La tuberculosis puede ser prevenida, tratada y curada !!

Por: Alvaro Villanueva, MD. 

Si, es verdad, que con la tuberculosis o TB puede pasar lo que titulamos.  El 24 de marzo ha sido escogido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como el día “para cambiar de marcha”, redoblar los esfuerzos y poner fin a la tuberculosis de forma definitiva”.

Para esto, tendremos que diagnosticarla a tiempo, aislar los enfermos sintomáticos, tosedores, para evitar la siguiente llegada a otra persona de cada caso. Esto se puede lograr, evitando, el contacto con el bacilo tuberculoso descubierto por el Dr. Robert Koch en 1832, pero descrita la enfermedad por Hipócrates, padre de la Medicina (430-530 A.C), lo que evidencia que la tuberculosis es una enfermedad muy antigua, habiéndose encontrado restos de lesiones tuberculosas en momias egipcias de 3000 años.

Pero, además de descubrir a tiempo la enfermedad y producir el aislamiento de los pacientes, estos deben ser tratados, con un tratamiento individualizado, directamente observado, para asegurar su éxito y evitar la resistencia del bacilo por tratamientos incompletos, incumplimiento de los pacientes o mala organización de los prestadores de salud, a través de un sistema, que en nuestro país continúa siendo deficiente a pesar de los grandes avances de la ciencia.

En la actualidad, de acuerdo con la OMS, la tuberculosis es una de las grandes enfermedades infecciosas que afectan a la Humanidad. Cada segundo una persona muere en el mundo por esta enfermedad. Un tercio de la población mundial está infectada por el bacilo, aunque sólo un 10% lo desarrolla y puede llegar a fallecer en menos de cinco años si no recibe tratamiento adecuado. Pero estos tratamientos son muy caros y prolongados, en ocasiones durante mas de un año, principalmente en los casos de resistencia, de mayor aparición recientemente.

En los países pobres, en donde la mayoría de los casos de tuberculosis no son ni diagnosticados ni tratados correctamente, la repercusión social es muy importante, por las largas incapacidades que produce, lo mismo que sus secuelas.

En cuanto a la prevención, aunque tenemos una vieja vacuna, la BCG es todavía la única disponible contra la TB. En general, previene las formas graves de la enfermedad, se aplica en forma intradérmica y, en nuestro país, sólo al recién nacido, como parte del Calendario Nacional de Vacunación.

Para detectar la TB se utilizan métodos microbiológicos. Lo importante es la observación del bacilo de Koch y su crecimiento en cultivos. El examen, del esputo, es muy importante pero, debemos saber que se necesitan entre 30 y 60 días para obtener el resultado del cultivo. En los pacientes que no presentan síntomas, muchas veces se llega al diagnóstico al hallar lesiones sospechosas en las radiografías de tórax o por confirmación histopatológica, es decir por biopsia de tejido. Podemos aplicar métodos moleculares, como el llamado PCR, con una alta sensibilidad.

En 1943 se comenzó a usar la primera droga contra la TB, la estreptomicina, que se aplica en forma intramuscular. Aunque resultó ser muy buena, a largo plazo demostró que producía efectos tóxicos principalmente auditivos.

Posteriormente, nuevos medicamentos han sido descubiertos como isoniacida y rifampicina (1971), que cambiaron la historia de la TB y permitieron controlar a la mayoría de los enfermos. Se administran por vía oral y, en general, los pacientes los toleran bien. Nuevas tecnologías y medicamentos deben ser incorporados en la lucha contra una enfermedad que se cobra cada segundo una muerte y que según el informe, 2010 de Control Mundial de la Tuberculosis provocó cerca de 9 millones de casos nuevos y 1.5 millones de muertes anuales.

En las Américas cada año   se están dejando de diagnosticar y tratar al menos 60 mil casos de Tuberculosis. Más del 90% de los afectados habita en países en desarrollo como Colombia con un promedio de 12.000 casos informados con importante subregistro.

Grandes personajes han fallecido de TB, desde el Libertador Simón Bolívar, Johan Goethe, Franz Kafca y otros, lo que implica que la enfermedad puede afectar a cualquier persona, pero, principalmente pacientes con defensas disminuídas, diabéticos, individuos con cáncer o en quimioterapia, o con VIH, drogadictos, presidiarios, trabajadores de la salud, o personas que viven en hacinamiento, presidiarios o desplazados.

El objetivo de los programas es detectar de manera temprana a los infectados, y brindarles medicación para su tratamiento precoz y adecuado, a fin de poder disminuir los casos de TB en nuestro país.


¿Qué es la tuberculosis y cómo se trata?

P: ¿Qué es la tuberculosis, cómo se transmite y cómo se trata?

R: La tuberculosis es una enfermedad causada por Mycobacterium tuberculosis, una bacteria que casi siempre afecta a los pulmones. Es curable y prevenible. 

La tuberculosis se transmite de persona a persona a través del aire. Cuando un enfermo de tuberculosis pulmonar tose, estornuda o escupe, expulsa bacilos tuberculosos al aire. Basta con que una persona inhale unos pocos bacilos para quedar infectada. 

Se calcula que una tercera parte de la población mundial tiene tuberculosis latente; es decir, esas personas están infectadas por el bacilo pero (aún) no han enfermado ni pueden transmitir la infección.

Las personas infectadas con el bacilo tuberculoso tienen a lo largo de la vida un riesgo de enfermar de tuberculosis de un 10%. Sin embargo, este riesgo es mucho mayor para las personas cuyo sistema inmunitario está dañado, como ocurre en casos de infección por el VIH, malnutrición o diabetes, o en quienes consumen tabaco. 

Cuando la forma activa de la enfermedad se presenta, los síntomas (tos, fiebre, sudores nocturnos, pérdida de peso, etcétera) pueden ser leves durante muchos meses. Como resultado de ello, en ocasiones los pacientes tardan en buscar atención médica y transmiten la bacteria a otras personas. A lo largo de un año, un enfermo tuberculoso puede infectar a unas 10 a 15 personas por contacto estrecho. Si no reciben el tratamiento adecuado, hasta dos terceras partes de los enfermos tuberculosos mueren. 

Desde el año 2000, se han salvado más de 37 millones de vidas gracias al diagnóstico y el tratamiento efectivos. La forma activa de la enfermedad que es sensible a los antibióticos se trata administrando durante seis meses una combinación estándar de cuatro medicamentos antimicrobianos, junto con la facilitación de información, supervisión y apoyo al paciente por un trabajador sanitario o un voluntario capacitado. La gran mayoría de los enfermos tuberculosos pueden curarse a condición de que los medicamentos se suministren y se tomen correctamente. (Fuente: Organización Mundial de la Salud)


 

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