Miles de migrantes llegan a Croacia, la nueva ruta hacia Europa occidental

"Hay entre 4.000 y 5.000 personas tratando de subirse a trenes. Los trenes están llegando pero no pueden transportar a tanta gente": Jan Kapic, portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).

AFP PHOTO /STRINGER

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Miles de migrantes llegaron este jueves a Croacia, la nueva ruta hacia Europa occidental, decididos a seguir hacia los países de Europa occidental tras el cierre de la frontera serbo-húngara, donde regresó la calma tras los violentos enfrentamientos con la policía de las últimas horas.

El jueves la pequeña estación de trenes de Tovarnik, una localidad croata próxima a la frontera serbia, estaba invadida por migrantes que intentaban subir a trenes con destino a la capital, Zagreb, desde donde esperan seguir su periplo hacia el oeste.

“Hay entre 4.000 y 5.000 personas tratando de subirse a trenes. Los trenes están llegando pero no pueden transportar a tanta gente”, dijo Jan Kapic, portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).

Un puñado de voluntarios de la Cruz Roja empezaron a distribuir alimentos, en prioridad a los centenares de bebés y niños presentes.

“La situación aquí es difícil. Hay tanta gente. No sabemos qué está pasando”, cuenta Hasan Shekh-Hasan, un sirio de 25 años, estudiante en leyes.

“Es difícil saber si este se convertirá en el próximo camino de tránsito. Es el gobierno croata el que tiene que ver cómo gestionar” la situación, sostuvo el portavoz de la Acnur.

En total, 5.650 migrantes han llegado a Croacia en las últimas 24 horas, según el ministerio del Interior, y serán trasladados en trenes o autobuses a centros de registro.

La ministra croata de Sanidad, Sinisa Varga, dijo el jueves que las autoridades prevén la llegada de más de 20.000 migrantes en las próximas dos semanas.

No obstante, el primer ministro Zoran Milanovic advirtió que el país tiene capacidades limitadas para acoger y registrar a los migrantes que transitan por su territorio.

Regreso a la calma en la frontera serbo-húngara:

El jueves por la mañana unos 400 migrantes seguían en la frontera serbo-húngara. La situación se había calmado tras los violentos disturbios del miércoles, que dejaron 14 policías heridos, según las autoridades. También se contabilizaron migrantes heridos, pero no se conocen cifras exactas.

Frente a la intransigencia de Hungría, hasta hace poco el principal punto de paso de los migrantes que buscan llegar al oeste de Europa pero que cerró totalmente su frontera el martes, los migrantes se han visto obligados a desviarse por Croacia.

La policía húngara utilizó el miércoles cañones de agua y gases lacrimógenos contra decenas de migrantes, bloqueados en Serbia, que lanzaban a su vez piedras contra las fuerzas del orden. Los migrantes consiguieron arrancar parte de la alambrada cerca del paso fronterizo de Röszke, según periodistas de la AFP.

Desde Nueva York, el secretario general de la ONU Ban Ki-moon consideró “inaceptable” el trato de la policía húngara a los migrantes.

El ministro húngaro de Relaciones Exteriores Peter Szijjarto calificó las declaraciones de Ban de “extrañas y chocantes”, y explicó que la policía únicamente se defendió frente a migrantes “agresivos”.

Situación “complicada”:

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, dijo en una entrevista publicada el jueves por el diario francés Le Figaro que también planea construir una valla en la frontera con Croacia para poner fin “al negocio de los traficantes de personas”.

Las medidas tomadas por Hungría han sido radicales: según la policía, sólo 277 migrantes entraron ilegalmente en Hungría el miércoles. Bajo la nueva legislación, todos fueron detenidos y podrían ser condenados a hasta cinco años de prisión.

Mientras tanto, en Turquía, cientos de sirios buscan una puerta de entrada terrestre a Grecia. En lo que va de año han llegado 500.000 migrantes a la Unión Europea, tras largos y peligrosos viajes por tierra y mar con por el Mediterráneo.

Bulgaria reaccionó el jueves enviado mil soldados a su frontera con Turquía frente a la situación “complicada” provocada por la crisis migratoria.

El martes, la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, y su homólogo austriaco, Werner Faymann, pidieron la organización rápida de una cumbre europea para ponerse de acuerdo sobre una repartición obligatoria entre los países de la UE de 120.000 refugiados.

Reunidos de urgencia el jueves, los eurodiputados votaron a favor de esta propuesta. Pero la principal dificultad será convencer a los países de Europa del Este, opuestos a la acogida masiva de refugiados.

Alemania es el país a la que la mayoría de migrantes esperan llegar. La policía federal alemana contabilizó el miércoles 9.100 nuevas entradas de migrantes en el país, indicó el jueves a la AFP un portavoz, superando con creces la cifra de la víspera, de 6.000. (AFP)


 

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