La National Gallery dedica una gran exposición a los retratos de Goya

Goya fue pintor oficial de la corte del rey Carlos IV y uno de los artistas favoritos de la aristocracia española, compaginando esa tarea con el arte más personal de la serie "los desastres de la guerra" o "las pinturas negras".

Un visitante observa la pintura "Maria Luisa usando una Mantilla, 1799" del español Francisco de Goya en la Galería Nacional, Londres, octubre 6, 2015. AFP PHOTO / JUSTIN TALLIS

Un visitante observa la pintura “Maria Luisa usando una Mantilla, 1799” del español Francisco de Goya en la Galería Nacional, Londres, octubre 6, 2015. AFP PHOTO / JUSTIN TALLIS


La National Gallery de Londres inaugura el miércoles la primera gran exposición hecha nunca de los retratos del pintor español Francisco de Goya (1746-1828), una muestra que ha recibido grandes elogios de la crítica.

“Nacido antes que Mozart y Casanova, y sobreviviente a Napoleón, la vida de Goya se extendió a lo largo de más de 80 años en los que fue testigo de una serie de acontecimientos que cambiaron el curso de la historia europea”, resaltó la National Gallery.

Los retratos del artista aragonés ocupan un tercio de su producción, y unos 150 han llegado hasta nuestros días. Sesenta de ellos están en la muestra del museo de Trafalgar Square, uno de los más frecuentados del mundo, con seis millones de visitas anuales.

Goya fue pintor oficial de la corte del rey Carlos IV y uno de los artistas favoritos de la aristocracia española, compaginando esa tarea con el arte más personal de la serie “los desastres de la guerra” o “las pinturas negras”.

“Nunca se había hecho una exposición solo con los retratos porque es un poco arriesgado, puede aburrir a la gente. Pero ha sido bueno correr el riesgo, porque conoces a Goya a través de sus coetáneos y además lo ves madurar pictóricamente”, dijo el comisario de la exposición, Xavier Bray.

El comisario puso como ejemplo de ambos extremos de su carrera  la energía y luminosidad del enorme “La familia del infante Don Luis de Borbón” (1783-1784) con el tétrico autorretrato del artista casi moribundo en manos del doctor Arrieta (1820).

“Espero que sea un gran éxito. Goya es excéntrico como pintor, a veces las manos no están del todo bien, a veces el cuerpo es un poco curioso, y los ingleses son muy críticos con este tipo de imperfecciones. Pero lo importante es que cuando salgan piensen que es el mejor retratista. Velázquez y Goya están los dos en lo más alto, pero Manet, Picasso o Lucien Freud vienen del tipo de arte de Goya”, sentenció el comisario.

Goya y la duquesa de Alba:

Entre las obras de la muestra destacan los autorretratos que permiten constatar su evolución con la edad, así como el retrato de la Duquesa de Alba de 1797, que cuelga de las paredes de la Hispanic Society of America, en Nueva York, y que sólo ha dejado esta institución en una ocasión.

Este retrato de la duquesa vestida de negro -acababa de perder a su marido- contiene uno de los grandes misterios de la obra del pintor, la inscripción “siempre Goya” a los pies de la modelo.

En su biografía sobre Goya, Robert Hughes la vio como una declaración de amor del artista a la duquesa, de la que se rumoreó que era su amante, pero para Xavier Bray es una declaración de fidelidad pictórica. “Quiere decir más bien ‘sólo Goya me puede pintar’. Tienen una relación platónica, hay una fascinación de Goya por esta mujer que era de una belleza extraordinaria y al mismo tiempo una excéntrica, Goya estaba obsesionado con ella”, explicó Bray.

Otras joyas son el retrato de Don Valentín Bellvís de Moncada y Pizarro y el de la condesa-duquesa de Benavente, que nunca habían sido expuestos al público.

El Museo del Prado de Madrid aporta diez cuadros a la exposición, al que se suman préstamos de coleccionistas privados y museos de Sao Paulo, Nueva York, México o Estocolmo.

La exposición “Goya: los retratos” estará en cartel del 7 de octubre al 10 de enero de 2016.

La crítica la ha recibido con entusiasmo. El crítico del diario The Times le dio cinco estrellas sobre cinco y el del Daily Telegraph dijo que “es una de las exposiciones de la década”.

“Goya tenía la capacidad envidiable y un poco escalofriante de hacer que la gente pareciera o muy inteligente (…) o terriblemente estupida, como ocurre con su retrato del Fernando VII de enorme mandíbula”, estimó el crítico del Telegraph. AFP

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