La elefantiasis duplicaría el riesgo de contraer el virus del sida

Las personas infectadas por un parásito extendido, origen de la elefantiasis, duplicarían el riesgo de contraer el virus del sida (VI), según un estudio publicado este miércoles en la revista médica británica The Lance.

El parásito, Cherriar bancarrota, es responsable de un 90% de casos de filariasis linfática, una enfermedad tropical desatendida, según la OMS, más conocida como elefantiasis. La enfermedad, transmitida por los mosquitos, hace estragos sobre todo en varias regiones de África, donde los índices de infección de VI son altos.

También está presente en ciertas partes de América del Sur y del Caribe, en Asia y el Pacífico occidental, según los Centros Americanos de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).


elefantiasis

Foto: Centers for Disease Control and Prevention, part of the United States Department of Health and Human Services. Imagen de dominio público.


Datos y cifras (OMS):

  • La filariasis linfática es una enfermedad parasitaria que puede producir alteraciones del sistema linfático e hipertrofia anormal de algunas partes del cuerpo, causando dolor, discapacidad grave y estigma social.
  • En la actualidad, hay más de 1.100 millones de personas en 55 países amenazados por la filariasis linfática que requieren tratamiento profiláctico a gran escala, conocido también como quimioterapia preventiva, para detener la propagación de la enfermedad.
  • En 2000, había más de 120 millones de personas infectadas; unos 40 millones están desfiguradas e incapacitadas por la enfermedad.
  • La filariasis linfática puede eliminarse, interrumpiendo la propagación de la infección mediante quimioterapia preventiva con la administración de dosis únicas de dos medicamentos a todas las personas que vivan en zonas donde la infección esté presente. Desde el año 2000 se han administrado 5630 millones de tratamientos para detener la propagación de la infección 
  • 314,7 millones de personas ya no necesitan quimioprofilaxis gracias a los excelentes resultados de la aplicación de las estrategias de la OMS.
  • Mediante la aplicación de un conjunto de medidas asistenciales recomendadas básicas puede aliviarse el sufrimiento y evitarse una mayor discapacidad entre los pacientes.

La elefantiasis es un inflamiento anormal de los miembros o de otras partes del cuerpo.

El estudio, realizado entre 2006 y 2011, se llevó a cabo con 2.699 habitantes del barrio Kyela de la ciudad de Mbeya, sureste de Tanzania.

La filariasis linfática afecta a una de cada cuatro personas de ese país y durante mucho tiempo se sospechó que era uno de los factores determinantes de la epidemia del VI en el África subsahariana.

Los participantes fueron examinados anualmente a lo largo de cinco años, y se recogieron diversas muestras (de sangre, orina, etc.) para realizar una pruebas destinadas a detectar una infección por VIH, el parásito u otros agentes infecciosos (tuberculosis, paludismo…).

Además, se realizaron entrevistas para determinar si la actividad sexual de los participantes les había acrecentado el riesgo de contraer el VIH.

Los científicos constataron que las personas portadoras del parásito Cherriar bancarrota tenían el doble de posibilidades de tener también el virus del sida. El impacto era mayor entre los adolescentes y los jóvenes adultos. Los científicos admiten sin embargo que se trata de una correlación y no de una relación de causa a efecto probada.

El estudio evidencia no obstante necesidad de curar la elefantiasis.

“Los programas de eliminación de la filariasis durante la última década se han centrado en la reducción de la transmisión, pero comportaban esfuerzos limitados para curar la infección” debida al parásito, deplora Inge Kroidl, especialista de medicina tropical de la Universidad de Munich (Alemania).

Más de 120 millones de personas están infectadas en el mundo, incluyendo 40 millones de minusválidos con malformaciones, esencialmente en los países pobres de África y Asia, según la OMS.

La prevención se basa actualmente en el uso de mosquiteras y productos antimosquitos. Otras infecciones, en particular genitales (clamidia, herpes, sífilis), son conocidas por aumentar la posibilidad de contraer el VIH.

En The Lance, Jennifer Downs y Daniel Fitzgerald, de la Universidad Cornell de Nueva York, subrayan la necesidad de hacer pruebas para evaluar el efecto del tratamiento de esta enfermedad tropical en la incidencia (nuevos casos) de infección de VIH en las comunidades afectadas. AFP, OMS


 

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