El impacto de la tecnología en las universidades

Por: Francisco Manrique.

En mis blogs de las últimas semanas, he tocado tópicos que han tenido una excelente acogida de mis lectores: El inmenso impacto de la tecnología en el mundo – Parte I, El inmenso impacto de la tecnología en el mundo – Parte IIImpacto de la productividad – Parte I yImpacto de la Productividad – Parte II. Por la reacción que he generado, veo que hay una alta sensibilidad hacia estos temas, porque se valora su impacto en el desarrollo de un país como Colombia.

Hay una realidad que es muy importante tener en cuenta. La velocidad de cambio que hoy se experimenta en el mundo, es muy distinta a la velocidad de adopción que tenemos en culturas como la nuestra, que se mueven muy lentamente.

Recientemente fui invitado a una reunión en la Universidad del Bosque en Bogotá, para participar con otros conferencistas en el contexto de un ejercicio de Planeación de ese centro académico. Según me lo manifestaban las directivas de esta institución, hay una alta preocupación por entender el impacto de los cambios del entorno en el rol y quehacer de su organización. Uno de los invitados fue el Dr Cristobal Covo, chileno e investigador, quien recientemente acaba de regresar de la Universidad de Oxford en UK , donde trabajó en el Instituto del Internet. Actualmente el Dr Covo, es asesor del gobierno del Uruguay, en los temas de innovación en la Educación.

Su presentación fue muy interesante al mostrarnos el mapa de las transformaciones que hoy se están viendo en la Educación, y el papel que las tecnologías tienen en ellas. Voy a aprovechar las notas que tomé de esta conferencia, para compartir con mis lectores los aspectos que más me llamaron la atención.

El enfoque del Dr Covo fue en el cambio del valor del conocimiento y el impacto en el papel de las universidades. Su tesis es que, estas instituciones de educación superior, han estado orientadas en formar unas élites, pero que, a la luz de las nuevas realidades, van a tener que hacerlo hacia un universo mucho más amplio, aprovechando las grandes transformaciones tecnológicas, que se están dando.

Hoy, la automatización está generando un profundo cambio en el desarrollo de la inteligencia artificial, o lo que se conoce como el aprendizaje profundo, donde hay máquinas que aprenden a aprender. Hay una dinámica más fragmentada, pero a la vez interconectada, en la producción del conocimiento. Es un cambio que nos mueve a pensar sobre cómo pensamos, y cómo aprender a aprender. Es una invitación a preguntarse si el curriculum y los grados son suficientes, o si hoy aparecen otros elementos que hay que considerar.

Hoy está cambiando el sistema jerárquico de la enseñanza tradicional, donde el profesor está adelante, y los alumnos atrás. Empresas como Amazon, Netfix, Spotify, y otros similares, ofrecen de una sola vez el contenido de varios meses, lo cual cambio el acceso y los hábitos de consumo de la gente a este contenido. Se está pasando de una lógica de la escasez, a una basada en la abundancia, en el acceso a la información de valor. Este mensaje está en sintonía con el que le escuche al Director de Singularity University y que documenté en un blog anterior.

Este fenómeno no sólo afecta la industria del entretenimiento y las comunicaciones, sino también al mundo de la educación donde hay acceso a información que abunda. Hoy, cualquier persona conectada al internet, puede escuchar las clases de los mejores profesores del mundo sin pagar. El reto no es tener acceso a este conocimiento, sino el de administrar el tiempo y el uso que de él se haga. Esto lleva a la pregunta de cómo educamos y para qué lo hacemos.

Hoy hay empresas, como Google, y universidades como MIT, que han abierto el acceso a un basto repositorio de conocimiento. La pregunta es si este cambio, se debe ver como una amenaza, o más bien como una oportunidad, porque le permite a los estudiantes tener una posibilidad de acceder, a un menú más diverso del conocimiento.

Pero lo que no se puede negar, es la necesidad de reconocer que las tecnologías se han tomado el mundo de la educación. Tampoco se podrá ocultar, el impacto creciente que van a sentir las entidades responsables de este proceso crucial para la sociedad. Claramente no hay posibilidad alguna de que sean la excepción a una tendencia, que ya ha afectado a muchos otros sectores e industrias. La pregunta es si, las universidades que son tan conservadoras y lentas para cambiar, serán capaces de tener la misma velocidad de adopción para asimilar las consecuencias. En el siguiente blog abordaré este tema.

Otra pregunta que surge, se refiere a las dinámicas de cambio que están redefiniendo el valor de la universidad, ante el hecho de que el acceso al conocimiento, es cada vez visto como un comodity, que se busca utilizando las herramientas disponibles en el internet. Si esto es una tendencia creciente, surge la necesidad de preguntarse, si no es necesario revisar la propuesta de valor, que debe ofrecer la unversidad en el futuro.

En relación a poder predecir el futuro de la Educación, hay una tendencia a operar con la visión dominante de esta, o la otra postura es ver cómo navegar en medio de la incertidumbre. Estas dos posiciones no son particularmente útiles. El Dr Cobo nos muestra que está emergiendo la nueva ciencia de la anticipación, que nos permite entender cómo operan nuestros supuestos, que tenemos sobre el futuro.

El desafío no es cómo predecir lo que viene, sino está en cómo descubrir las posibilidades del presente, porque usted no conoce el futuro. Desde esta óptica, la universidad no puede ser solo para entrenar a la gente y darle un grado, sino deben de servir como espacios públicos de diálogo para pensar sobre los posibles escenarios de futuro, y desde diferentes disciplinas, que permita construir una trayectoria hacia adelante, en un contexto que se sabe que está marcado por una gran incertidumbre.

Un cambio muy importante para la educación superior, es como lograr que esta no sea el privilegio de unos pocos, sino la posibilidad de que a ella tengan acceso un gran porcentaje de la población. Se debe ver como una educación universal porque es un derecho. Ahora bien, el proceso está en marcha al ver las cifras.

En el periodo 1990 al 2009, se experimentó un crecimiento del 160% en la demanda a este tipo de educación. Para el 2025, se proyecta la necesidad de dar acceso a 265 millones de personas a la educación superior. Esto significa crear cuatro universidades de 30.000 estudiantes cada semana por los siguientes años, lo que es imposible. Aquí está el reto pero también la oportunidad.

El rol de la universidad es diferente, porque el acceso a nuevas tecnologías como el celular inteligente, hace que haya millones de personas con conexión al internet. Esto requiere que haya la posibilidad de ayudar a esta gente con nuevas habilidades y competencias, más alineadas con las oportunidades que se abren y las necesidades de este siglo. Temas como la creatividad, no será solo del interés de quién hace negocios, también lo será cada vez más para gente que opere en otros contextos. Esto pone un énfasis en la educación de calidad.

Antes, el acceso a la información era lo mismo que tener educación, pero hoy ya no lo es porque el internet cambio este paradigma. El saber puede que sea algo obsoleto, lo que plantea un cambio y una profunda reflexión. Es una provocación que no se debe subestimar, especialmente por parte de quienes están dirigiendo las entidades de Educación Superior.

Hoy el aprendizaje en las escuelas y universidades es obsoleto porque insisten en reproducir una pedagogía basada en la transmisión de la información. Y como ya vimos, esta se encuentra ya en el internet. Según la revista Science, hoy se calcula que el 97 % de la información disponible esta digitalizada, y el 80% se puede acceder por la Web. Lo que se necesita son criterios para buscarla y para combinarla en los proyectos, bajo un criterio de empoderamiento intelectual.

Pero el sistema de la escuela está basado en criterios diferentes. Los estudiantes tienen que aprender la información que su profesor aprendió la semana pasada. Ahora los estudiantes están más adelante de sus profesores, porque están conectados más al internet, lo que significa un desafío constante para el docente. El conocimiento, en este contexto, surge de la interacción profesor estudiante, lo que significa romper con las relaciones del poder tradicional en los espacios educativos. Eso genera muchas resistencias

La universidad ha cumplido el papel de transmitir el conocimiento necesario para funcionar en la sociedad, pero también, porque es un transmisor de los valores dominantes y formas de poder en esta. Este tema no tienen que ver directamente con el aprendizaje o la pedagogía, aunque sí los afecta. El proceso enseña a los estudiantes ciertas normas, o de lo contrario, van a tener problema en la sociedad.

Un segundo tema que trató el Dr. Cobo lo denominó como la segunda era de las máquinas. Hay un decrecimiento en las profesiones de tipo rutinario, o no cognitivo, y hay un aumento creciente en aquellos que requieren más creatividad. Por ejemplo, un intérprete es un profesional que requiere escuchar y hablar al mismo tiempo, y a su vez debe ser neutral. Pero, gracias a la tecnología, esta profesión está seriamente amenazada. Ya existe el software que permite una conversación simultánea en dos idiomas sin la participación de un traductor.

El ejemplo anterior lleva a la necesidad de hacer la distinción entre los algoritmos y las organizaciones, ya que la línea es cada ves más tenue. A título de ejemplo, es difícil encontrar un cajero humano en los supermercados en UK, porque este servicio se hace con máquinas. En pocos meses, Singapur será la primera ciudad con un servicio de taxis sin chofer, porque ya se tiene la tecnología y los algoritmos para hacerlo, con un tremendo impacto en las organizaciones que operan estos servicios.

Las tendencias anteriores nos llevan a poner el foco en otros temas donde la automatización tiene un gran impacto. El analfabetismo funcional es un gran problema en AL, donde el 40% de los profesionales en Brasil y Chile, no comprenden lo que leen. Facebook ya desarrollo un programa de inteligencia artificial para leer el Señor de los Anillos y responder preguntas, que inclusive no estaban en el texto. Un software que entiende puede ser uno que también crea.

Garner, firma que está monitoreando el sector de TIC,s, plantea que la revolución tecnológica se puede sintetizar en cuatro grandes momentos. Sicronizame cuando se genera interacción de los archivos entre dispositivos y a la nube. Veeme cuando se sabe dónde estoy y he estado, para alinear los servicios que me gustan con el sitio donde estoy. La tercera fase es conóceme, cuando los algoritmos complejos son capaces de articular datos no estructurados, para tener un mapa de mis comportamientos y saber mis necesidades. La última fase es actúa en mi nombre basados en lo aprendido y en unas reglas explícitas.

En Colombia, como ejemplo hay una plataforma que se llama CÍVICO, y permite tener acceso a tres de los cuatro momentos en relación a un usuario que se mueve por Bogotá. El Dr Cobo también mostró el ejemplo de una sesión de terapia, entre una persona y una maquina capaz de interpretar el lenguaje no verbal y su parte emocional. El software puede medir las pulsaciones y generar sentimientos extremos en la persona. También, es capaz de aprender de la terapia para la siguiente sesión.

El tercer tema de la conferencia del Dr Cobo fue el de la importancia de la cocreación del conocimiento. En el Media Lab del MIT, ha surgido del concepto de anti disciplina, que no es la suma de las otras disciplinas, sino es la posibilidad de conectar y dialogar entre varias de ellas. No se buscan expertos en una disciplina específica, sino personas que hablen muchos lenguajes. Por ejemplo, en UK hoy se ven anuncios buscando personas con conocimiento de matemáticas y de música, en el manejo de grandes datos y analítica, informática y finanzas, entre otros.

La producción colaborativa del conocimiento científico ha tenido una explosión sustantiva en las últimas décadas. Esto introduce el desafío de cómo pensar la docencia en equipo con otros, aprovechando la tecnología que lo facilita. Investigaciones recientes muestran que las tecnologías digitales son más efectivas cuando se trabajan entre pares.

Un comentario interesante se refiere a la necesidad de encontrarse físicamente con otros cuando se usa la virtualidad en la educación a distancia. Hoy, los cafés se están convirtiendo en meta universidades, donde se encuentra la gente que están trabajando, en temas de interés común. Esta tendencia refleja la necesidad de la compresencia. Los llamados ” Meetups” son apps que les permiten a los estudiantes encontrarse en estos espacios físicos.

Para entender los cambios que se están dando, es fundamental aprender cómo son nuestros procesos cognitivos. Se necesita hacer el tránsito de la pedagogía a la eutagogía, que pone un énfasis en la capacidad de tener sujetos capaces de reinventarse a sí mismos, estimulando la capacidad de hacer preguntas. Es un tránsito “del justo a tiempo a justo al caso” para aplicar el conocimiento en el momento en que sea necesario. Ya no vale aprender, para cuando de golpe se necesite, sino para en el momento en que esto ocurra.

¿Como enseñar a aprender a aprender?. Es necesario ir más allá del currículum y crear espacios para repensar el conocimiento como un ente complejo. La propuesta es que los laboratorios, y los emprendimientos, son aceleradores de la idea de aprender. Son oportunidades para construir espacios de diálogo anti disciplinario , donde se construye con otros. Por ejemplo, hoy hay un movimiento para que la gente aprenda a programar, no para volverlos un experto en este campo, sino para que incorporen otros lenguajes, lo que les permite pensar de una manera diferente.

La nueva moneda del conocimiento. Es cada vez más importante monitorear la presencia en la Web, identificando las redes donde se participa, dentro de la lógica de una nueva economía de compartir. Esto vuelve más crítica la administración de la identidad digital.

En este contexto, un motivador relevante es el de compartir el conocimiento. También surge la necesidad de tener acceso a otros saberes en el entorno digital. Y para todo ello es fundamental la credibilidad y confianza, para trabajar con otros, temas que no están en ningún currículum universitario. Ya no es suficiente las citas que un trabajo tiene a nivel académico, es cada vez más relevante el papel de la “retwittiada” de un artículo para sus citas futuras.

Cobo terminó con una cita de Chesbrough, promotor de la innovación abierta: “el cambio en el conocimiento es inquietante para aquellas personas familiarizadas con el viejo paradigma”. Las universidades tiene en frente el gran reto de cambiar. ¿Lo podrán hacer? En el siguiente Post abordaré este tema.


 

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