  garantizar la accesibilidad a todos los edificios y e intalaciones escolares y a la aplicar el diseño universal.

En el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, nuestro Informe hace un llamado a los hacedores de política de la región para que promuevan la inclusión, la accesibilidad y la sostenibilidad para las personas con discapacidad una vez sea superada la pandemia y continúen avanzando en su inclusión en la educación.

Para ello, hemos preparado una hoja informativa que contiene los principales hallazgos sobre discapacidad del Informe y una serie de recomendaciones para avanzar en su inclusión en la educación. Las diez recomendaciones incluidas en la hoja informativa pueden servir como hoja de ruta para gobiernos y autoridades locales en sus esfuerzos por promover una educación inclusiva y de calidad una vez superada la pandemia.


Nota publicada en el Blog de la Educación Mundial de la UNESCO, reproducida en PCNPost con autorización


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SOURCE: Blogs de la Educación Mundial

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