¿Sería más feliz el mundo sin dinero?

Por: Edith Gómez.

No hay persona en el planeta tierra que desconozca la importancia del dinero y es que es algo que pudiéramos llegar a considerar como prácticamente innato por el hecho de que forma parte de nuestras vidas desde que nacemos, y eventualmente muchos terminamos buscando la forma de hacernos ricos.

Tratemos de hacer un ejercicio mental para imaginar un mundo sin dinero: sin bancos, ni efectivo, ni facturas, ni sueldos, sin moneda. Quizás te imaginas a todo el mundo regresando a un estilo de vida más primitivo, viviendo una existencia difícil, trabajando en el campo y criando a sus animales.

O quizás un colapso en la sociedad como la conocemos, sin leyes, ni orden público, con gente sin la motivación para procurarse por su propio sustento, o intentando aprovecharse de los demás para sustentarse.


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Abandonar el uso del dinero

Hay propulsores de la teoría de abandonar el uso del dinero, quienes piensan que tomar esta decisión representaría una mejora para la vida humana.

¿Debes dinero a alguien, tienes un pago pendiente en una tarjeta de crédito o una hipoteca?, éstos son compromisos financieros que no puedes ignorar, pues de lo contrario perderías tus bienes o incluso podrías ir a la cárcel.

¿Y qué hay del trabajo? Si lo tienes y te gusta es maravilloso, pero muchas personas trabajan por simple necesidad, y es que si no trabajas, se apagan las luces, se corta el agua, se desconecta el teléfono y no es posible comprar comida. Todos estos casos hacen ver que existe una suerte de esclavitud en la sociedad, y que nadie es capaz de juzgar, pues es simplemente asumida como una realidad de la vida.

Podríamos interpretar que no es tan necesario el dinero como tal sino lo que compramos con él; como una casa, alimentos o una computadora.

El dinero en sí puede considerarse como un intermediario que pro si solo no sirve para nada y que causa sufrimientos para todo aquel que no cuenta con el suficiente. Las únicas limitaciones que deben existir para producir los bienes que necesitamos deben ser las físicas y no las financieras. Aseguran los abolicionistas del dinero, que lo único que esta crea es la desigualdad y la definen como un sistema de puntuación que decide quien consigue que.

Lo positivo de la existencia del dinero

Desde los orígenes de la sociedad, el dinero existe, sin importar que no se le denominarse de esa manera. Basta con revisar las transacciones comerciales realizadas a través de la utilización del trueque, es decir, el intercambio de un producto por otro.

A partir de allí ya podemos darnos cuenta que desde siempre ha existido la imperiosa necesidad de contar con una herramienta de pago, esto significaría que se requiere tener una forma de valoración para el esfuerzo realizado por cada quien.

Como ya sabemos, con el transcurrir de las décadas, los medios de pago se fueron perfeccionando, pasando de piedras y minerales preciosos, a billetes y monedas, llegando a las tarjetas electrónicas y hasta a las criptomonedas como el bitcoin.

Varias interrogantes surgen a la hora de defender la necesidad del uso del dinero, como por ejemplo:

– ¿Acaso alguien se interesaría en destacarse en una labor determinada sin una recompensa?

– ¿No sería muy aburrido poder tener todo lo que deseáramos sin esfuerzo?

– ¿Sería posible tener una sociedad organizada tal como la conocemos?

En definitiva la valoración a estas interrogantes depende de la visión que cada quien pueda tener, pero podemos acercarnos a esta respuesta con el siguiente ejemplo:

Imaginemos una competencia deportiva en donde nadie gane, sino que simplemente prevalezca la importancia del ejercicio físico y la habilidad que se ha podido desarrollar en base al entrenamiento, por ende no hay medallas, ni ninguna otra clase de premiaciones.

Vale esta comparación por el hecho de que, el recibir una medalla es una forma de motivación que nos impulsa a esforzarnos por superarnos por encima de las capacidades de otros, para alcanzar el reconocimiento, lo cual puede interpretarse como una necesidad innata del ser humano.

En conclusión, el dinero no surgió por sí solo, ni por simple avaricia, sino de la necesidad del hombre por reconocer el justo valor del trabajo y establecer patrones de viabilidad a las actividades comerciales.

No podemos negar que es una de las causas principales de la desigualdad existente y que muchos dedican su vida a buscar la forma de hacerse ricos para usar el dinero de forma banal. Tampoco puede esconderse que en algunos casos se valora a la gente en función de cuanto tiene en el banco, sin importar el verdadero precio, que está marcado por lo que lleva dentro de sí.

¿Sería más feliz el mundo sin dinero? la respuesta es muy simple, la felicidad no depende de cuanto tengamos, es un estado que es posible alcanzar cuando logramos reunir todos los elementos que nos hacen sentir el bienestar que buscamos.

No podemos negar que el dinero puede ayudarnos a tener una vida mejor, pero no solo de pan vive el hombre y la recomendación es que busquemos la mejor manera de ser felices haciendo lo que nos apasione, el dinero solo será un buen incentivo extra.


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