Negociadores del clima ante el momento de la verdad con un proyecto de acuerdo en París

AFP / FRANCOIS GUILLOT

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El primer acuerdo mundial sobre cambio climático, que une a países ricos y en desarrollo para luchar contra este fenómeno, se encaminaba este sábado hacia su aprobación por 195 países, en un ambiente cargado de emoción en la conferencia de París (COP21).

Un grupo de una veintena de países, entre ellos India, China, Arabia Saudí, Venezuela y Cuba, considerado el más duro a la hora de negociar este histórico acuerdo, dio su beneplácito, explicó su portavoz .

“Estamos satisfechos con este acuerdo. Pensamos que es equilibrado”, dijo Gurdial Singh Nijar, el portavoz del grupo de países en desarrollo denominado Pensamiento Afin.

La asamblea plenaria de los ministros, que debe aprobar el texto por consenso, tuvo que posponer su cita hasta las 16H30 GMT, en medio de intensas reuniones internas de los distintos grupos.

“Estoy convencido de que hemos alcanzado un acuerdo ambicioso”, había declarado a media mañana el canciller francés, Laurent Fabius, al presentar el documento ante los 195 países.

El presidente de la COP21 llegó a emocionarse al evocar a todos los defensores de la causa del medio ambiente, “que hubieran querido estar aquí en esta circunstancia probablemente histórica”. Entre aplausos y algunas lágrimas, los ministros saludaron el esfuerzo colectivo y luego se separaron para examinar el texto, negociado arduamente durante casi dos semanas, y que debe ser aprobado por consenso.

“Debería ser aprobado, pero ya veremos”, declaró el secretario de Estado norteamericano John Kerry a la prensa. “Pueden pasar cositas, pero pensamos que está amarrado”, agregó.

Hace seis años en Copenhague la comunidad internacional fracasó a la hora de pasar un acuerdo de ese calado, el primero que une a grandes potencias emisoras de gases de efecto invernadero, como Estados Unidos y China, y pequeñas islas del Pacífico amenazadas por la subida del nivel de los océanos.

El proyecto propone limitar el aumento de la temperatura del planeta “bien por debajo de los 2 ºC” y “proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento a 1,5º”.

Eso satisface en principio tanto a los países emergentes, que no quieren comprometer su desarrollo económico, como a los países más vulnerables a los desastres meteorológicos, que exigen un drástico cambio de rumbo energético.

Las organizaciones ecologistas consideraron un avance este acuerdo en la lucha contra el cambio climático, pero no un éxito rotundo.

“La rueda del clima gira lentamente, pero en París ha girado. Este acuerdo deja a la industria de los combustibles fósiles del lado equivocado de la historia”, dijo el director de Greenpeace Kumi Naidoo.

100.000 millones de dólares:

Los países en desarrollo recibirían 100.000 millones de dólares “como mínimo” a partir de 2020, una cifra que sería revisada “a más tardar” en 2025.

Esa era una exigencia que tiene su origen en la fallida conferencia de Copenhague, y que une a todos los países en desarrollo sin excepción. Pero esa parte clave queda fuera del “núcleo duro” del texto, y es situada en el capítulo de decisiones, para evitar entre otros los obstáculos del Congreso estadounidense, en manos de los republicanos.

El gran escollo en los últimos años ha sido la exigencia de los países ricos de que las potencias emergentes que más contaminan también contribuyan.

China es el primer emisor de gases de efecto invernadero del mundo, Estados Unidos el segundo, la Unión Europea el tercero, India el cuarto. El texto especifica que los países desarrollados “suministrarán” la ayuda a sus socios en desarrollo, y que “otras partes son alentadas a suministrar o continuar suministrando su apoyo voluntariamente”.

Esos 100.000 millones son “un punto de partida valioso, pero sigue siendo menos del 8% del gasto militar anual” del mundo, recordó un científico, Ilan Kelman, del University College de Londres.

Los países se comprometen, si el texto es aprobado, a evaluar en 2018 sus planes de reducción de gases de efecto invernadero (INDC). Esos INDC fueron uno de los puntos culminantes de la preparación de esta conferencia, un trabajo de fondo de la diplomacia francesa.

“Actuar antes de 2020 es esencial, hay que lanzarse rápidamente, tener mucha voluntad”, pidió el climatólogo francés Jean Jouzel.

Un total de 185 países han presentado hasta la fecha esos INDC, lo que representa más del 95% de las emisiones en todo el planeta. Cuando el acuerdo entre en vigor, en 2020, las revisiones de esos INDC se realizarán cada cinco años, a partir de 2023.

En las calles de París, miles de ecologistas desfilaron para hacer oír su voz ante el desafío del calentamiento del planeta.

“Estoy aquí para mostrar que incluso sin tener mucha esperanza en la COP21, vamos a continuar luchando”, declaró Anne-Marie de 69 años. AFP


 

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