Una gran farmacia llamada naturaleza

Por: Ricardo Gutiérrez De Aguas y Amner Muñoz Acevedo.


En medio de la basta biodiversidad que posee el país se encuentra un gran potencial productivo que reposa en la esencia química de las plantas. Con más investigación en este campo se podría dar un impulso duradero al agro nacional.


Logo UnNorte Universidad del NorteParacelso, conocido en la historia de la medicina por sus conocimientos de la alquimia para producir medicamentos a partir de plantas y minerales, dijo alguna vez: “Todo es veneno, nada es sin veneno. Solo la dosis hace el veneno”. De alguna manera, esto aplica para todas las drogas que utilizamos hoy día para tratar las enfermedades.

Por lo general, las medicinas modernas son compuestos de origen natural o sintético, que actúan de manera selectiva sobre el organismo. Algunos de estos compuestos producen efectos sobre el sistema nervioso central, por lo que al ingerirlos pueden generar cambios en el estado de ánimo de las personas, y en algunos casos conllevan a la adicción. Por ello puede ser que cuando escuchamos la palabra droga la asociamos casi siempre con las sustancias psicoactivas.

Dentro de la categoría de drogas, se pueden encontrar compuestos que son productos naturales de origen vegetal, los cuales forman parte de los llamados metabolitos secundarios y que producen las plantas para alguna función en particular; como defensa ante parásitos, atraer insectos para la polinización, entre otras. Sin embargo, estos mismos productos naturales pueden ser utilizados por las personas con múltiples propósitos, entre los que se encuentran la recreación o el tratamiento de enfermedades.


El uso de la marihuana por sus ventajas medicinales es tan antiguo como la humanidad, mientras
su abuso como narcótico surgió desde mediados del siglo XX.


Un caso para resaltar, porque está a la orden del día en Colombia, es el de la marihuana, Cannabis sativa, cuyo principio activo más importante es el tetrahidrocannabinol (THC). Dependiendo del uso o la forma como se consuma, esta planta se puede utilizar como medicinal o con fines recreativos, incluso en actividades mágico-religiosas por algunas comunidades. El uso de la marihuana es tan antiguo como la humanidad misma, mientras que su abuso o la comercialización ilegal de productos derivados de esta planta es un problema que surgió a mediados del siglo XX.

En general, en América, y el Caribe colombiano en particular, se encuentran miles de plantas medicinales que resaltan dentro de su biodiversidad. Estas plantas forman parte de la riqueza que poseen las comunidades ancestrales y cuyos usos medicinales se han transmitido por tradición oral de generación en generación.

Hoy día resulta de gran importancia darle validez científica a este conocimiento tradicional, así mismo será de mucha utilidad profundizar en las investigaciones sobre la composición química, actividades biológicas o posibles aplicaciones de estas plantas en el sector farmacéutico, nutracéutico, cosmecéutico o agroindustrial.

Estos y otros temas relacionados con las plantas medicinales, que forman parte de nuestra biodiversidad, fueron tratados en el VI Simposio Biodiversidad Caribe y el IV Congreso Latinoamericano de Plantas Medicinales, eventos académicos que se realizaron en la Universidad del Norte, del 16 al 19 de agosto del presente año.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 70% de la población a nivel mundial hace uso de la medicina tradicional para resolver sus problemas de salud. En Colombia, diversos estudios muestran que las comunidades indígenas, afro-colombianas y campesinas acuden a las plantas medicinales para el tratamiento de muchas enfermedades.

Un caso particular es la etnia Mokaná, del departamento del Atlántico, cuya tradición oral muestra un amplio uso de plantas propias del Caribe colombiano, muchas de las cuales forman parte de los proyectos que desarrolla el Grupo de Investigación en Química y Biología de Uninorte, relacionados con productos naturales, y que están enmarcados en el área estratégica de investigación en Biodiversidad, Servicios Ecosistémicos y Bienestar Humano.


La química de las plantas para impulsar la agroindustria

Se estima que una cuarta parte de los productos farmacéuticos son derivados de las plantas y que en los países en vía de desarrollo —que no son líderes tecnológicos pero ricos en biodiversidad— un alto porcentaje de la población depende de la medicina tradicional botánica para sus cuidados.

La profesora e investigadora Elena Stashenko, quien participó como conferencista principal en el IV Congreso Latinoamericano de Plantas Medicinales realizado en Uninorte, del 17 al 19 de agosto, hizo énfasis en el potencial de la industria agrícola del país en cuanto a plantas aromáticas y extracción de aceites esenciales.

Dijo que una planta que vale la pena empezar a producir es el orégano del monte, debido a sus propiedades antibacterianas y antifúngicas. También, porque puede ser incorporada en alimentos para pollo y ganado, como regulador de crecimiento y para controlar la flora bacteriana del intestino de los animales.

De igual manera, recalcó la importancia de realizar un análisis químico y de la composición de las plantas y su evaluación biológica con el fin de determinar para qué sirve y qué propiedades tiene.

Si bien esta información de las propiedades curativas de las plantas la gente las ha usado por mucho tiempo, los químicos y los biólogos deben estudiarlas desde el punto de vista científico, y luego de determinar la sustancia que hace la acción farmacológica viene toda una cadena de desarrollo.

Joachim Hahn, decano de la división de Ciencias Básicas de Uninorte, al inicio del congreso hizo una invitación a “que más personas nos reunamos para trabajar en plantas medicinales y darle un lugar especial a estas especies latinoamericanas”.

Así mismo, Hahn habló de la creación, el próximo año, del Centro de Biodiversidad Caribe, que se encargará de reunir a expertos de distintas disciplinas, como ecólogos, geólogos y economistas, para trabajar por el entorno del Caribe que se encuentra amenazado, como es el caso del Bosque Seco Tropical.


Ricardo Gutiérrez De Aguas es Doctor en ciencias biológicas, y Profesor del departamento de Química y Biología. 

Amner Muñoz Acevedo es Doctor en química. Profesor del departamento de Química y Biología.


Nota publicada en UnNorte, publicación de la Universidad del Norte, reproducida en PCNPost con autorización


 

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