El agua es vida

Cinco personas explican cómo ha afectado El Niño a sus comunidades.

Papúa Nueva Guinea es el país más afectado por El Niño en la región del Pacífico.


Oxfam

Ipaishe Masvingise, Zimbabue. Oxfam


En el Día Mundial del Agua, no debemos olvidarnos de los millones de personas de todo el mundo que carecen de acceso a agua debido al fenómeno El Niño, que este año se ha visto exacerbado por el cambio climático y agravará las sequías, dejando a comunidades enteras sin alimentos suficientes para comer.

Desde Oxfam hemos estimado que este año decenas de millones de personas podrían padecer escasez de agua, hambre y enfermedades como consecuencia de El Niño. Mientras algunas zonas del mundo se ven afectadas por inundaciones y otras, en cambio, por la escasez de lluvias, la seguridad alimentaria de millones de familias y comunidades que dependen de la agricultura y la ganadería está en riesgo, al borde de una crisis humanitaria.

En Oxfam, ayudamos a familias de todo el mundo a ser más resilientes  ante los devastadores efectos del cambio climático y El Niño. Pero es necesario hacer más.

Estas son algunas de sus historias:

1.-Rosa Yaneth Chávez, El Salvador

“Lo perdimos todo" dice Rosa Yaneth Chávez. “Nos fuimos a la cama sin comer. No podíamos dormir pensando en qué ibas a dar a tus hijos de comer." Foto: James Rodríguez / Oxfam América

Las familias agricultoras de El Salvador están padeciendo casi cuatro años consecutivos de sequía que, combinada con otros factores, ha provocado importantes daños en la economía rural y dificultado el acceso de comunidades enteras a agua y alimentos.

Rosa Yaneth Chávez, una madre de seis hijos que vive cerca de la ciudad salvadoreña de Berlín, nos describe las dificultades que tenido que afrontar a lo largo de 2015. “Lo perdimos todo. A veces podíamos hacer dos comidas, pero otras veces solamente una. Nos íbamos a la cama sin cenar. Te preocupa tanto no saber cómo podrás alimentar a tus hijos que ni siquiera puedes dormir. Mis hijos enfermaron a causa de la desnutrición”.

2.-Buho Asowe Eye, Etiopía

Buho Asowe Eye. Hariso IDP Center, Siti region, Ethiopia.

Etiopía está sufriendo la peor sequía de los últimos 30 años y la búsqueda de agua es cada vez más desesperada. Para conseguirla, las mujeres se ven obligadas a caminar de dos a seis horas al día y los hombres tienen que cavar pozos cada vez más profundos.

“Cada vez tenemos que cavar más y más hondo para encontrar agua. Solo Alá sabe cuándo volverá el agua. Tenemos miedo de que no lo haga. Vivimos gracias al agua. Nuestro ganado vive gracias al agua. Sin ella, no hay nada que hacer. Mi mayor temor es que los camiones dejen de traerla. ¿Qué pasará entonces con nosotros?”.

3. -Silas Orrocco, Papúa Nueva Guinea

Community leader Silas Orrocco shows the water level in one of his village’s two 90,000 litre water tanks. Photo: Rodney Dekker/Oxfam

El agua es cada vez más escasa en Sirumgoralo (Papúa Nueva Guinea), donde los ríos y los arroyos se están secando. Actualmente, Papúa Nueva Guinea es el país de la región del Pacífico más afectado por El Niño.

El líder de una de las comunidades afectadas, Silas Orrocco, nos muestra el nivel del agua en uno de los dos tanques 90.000 litros de capacidad de Sirumgoralo. Durante casi un año las lluvias han sido inferiores a la media y la sequía, unida a las heladas que se producen en las zonas altas, podría afectar a casi tres millones de personas. Algunas comunidades señalan que sus reservas de alimentos durarán entre dos y tres meses. Otras, solo un mes.

4. -Ipaishe Masvingise, Zimbabue

Ipaishe preparing to water her crop of wheat. Photo: Annie Bungeroth/Oxfam

El sur de África está padeciendo la peor sequía en décadas. La organización South African Development Community (SADC) acaba de declarar la emergencia regional por la sequía provocada por El Niño. Entre 28 y 30 millones de personas padecen inseguridad alimentaria severa en el sur de África. Si no se toman medidas, esta cifra podría aumentar rápidamente hasta los 49 millones.

Ipaishe hace campaña para conseguir la instalación de más sistemas de irrigación en la región pues las lluvias han sido muy erráticas durante la última década. A veces las precipitaciones han sido tan fuertes que han inundado los campos. Otras veces, sin embargo, han llegado y terminado antes de lo previsto y los cultivos se han secado.

“Unos patrones de lluvia tan poco fiables nos obligan a adaptarnos. Pero también a pedir ayuda. Necesitamos apoyo para poder seguir teniendo agua potable y protegernos ante enfermedades transmitidas por el agua, como la malaria y el cólera”.

5. -Paku Dick, Papúa Nueva Guinea

Paku Dick, 25, with her son Dixon, 4, in her sweet potato plot impacted by drought and pests. Photo: Rodney Dekker/Oxfam

Paku vive con su hijo Dixon, de cuatro años, y cuenta que la de este año es la peor sequía que jamás ha vivido. “A veces la tierra se seca tanto que perjudica a las propias plantas”. La sequía ha provocado una escasez de alimentos que obliga a muchas personas a alimentarse de raíces y plátanos verdes hervidos.

Actualmente, Papúa Nueva Guinea es el país más afectado por El Niño en la región del Pacífico. Se estima que en toda la región casi 4,7 millones de personas padecen hambre, pobreza y enfermedades como consecuencia de las sequías, las lluvias erráticas y las heladas provocadas por El Niño. Papúa Nueva Guinea, Vanuatu, Fiyi, las Islas Salomón, Samoa y Tonga están siendo testigos de cómo la sequía se agrava mientras en países como Kiribati y Tuvalu es probable que se produzca un aumento del nivel del mar y lluvias tan intensas que provoquen inundaciones.

El Niño y el Cambio Climático:

El Niño es un fenómeno climatológico natural que se produce cada cierto número de años. Se debe al calentamiento de la superficie del océano Pacífico tropical, que origina cambios en las corrientes oceánicas y los patrones de los vientos lo que, a su vez, provoca la liberación de calor a la atmósfera. Esto influye de forma significativa en los patrones meteorológicos globales.

Las evidencias sugieren que existe una probable relación de causa-efecto entre el Niño y el cambio climático: mientras el cambio climático incrementa las probabilidades de que se produzca un “súper” el Niño, este fenómeno, a su vez, exacerba los efectos del cambio climático al liberar gran cantidad de calor del océano Pacífico.

Los líderes mundiales pueden evitar que esta grave crisis alimentaria quede fuera de control. Actúa y exige a los líderes mundiales que proporcionen fondos urgentemente necesarios para salvar vidas ahora y en el futuro.


 

SOURCE: Oxfam

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