Índice de compromiso con la reducción de la desigualdad: Todas las respuestas a tus preguntas

Oxfam logoOxfam y Development Finance International lanzamos el pasado lunes 17 de Julio el nuevo Índice de compromiso con la reducción de la desigualdad.

Este Índice, presentado como un trabajo en proceso, es la herramienta que proponemos para analizar y clasificasr las actuaciones de 152 Gobiernos en tres ámbitos políticos claves para la reducción de la brecha entre ricos y pobres: gasto público, progresividad fiscal y derechos laborales. La idea es ir actualizando los datos anualmente.

Su publicación ha supuesto un trabajo arduo de análisis de más de 7.000 datos, compilados en su mayoría de por organismos internacionales como el Banco Mundial, y con una metodología lo más detallada posible y abierta a debate para cualquier persona interesada.


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En este sentido, desde que publicamos este índice, muchas personas se han puesto en contacto con nosotros para obtener más información y respuestas a algunos de los comentarios y preguntas más frecuentes, como los que aparecen a continuación.

1. ¿Por qué habla Oxfam sobre desigualdad? ¿No debería centrarse en combatir la pobreza? 

La desigualdad extrema está sumiendo a millones de personas en la pobreza. Por eso debemos combatirla. El Banco Mundial estima que de haberse adoptado medidas para reducir la brecha entre ricos y pobres, a finales de la pasada década hubiera habido 700 millones de personas menos en situación de pobreza. Este organismo también ha dejado claro que será imposible lograr el objetivo de acabar con la pobreza extrema a nivel mundial a menos que redoblemos los esfuerzos para combatir la desigualdad.


CRI


2. La clasificación de mi país no es correcta.

Como herramienta global, el índice únicamente ofrece una visión indicativa de los progresos de los Gobiernos a la hora de abordar la desigualdad. No se trata de una evaluación exhaustiva.

El índice se centra en la progresividad fiscal, del gasto social y de los derechos laborales porque está ampliamente demostrado que una acción progresiva de los Gobiernos en estos ámbitos puede reducir de forma significativa la desigualdad. No obstante, no incluye todas las políticas que tienen un impacto en la lucha contra la desigualdad. Por ejemplo, no analiza se consideran otras políticas como las relativas al acceso y tenencia de tierras la distribución de la propiedad de la tierra o cómo afecta a la desigualdad que un país opere como paraíso fiscal. Tenemos previsto ampliar el foco de análisis de políticas número de indicadores para futuras ediciones del índice, lo que podría tener un impacto significativo en la clasificación de algunos países. Por ejemplo, Bélgica descendería en la clasificación si se tuviera en cuenta su condición de paraíso fiscal.

El índice se basa en los datos disponibles más actuales de Gobiernos e instituciones internacionales, sin embargo no incluye los avances más recientes. Por ejemplo, algunos países como Argentina y Francia han recortado recientemente su gasto social o su impuesto tipo impositivo sobre los beneficios de de sociedadeslas empresas, recortes que no han quedado reflejados en el índice. Por tanto, es probable que en la próxima edición estos países obtengan una peor puntuación.

3. El índice está sesgado políticamente.

Oxfam es una organización apolítica. No obstante, tenemos el deber de llamar la atención sobre las acciones (o la inacción) de los Gobiernos de todo el mundo que agravan la desigualdad y la pobreza.
El índice se centra en la progresividad fiscal, el gasto social y los derechos laborales porque está ampliamente demostrado que una acción progresiva de los Gobiernos en estos ámbitos puede reducir de forma significativa la desigualdad. Por ejemplo, la negociación colectiva de los sindicatos suele incrementar en un 20% los sueldos de sus miembros, y elevar los salarios de mercado de todos los trabajadores.

4. ¿Por qué mi país no está incluido en el índice?

Se han excluido algunos países del índice porque o bien no había datos suficientes o bien había demasiados interrogantes sobre la calidad de los datos disponibles. La limitada disponibilidad de información sobre políticas relevantes para la reducción de la desigualdad para algunos países supone una grave preocupación, especialmente en el caso de muchos países de Oriente Próximo. Oxfam hace un llamamiento a los Gobiernos a abordar esta carencia e déficit de datos.

5. Mi país aparece en los primeros puestos de la clasificación. ¿Esto significa que todo va bien?

El índice compara entre sí las actuaciones de los distintos Gobiernos entre sí. Esto significa que las actuaciones contra la desigualdad de los Gobiernos de los países que ocupan los primeros puestos son mejores que las de los países en puestos inferiores, pero no significa que estén haciendo todo lo que está en su mano para combatir la desigualdad.

Incluso Suecia, Bélgica y Dinamarca, los tres primeros países de la clasificación, pueden hacer más. Por ejemplo, en Suecia, los tipos del impuesto de sociedades son muy bajos, lo que beneficia a las empresas más ricas, mientras que los del IVA son muy elevados, lo que perjudica de manera desproporcionada a las personas más pobres; En Bélgica, los incentivos fiscales de Bélgica a las grandes empresas permiten que estas no paguen los impuestos que les corresponden justamente, y Dinamarca ha bajado los impuestos para los ciudadanos más ricos. A su vez, Dinamarca y Bélgica han recortado sus presupuestos para servicios sociales destinados a sus ciudadanos más pobres y vulnerables.

En total, 112 de los 152 países analizados hacen menos de la mitad de lo que potencialmente podrían para abordar la desigualdad en los tres ámbitos políticos que analiza el índice.

6. ¿Qué pide Oxfam?

El índice muestra que la desigualdad no es inevitable, sino que depende de la voluntad política. Las elecciones de los Gobiernos importan.

Hacemos un llamamiento a todos los Gobiernos a hacer más para combatir la desigualdad, aumentando y mejorando el gasto social, construyendo sistemas fiscales más justos y garantizando que los trabajadores y, sobre todo, las trabajadoras, tengan mejores salarios y mayor protección.

Los Gobiernos también deben trabajar con las instituciones internacionales para mejorar la calidad y cantidad de datos públicos disponibles sobre los niveles de desigualdad en los países y las políticas de los Gobiernos para combatirla.


Nota publicada en Oxfam, reproducida en PCNPost con autorización


SOURCE: Los Blogs de Oxfam

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