Para “escapar de la trampa del hambre”, la FAO recomienda ampliar protección social

Las medidas de protección social ayudarán a romper el ciclo de la pobreza y la vulnerabilidad rurales, si se combinan con medidas agrícolas y de desarrollo rural más generales, según la FAO. 


Imagen tomada del estudio: "El estado mundial de la agricultura y la alimentación. La protección social y la agricultura: romper el ciclo de la pobreza rural", FAO, 2015.

Imagen tomada del estudio: “El estado mundial de la agricultura y la alimentación. La protección social y la agricultura: romper el ciclo de la pobreza rural”, FAO, 2015.


La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) recomienda la ampliación de programas de cobertura social como arma eficaz para escapar de la pobreza y de “la trampa del hambre”, en un informe presentado el martes en Roma.

La FAO destaca que el número de personas que viven en condiciones de pobreza extrema (con menos de 1,25 dólares al día) se ha reducido sustancialmente en los últimos años, pero que aún hay problemas de miseria en el planeta.

Eso ocurre principalmente “en las zonas rurales del mundo que no cuentan todavía con ningún tipo de cobertura” social, explica el reporte sobre “El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2015”.

Los programas sociales ayudan ya a 2.100 millones de personas en los países en desarrollo, pero “tan sólo alrededor de un tercio de las personas más pobres del mundo están cubiertas por algún tipo de protección social”, explica.

Asia meridional y África subsahariana, “las regiones con mayor incidencia de la pobreza extrema” son también las que tienen los menores índices de cobertura social.

Por eso se impone “ampliar estos programas en las zonas rurales y vincularlos a las políticas de crecimiento agrícola”, afirma el documento de la FAO, El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2015 (SOFA).

“Es urgente que actuemos para apoyar a las personas más vulnerables con el fin de liberar al mundo del hambre. Los programas de protección social permiten a las familias tener acceso a más alimentos, a menudo incrementando los que ellos mismos cultivan, y hace también que sus dietas sean más variadas y saludables”, declaró el informe el director general de la FAO, el brasileño José Graziano da Silva.

“Sin esa ayuda, muchas personas pobres y vulnerables no tendrán jamás la oportunidad de salir de la trampa de la pobreza, en la que el hambre, la enfermedad y la falta de educación perpetúan la pobreza para las generaciones futuras”, afirma la FAO.

El informe sostiene que “todos los países, incluyendo los más pobres, pueden permitirse algún tipo de programa de protección social”.

La mayoría de los países -incluso los más pobres- pueden permitirse algún tipo de programa de protección social. La FAO estima que a nivel mundial, bastarían 67 000 millones de dólares EEUU anuales en suplementos de ingresos, aportados en su mayoría por los programas de protección social -junto con otras inversiones a favor de los pobres centradas en la agricultura- para poder erradicar el hambre en 2030, menos del 0,10% del PIB mundial, para “poder erradicar el hambre en 2030”.


 

Aún así, el SOFA hace hincapié que la protección social por si sola no puede erradicar de manera sostenible el hambre y la pobreza rural. Por lo tanto, pone de relieve la importancia de combinar y coordinar las inversiones públicas en protección social con las inversiones públicas y privadas en los sectores productivos de la agricultura y el desarrollo rural. Estas acciones garantizarán el crecimiento económico inclusivo como forma sostenible para romper el ciclo de la pobreza rural.


AFP, FAO


 

SOURCE: El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2015 (SOFA)

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