Mas claro no canta un gallo – Parte I

Por: Francisco Manrique.

“Tres capacidades deben de estar presentes en las organizaciones que aprenden: como observar los sistemas externos, colaborar entre fronteras, visualizar los futuros deseados”. Peter Senge

En mis dos columnas anteriores – Seguridad y movilidad: un desmadre de ciudad – Parte I y Seguridad y movilidad: un desmadre de ciudad – Parte II – me referí a la situación de Bogota en los temas de seguridad y movilidad, que hoy ocupan la atención de los medios y de quienes vivimos en la ciudad. Seguramente, los problemas que hoy tenemos en relación a ellos, tendrán un espacio protagónico en la contienda política que se avecina para la elección del próximo Alcalde y Gobernador. Son dos problemas serios que hay que resolver, pero no van a ser los que proyecten a la capital de Colombia, a las grandes ligas internacionales, como un ejemplo de desarrollo equitativo y sostenible.

Mientras estaba en estas reflexiones, tuve la oportunidad de leer el libro “Innovacities”, recientemente publicado por la Universidad Jorge Tadeo Lozano y escrito por Carlos Scheel, profesor emérito del Tech de Monterrey, y Leonardo Pineda, Director de Investigación de la universidad JTL . Me parece que los dos hacen una excelente contribución, al mostrar lo que se ha hecho en diferentes ciudades y regiones en el mundo, convirtiéndolos en referentes por su capacidad de innovar y sostener su desarrollo. Debería ser material obligado para todos los candidatos a la Alcaldía y la Gobernación.

El objetivo de esta investigación es mostrar el impacto de los sistemas regionales de innovación en las estrategias competitivas de las ciudades y la creación de riqueza. Este tema debería ser parte de la conversación que se debe abrir a la luz del trabajo de escenarios, y de apuestas inteligentes que se vienen desarrollando en la actualidad, con la participación de varios actores importantes como son la Cámara de Comercio, Connect Bogotá, Pro Bogotá, la Alcaldía actual, entre otros. Estos procesos son críticos a la luz de las elecciones de octubre.

Para efectos de la investigación, se seleccionaron las siguientes ciudades: Auckland (Nueva Zelandia), Austin (EU), Bangalore (Ind), Barcelona (Es), Curitiba (Bra), Medellin (Col), Metz (Fra), y Stavanger ( Nor). Todas ellas han tenido algo en común: uno o más problemas en el campo social, económico y ambiental que los obligó a buscar soluciones innovadoras. Bogotá tiene retos muy graves y la oportunidad para enfrentarlos de manera similar.

A lo largo de 220 páginas de esta investigación, los autores desarrollan la siguiente tesis:

“En las últimas dos décadas se observó como algunas ciudades en el mundo han evolucionado trascendentalmente. De ser escasamente visibles entre los indicadores mundiales, han llegado a convertirse en lugares altamente atractivos para vivir, en lugares donde existen clima de negocios muy favorable y en donde las sinergías entre crecimiento económico, desarrollo social y la ambiental se desarrollan en forma armónica. Son ciudades en donde se forman entornos en los cuales todos los elementos claves se articulan en forma holística para bien de todos sus habitantes”.

¿Pero qué fue lo que encontraron los dos investigadores como temas comunes en los casos estudiados?..

El primer mensaje que me parece importante subrayar, es que la prosperidad de una región, depende de la capacidad que esta tenga de abandonar “creencias, practicas y estructuras viejas”, y acoger nuevas ideas para atraer el talento de otras partes. Se entiende que una ciudad y su región son sistemas complejos cuya intervención requiere de aproximaciones más sofisticadas. Esto es aún más cierto, cuando se trata de mega ciudades que se aproximan a los diez millones de habitantes, como es el caso de Bogotá Region. El problema de Petro y sus antecesores de la izquierda, que han estado manejando nuestra ciudad por 12 largos años, es que nunca lo entendieron así.

Partiendo de lo anterior, se necesita crear espacios de encuentro donde “las ideas tengan sexo” como lo escuchaba en el Silicon Valley, en un contexto donde se valore la innovacion, se incentive la diversidad de disciplinas y culturas, y se aprecie el papel que puede jugar la ciencia y la tecnología. En estas regiones se ha entendido que, la complejidad del mundo actual, requiere de nuevas formas de pensar y de relacionarse con otros.

Es cierto que, la infraestructura física de una región es clave, así como lo son sus activos ambientales, económicos y políticos. Pero también, los hallazgos muestran la importancia de la infraestructura mental, y cómo esta es cada vez mas crítica para proyectar y sostener el desarrollo equitativo y competitivo, así como la calidad de vida que afecta a todos sus habitantes. La sinergia de todo lo anterior permite tener regiones con un clima de negocios y una capacidad de generación de valor muy importantes.


Leer mañana domingo 7 de Junio: Mas claro no canta un gallo – Parte II


 

 

Debes loguearte para poder agregar comentarios ingresa ahora