¿Quieres marcar goles de impacto social?

¿Quieres marcar goles de impacto social? Aprende de la selección de fútbol de Islandia.


Por: Marieke Goettsch.

Los Blogs del BID Lactancia LogoEste año los espectadores de la Eurocopa de fútbol presenciaron una gran sorpresa: la selección de Islandia, que hasta ese momento nunca había participado del torneo, llegó a cuartos de final.

Y no sólo eso, en el camino eliminó a países como Holanda e Inglaterra y empató contra Portugal, país que resultó campeón. Islandia, una pequeña “aldea” europea de 330 mil habitantes, escribió una de esas historias en la que los underdogs le ganan a los favoritos y de la cual podemos sacar lecciones que trascienden más allá del deporte.

A los gobiernos, organizaciones civiles y entidades de desarrollo en América Latina y el Caribe nos interesa marcar goles que mejoren la calidad de vida de las personas y un gran compañero de equipo es la innovación social, que básicamente consiste en generar nuevas soluciones a necesidades sociales desatendidas. Con una metodología propia, en el Innovation Lab (I-Lab) del BID nos dedicamos a eso. Trabajamos con diversos sectores y actores para identificar las necesidades de grupos marginalizados y fomentamos un proceso de innovación participativo que permita abordarlas.

Hoy quiero referirme a cuatro lecciones que nos puede enseñar el equipo de Islandia a todos los que queremos hacer innovación social. Y para ilustrar las lecciones haré referencia a una iniciativa que venimos impulsando con la Corporación de Fomento a la Producción (CORFO) en varias regiones de Chile, como son los casos de Aysén y Los Lagos (actualmente en búsqueda de soluciones).


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Lección #1: Crear equipos multidisciplinarios incluyendo a contrapartes locales

Una de las muchas curiosidades del equipo islandés es su cuerpo técnico. Tienen dos entrenadores principales, un hecho muy raro en el fútbol. Uno es un veterano entrenador sueco y el otro es un islandés mucho más joven, el cual además funge como interlocutor cultural.

Existen los que prefieren trabajar solos, pero incluso los que formamos equipos tendemos a juntarnos con personas que comparten nuestros valores y experiencias. La innovación social, sin embargo, tiene como objetivo romper con ese esquema. Si realmente queremos entender una temática a fondo, tenemos que involucrar a quienes aporten otras perspectivas. Y quien mejor que los que realmente entienden el desafío a abordar: los propios beneficiarios.

En Aysén, una región chilena muy remota donde se implementó una primera iniciativa piloto para generar innovaciones sociales, ese fue uno de los puntos de partida. No sólo se buscó el diálogo con funcionarios públicos, sino también otros actores locales como organizaciones sociales, empresarios, dueños de restaurantes, dirigentes estudiantiles, profesores, y taxistas. Nos acercamos a toda esa gente y les preguntamos cuáles eran los principales desafíos que enfrenta la población.


Lección #2: Fomentar la colaboración e interacción entre diversos actores

Entre las fortalezas más alabadas la selección islandesa está el espíritu de equipo que mostró en el campo. Al no contar con jugadores estrella, esta cohesión fue la que en varias ocasiones le permitió hacer frente a la calidad individual superior de sus adversarios.

La innovación es frecuentemente un proceso liderado por las élites; grupos privilegiados que han recibido la mejor educación, tienen los recursos y el acceso a redes. En ese sentido la innovación social es un poco distinta. Para generar nuevos productos y  servicios que realmente responden a una demanda existente, los beneficiarios no solo deben ser involucrados en la fase de definición del problema, sino que tienen que ser llevados al centro de todo el proceso de innovación.

En Aysén se realizaron varias rondas de entrevistas y una serie de talleres. Así, de manera conjunta, se identificaron dos temas centrales: el desafío de la juventud y el del medioambiente. Pero el proceso no paró ahí. Luego, se buscaron soluciones a estas demandas sociales a través de una plataforma web con herramientas de crowdsourcing, un proceso complementado por espacios de articulación y co-creación offline para integrar a los ciudadanos sin acceso a Internet.

Tanto online como offline gente podía presentar ideas y comentar sobre otras, abriendo el proceso de innovación a los aportes de una gran diversidad de actores nacionales e internacionales.


Lección #3: Impulsar la capacitación y potenciar el ecosistema

Los éxitos no vienen de la nada. La clave en el caso del fútbol islandés ha sido que a lo largo de las últimas décadas se ha invertido mucho en tener las mejores condiciones para su práctica. Entre otros, los entrenadores tomaron cursos de formación profesional en el extranjero y se construyeron canchas techadas permitiendo el juego durante todo el año.

Mucho se ha hablado sobre la importancia de fortalecer los ecosistemas de innovación y lo mismo aplica en el caso de la innovación social. Hay que crear incentivos para que actores del sector público, las empresas, la academia y la sociedad civil trabajen juntos. No sólo no están acostumbrados a colaborar, sino que a primera vista sus objetivos tienen lógicas muy distintas. Sin embargo, las necesidades desatendidas no sólo representan un problema social, sino que también suelen ser una oportunidad perdida para explorar nuevos mercados.

En Aysén se entrenaron funcionarios públicos en la metodología haciendo de ellos facilitadores y mentores del proceso de acercamiento con la ciudadanía. Partiendo de esta experiencia positiva se generó una mesa de innovación social pública que está ahora desarrollando una estrategia de innovación social más a largo plazo y que ya cuenta con financiamiento para nuevos concursos.

Por el otro lado, desde la comunidad de ideadores surgió la propuesta de crear una asociación de innovadores sociales, reconociendo que compartiendo sus ideas innovadoras en un grupo de esa naturaleza no se exponían al riesgo de ser copiados sino que el intercambio de conocimiento más bien les ayudaban a fortalecer sus propuestas.


Lección #4: No dormirse en los laureles y realizar los ajustes necesarios 

En 2013, la selección islandesa estaba a punto de conseguir la clasificación para el Mundial de Brasil, pero perdió sus chances con una derrota ante Croacia. Desde entonces el equipo no ha parado de evolucionar y los esfuerzos están dando sus frutos. Su éxito en la Eurocopa 2016 lo demuestra, así como su posición en el ranking de la FIFA pasando en sólo cuatro años de la posición 90 a la 22.

Realizar proyectos piloto en varios sectores y países ha permitido al I-Lab generar nuevos aprendizajes que sirven para adaptar la metodología. Así reducimos el riesgo porque, y eso es inevitable, no todas las iniciativas generarán los resultados esperados. Lo importante es realizar los ajustes correspondientes en base a la evaluación.

En Aysén, la fase de búsqueda de soluciones terminó en octubre de 2015 con la selección de 13 propuestas que hoy están entrando en la fase de implementación. La Corfo decidió analizar la experiencia y junto con el BID está llevando a cabo un proceso de sistematización para identificar lecciones aprendidas. Y esto es sólo el inicio.

El uso de la innovación social como herramienta para la inclusión social será replicado en las regiones de Atacama, Antofagasta y Los Lagos. En esta última se encuentra abierta actualmente una convocatoria de soluciones que aborda dos desafíos: (i) educación y capital humano, y  (ii) medioambiente y recursos naturales.

Los islandeses nos han mostrado que las condiciones poco favorables no deben detenernos para soñar a lo grande. Para fomentar el desarrollo de nuestros países ya conocemos a buenos jugadores y sus habilidades, pero no olvidemos que también existen aquellos marginalizados en el banquillo. Llevados al centro del campo de juego de la innovación social pueden convertirse en protagonistas estrella.

¡No tenemos la receta secreta para marcar goles contra los equipos de Rooney y Ronaldo pero sí para buscar meter golazos de impacto social!


Marieke Goettsch es consultora de la División de Competitividad e Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), donde forma parte del equipo del Laboratorio de Innovación (I-Lab). 


Nota originalmente publicada en el blog “Puntos sobre la i” del Banco Interamericano de Desarrollo BID, reproducido en PCNPost con autorización.


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SOURCE: Los Blogs del BID

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