Desde mi perspectiva: “El simple hecho de vestir nuestra ropa tradicional es una expresión de resistencia”

Por: Sonia Maribel Sontay Herrera


mujeres ONU Mujeres ropa tradicional

Sonia Maribel Sontay Herrera. Foto: ONU Mujeres/Ryan Brown


Soy una defensora de los derechos humanos y una mujer indígena. Mi padre quería que yo fuera una profesional y me trajo a la ciudad para estudiar cuando tenía 10 años de edad. Disfruté de una oportunidad que la mayoría de niñas indígenas no tiene… pero para mí fue un choque cultural.

Mis profesoras y profesores solamente hablaban español y yo solamente hablaba quiché. El idioma sigue siendo un gran obstáculo para el acceso a la atención sanitaria, la educación y otros servicios públicos. No es normal que las mujeres indígenas tengan que aprender a hablar el idioma del Estado; más bien es el Estado el que debe proporcionar los servicios en su idioma.

Para mí, personalmente, el racismo ha sido lo peor. La gente nos mira de forma diferente, nos trata [a las mujeres indígenas] de manera diferente. Cuando terminé mis estudios y empecé a buscar un trabajo profesional, varias personas me dijeron: “sí tengo trabajo para usted, pero en casa”. Estas personas nos ven como trabajadoras domésticas; cuando ven a una mujer indígena, asumen que es lo único que sabe hacer.

El simple hecho de vestir nuestra ropa tradicional es una expresión de resistencia.

El racismo también está impidiendo la participación política de las mujeres indígenas. La participación política de las mujeres no significa colocar a dos mujeres en un consejo de desarrollo si estas no pueden negociar o tomar decisiones.

Majawil empodera a las mujeres indígenas para que puedan luchar por conseguir espacios a nivel comunitario y alzar la voz. Impartimos cursos sobre liderazgo a las mujeres y fomentamos su empoderamiento económico. Si las mujeres no tienen dinero para costearse el transporte, ¿cómo van a participar en reuniones?

Los derechos sobre la tierra es otro problema importante para las comunidades indígenas. Quien defiende nuestra tierra defiende la vida, porque, para nosotros, la tierra es la vida. Lo que ocurre en un territorio, afecta a otras personas. Por ejemplo, las empresas mineras llegan, excavan la tierra y se marchan. Después se producen terremotos que sepultan a las comunidades. Asimismo, las fuentes naturales de agua se están secando y ahora hay nuevas enfermedades en nuestras comunidades. Las niñas y los niños ya no pueden nadar y jugar en los ríos. Sufren enfermedades cutáneas y en el hospital nos preguntan: ¿qué hicieron para contraer esta enfermedad?

Recientemente alguien me preguntó: ¿cree usted que la situación de las mujeres indígenas va a cambiar? Dije que sí, porque de lo contrario mi lucha no tendría ningún resultado”.


ODS 5: Igualdad de género
ODS 10: Reducción de las desigualdades
ODS 13: Acción por el clima

 

 

 


Sonia Maribel Sontay Herrera es la coordinadora de Promoción y Organización de la asociación Majawil Q’ij, que trabaja para empoderar a las mujeres indígenas en las comunidades locales de Guatemala. Majawil colabora desde hace mucho tiempo con ONU Mujeres. Varias personas en representación de la asociación participaron en diálogos con la sociedad civil sobre la resolución 1325 del Consejo de Seguridad a fin de analizar los diversos y apremiantes retos a los que se enfrentan las mujeres indígenas de Guatemala.


Nota publicada en ONU Mujeres, reproducida en PCNPost con autorización


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SOURCE: ONU Mujeres

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