Los sueños… Los que me han dado la ilusión en mis días

Por: Paola Sosa.

Recuerdo que deseaba ir al mundial, ver mi selección Colombia, era uno de mis mayores anhelos y además retos. Había llegado a Colombia para vivir después de haber estado en Venezuela por 10 años. Todos mis amigos ya cada uno tenía su camino, su hogar, muchos vivían por fuera del país y los poco que quedaban, ya tenían su hogar.

Aura, una amiga que había conocido en Venezuela, ya estaba viviendo en Bogotá. No lo sabía. Por cuestiones del destino coincidimos y vivíamos muy cerca. Su roommate iba para el mundial y fue así que logre encontrar un grupo grande de colombianos que iban a Brasil. Era un grupo de casi 15 personas, ninguna conocida.

Pero la ilusión que tenía de ir al mundial, era más grande que todo lo que en algún momento podría prestarse para ser un inconveniente. Una de las cosas que más me imaginaba, era estar en el estadio con la camiseta puesta y cantando el himno, uuuuuuuuffffffffff me acuerdo que lo recordaba todas mis mañanas, me levantaba de la cama y veía videos de la selección, llenándome más de ilusiones.

Cuando llegó el gran día, no lo podía creer, la ilusión era tan grande que llegue a Sao Paulo sola en la madrugada y para mí eso no era un problema. Al día siguiente me encontraba con el grupo con el que estaría (sin conocerlos aún) en todo el mundial. Haber presenciado el momento que más imagine, era una emoción inexplicable. Lloraba sin parar dándole gracias a Dios, al universo y a mis ángeles por haberme permitido estar allí.


Paola Sosa


Disfruté muchísimo, conocí, aprendí y célebre de más. Cuando iba a regresar, yo pasaba por Venezuela a visitar mi gente, allí había comprado a mis 7 arcángeles en miniatura. Recuerdo que cuando los guardaba en la maleta les dije: angelitos quiero que lleguen todos y en buen estado. Por favor, hagan su trabajo.

Había guardado 5 pares de lentes (gafas de sol) y mi cámara en la maleta. Si! Así es. El error que cometí fue haber guardado en la maleta que entregaba todas esas cosas. Pero confíe. Cuando yo llego a Bogotá, abro la maleta y veo los estuches de los lentes sin los lentes, inmediatamente pensé en mi cámara… Oh sorpresa que también me la habían robado. Pero mis 7 arcángeles llegaron completicos.

Me dolió la perdida de lo material, pero el recuerdo y la experiencia seguirá conmigo para siempre. Entendí que hay que saber pedir. A ellos (los ángeles) les dije que se cuidarán ellos mismos y no lo demás. Así que hicieron su trabajo tal cual como se los pedí.

Éste 30 y 31 de julio les enseñaré cómo pedirles a los Ángeles su dulce compañía.

Acompáñame, sin duda haré que sea una mágica experiencia para ti.

Te comparto el link del evento.


 

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