Que nadie se quede atrás: Pongamos fin a la violencia contra las mujeres y niñas – Transformar

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feministas género mujerPoner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas es posible. Existen probadas soluciones para apoyar y empoderar a las sobrevivientes, y evitar la recurrencia de estas formas de violencia.

Las leyes y las normativas son poderosas herramientas de castigo contra los agresores, además de ofrecer justicia y servicios, y terminar con la impunidad. Existen numerosas formas de resistir y prevenir las normas, las actitudes y los comportamientos violentos que perpetúan la violencia contra las mujeres. Para ello, todas las personas deben cumplir una función.

Aunque todas las mujeres, en todas partes del mundo, pueden sufrir violencia de género, algunas mujeres y niñas son particularmente vulnerables, ejemplo de ellas son las niñas y las mujeres más mayores, las mujeres que se identifican como lesbianas, bisexuales, transgénero o intersex, las migrantes y refugiadas, las de pueblos indígenas o minorías étnicas, o mujeres y niñas que viven con el VIH y discapacidades, y aquellas en crisis humanitarias.

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Transformar la cultura de la violencia y la impunidad con leyes que protejan los derechos de las mujeres y con cambios en las conductas y creencias que toleran la violencia contra las mujeres.

Lograr la seguridad en el Serengueti: las jóvenes y las niñas buscan protegerse ante la mutilación genital femenina en Mara, Tanzanía

“Muchas niñas huyen de sus casas con tan sólo lo que llevan puesto”, afirma Apaisaria Kiwori mientras da instrucciones a las cocineras de remover las ollas de alubias rojas y arroz para la cena. Kiwori es la matrona jefa del único hogar seguro de Mugumu, Serengueti, en la región de Mara (noroeste de Tanzanía), que acoge a muchachas que escapan del matrimonio infantil, el maltrato doméstico y las agresiones sexuales, pero principalmente a las niñas que huyen de la mutilación genital femenina.

Students at the Ngoreme Secondary School attend the school play on Female Genital Mutilation. Photo: UN Women/Deepika Nath

Los estudiantes de la Escuela Secundaria Ngoreme asisten a una obra escolar sobre la Mutilación Genital Femenina. Foto: ONU Mujeres/Deepika Nath

Con el propósito de erradicar la práctica de la mutilación genital femenina en la región, ONU Mujeres, en asociación con Amref Health Tanzanía, puso en marcha un programa de concienciación y promoción en este lugar en enero de 2016.

Según cifras de la Encuesta Demográfica y de Salud de Tanzanía de 2015, el índice de prevalencia de la mutilación genital femenina en Mara es del 32 por ciento, más del triple del promedio nacional.

“Cada dos años, se inscribe a niñas de distintas edades, algunas con tan sólo cuatro años, para que las y los jefes de clanes locales les practiquen la ablación”, explica Godfrey Matumu, gestor de proyectos para Amref Health Africa en Mara. “En diciembre de 2016, se inscribió a 5.621 niñas de la tribu kurya, y el 41 por ciento de ellas fueron sometidas a la ablación”.

Pese a que las cifras son abrumadoras, Matumu asegura que las sesiones de capacitación y sensibilización han logrado un progreso significativo: “Si comparamos con la última temporada alta de diciembre de 2014, 14.122 niñas fueron inscritas y es muy probable que todas ellas hayan sufrido la ablación”. Matumu y su equipo atribuyen el descenso de un 60 por ciento en las cifras a una mayor comprensión de las consecuencias sanitarias que conlleva la mutilación genital femenina, y también a una mayor concienciación y apoyo de las personas más ancianas de la aldea y de la zona a fin de detener esta práctica.

Mientras tanto, hace poco que se ha puesto el sol en el hogar seguro y Elizabeth Thomas Mniko, de 17 años de edad, acaba de volver de sus clases extraescolares. Mniko se está preparando para los próximos exámenes nacionales para estudiantes mayores de secundaria, algo que nunca habría creído posible hace tres años cuando su padre la inscribió para someterla a la ablación.

Al ver que no podía hacer cambiar de opinión a su padre, Mniko buscó refugio en el hogar seguro. “Necesitas reunir mucho valor para dejar toda tu vida atrás. Algunas de las niñas de más corta edad ni siquiera sabían que esto significaría dejar de ver a sus amistades y a sus familias. Huyeron pensando que algún día volverían. Pero sus familias las han rechazado”, afirma.


Nota publicada en ONU Mujeres, reproducida en PCNPost con autorización


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SOURCE: ONU Mujeres

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