Periodismo y violencia contra las mujeres

Nuevas generaciones… ¿nuevas creencias? No necesariamente. El informe Rompiendo Moldes de Oxfam revela que jóvenes de 15 a 25 años en ocho países de América Latina tienen creencias, basadas en la idea del “amor romántico” nocivo (de control, a diferencia de un compañerismo amoroso), que los llevan a reproducir desigualdades y justificar o normalizar situaciones de violencia machista, como controlar la forma de vestir de la pareja, sus amistades y mensajes en el móvil, censurar sus fotos en las redes sociales o exigir su ubicación y contraseñas personales.


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Periodismo que transforma: cómo contar y luchar contra las violencias machistas

En este contexto, los medios de comunicación son un actor clave en la transformación de los imaginarios y normas sociales que perpetúan la violencia contra las mujeres y las niñas.

Pero, ¿a qué desafíos y obstáculos se están enfrentando los y las periodistas para poder visibilizar y narrar las violencias machistas? ¿Qué historias están contando, desde qué espacios, con qué fuentes y con qué formatos?

Con estas preguntas y muchas otras, Oxfam organizó en Bogotá, Colombia, el encuentro de periodismo comprometido Periodismo que transforma: cómo contar y luchar contra las violencias machistas.

del 25 al 26 de julio, en el que más de 20 periodistas de América Latina y España compartieron sus experiencias sobre cómo ejercer un periodismo éticamente responsable y comprometido con los derechos de las mujeres.

Lenguaje periodístico y nuevas generaciones

¿Cómo narrar la violencia contra las mujeres de una forma que cautive a la audiencia, logre cambios sociales y use adecuadamente el lenguaje?

Para Viviana Bohórquez y Mariángela Urbina de Las Igualadas, una videocolumna de El Espectador que se especializa en temas de género, es imprescindible hablarle a las generaciones más jóvenes en su propio lenguaje. “Utilizamos un lenguaje juvenil y sencillo, porque a la gente joven no le gustan las palabras complejas y no te van a escuchar. No podemos seguir conversando entre las mismas cinco de siempre”.

Transformar la narración periodística

Existen varias herramientas y técnicas periodísticas útiles y prácticas para desterrar viejas prácticas y los discursos que perpetuán las violencias machistas. La periodista argentina Luciana Péker compartió ocho recomendaciones para investigar y escribir con enfoque de género.

Innovar en formato y tecnología

Los y las periodistas están abordando el reto de pensar en los contenidos sobre la violencia contra las mujeres y niñas como algo que se puede moldear en diferentes formatos. De esta forma, están apostando por nuevos formatos e iniciativas periodísticas creativas, rupturistas y experimentales. Algunos ejemplos incluyen la iniciativa de periodismo experimental para el cambio Mutante, el multifacético medio comunitario Wakya.pe, la caja de herramientas sobre los feminismos de LatFEM y el proyecto de periodismo de datos A nadie le importó,  sobre crímenes de odio contras personas de la comunidad LGBTI en Colombia y América Latina.

A nadie le importó necesitó de un trabajo colaborativo desde distintas fuentes. Involucró a artistas, programadores, organizaciones e incluso medios internacionales. Para eso están las herramientas que nos da la tecnología”, dijo Ginna Morelo, editora de la Unidad de Datos del diario colombiano El Tiempo.

Historias de reparación y transformación

El periodista colombiano Juan Miguel Álvarez, quien se ha acercado al tema de la violencia contra las mujeres desde el conflicto armado colombiano, dijo que “por lo general, la historia tiene una persona que es capaz de revertir las circunstancias adversas y buscar mejores condiciones de vida”. El caso de Paulina Mahecha, por ejemplo, trajo al debate un tema que suele olvidarse en medio de la narrativa que ocupa a mujeres víctimas de violencia: la posibilidad de encontrar historias de reparación y transformación que marcan el camino hacia el empoderamiento. Asimismo, fue a partir del caso de Paulina que, en Colombia, se descubrió la ruta para que el Estado haga las reparaciones individuales. Por eso, señala Álvarez, “lo que queda por explorar son las historias en donde las personas son capaces de transformar su entorno a pesar de la adversidad”.

Nos concierne a todos y todas

Contar y luchar contra las violencias machistas desde el periodismo es un asunto de todos, no solo de las mujeres.

“Hay que vincular a los hombres porque los necesitamos para acabar con la violencia de género. Cuando en las salas de redacción preguntamos a los hombres por qué no se querían vincular, decían que este es un tema de mujeres”, dijo la periodista colombiana Jineth Bedoya.

“Yo estoy seguro que compañeros míos quisieran hacerlo, pero también ocurre que, cuando un editor hombre tiene una historia sobre una mujer, la encarga a una mujer y no a un hombre. Quizás por temor a que éste no maneje bien el tema o porque no maneje las palabras que debe usar”, agregó Juan Miguel Álvarez.

Desterrar imaginarios para salvar vidas

El encuentro reafirmó la convicción de que el periodismo, el periodismo ético y responsable, el periodismo bien hecho, es fundamental en el asunto. Y que desterrar los imaginarios y normas sociales que perpetúan la violencia es salvar más vidas. “El periodismo hoy en sus múltiples plataformas está salvando vidas”, aseguró la periodista argentina Luciana Péker.

Para todo esto se necesita tejer alianzas, seguir generando espacios de encuentro e irradiar lo que se ha aprendido.


Nota publicada en Oxfam, reproducida en PCNPost con autorización


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SOURCE: Oxfam

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