Google y la FAO inauguran una nueva era en el conocimiento del entorno

La información geoespacial sobre los bosques es un primer paso hacia una nueva manera de gestionar los recursos naturales


Curso de formación sobre Google Earth esta semana en la FAO.

Curso de formación sobre Google Earth esta semana en la FAO. Foto Fao, Giulio Napolitano.


La FAO y Google trabajan juntos para hacer que la información satelital de alta resolución sea una herramienta de uso diario en la gestión de los recursos naturales del planeta, en un esfuerzo conjunto que está cambiando la forma en que el mundo intenta alcanzar el desarrollo sostenible.

El Director General de la FAO, José Graziano da Silva y la Directora de Google Earth Outreach y Earth Engine, Rebecca Moore, aplaudieron el haber reforzado su asociación establecida recientemente en un evento conjunto al final de una intensa semana de formación y de intercambio de ideas en la sede de la FAO en Roma.

Esta colaboración permite ya a los administradores de recursos e investigadores en muchos países evaluar el cambio de usos del suelo de parcelas de tamaño individual observadas por los satélites desde el cielo. El método supone un salto cualitativo para mejorar la capacidad para evaluar la capacidad de almacenamiento de carbono de un paisaje o planificar la estrategia de un país sobre las emisiones de gases de efecto invernadero. Por ejemplo, los datos de teledetección fácilmente accesibles y actualizados rápidamente suponen un cambio en la gestión forestal, pasando de los inventarios a tomar el pulso en tiempo casi real de los bosques, permitiendo así nuevas perspectivas de políticas y abriendo aún más las puertas de la percepción científica.

La FAO y Google están “anunciando un nivel sin precedentes de conocimientos sobre el medio ambiente”, señaló Graziano da Silva.

El enfoque inicial es en el sector forestal, donde los expertos nacionales pueden -después de un corto período de formación-, utilizar un programa informático de la FAO y los archivos de datos geoespaciales accesibles de Google para llevar a cabo -en pocas horas- labores de cartografiado y clasificación que antes solían llevar semanas o meses. Las oportunidades para la colaboración futura son muy amplias, y pueden conducir a la innovación en una gama de temas que abarcan desde la nutrición y el control de plagas a la gestión del agua y el cambio climático.

“Cuantas más personas involucradas, mejor funciona”, dijo Graziano da Silva. “Comprender los efectos del cambio climático –añadió-, planificar mejoras en la eficiencia de la producción y distribución de alimentos, y supervisar los avances hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible requieren datos más frecuentes y precisos sobre el medio ambiente y sus cambios”.

“Este tipo de asociación permite la aplicación práctica de nuestros productos”, afirmó Rebecca Moore, Directora de Google Earth, Earth Engine y Earth Outreach, un equipo que describe “creado para hacer ciencia”. Esta alianza con FAO es una forma de “unir nuestros puntos fuertes para contribuir al cambio para las generaciones futuras”.

Llevar la tecnología a nuevas fronteras:

Esta colaboración -en la que Google hace que los datos y la capacidad de procesamiento sean de fácil acceso, mientras que la FAO idea formas para extraer información útil- ha llevado a un campo innovador, en especial con una Evaluación mundial de las tierras secas (Global Dryland Assessment), en la que expertos nacionales, investigadores universitarios, instituciones asociadas y la FAO han unido sus fuerzas en una iniciativa de código abierto. Los resultados serán publicados a finales de este año.

La Unidad de Lucha contra la Langosta de la FAO ha utilizado Earth Engine para mejorar las previsiones y el control de los brotes de langosta del desierto. Los satélites no pueden detectar a estos voraces insectos, pero pueden acelerar la identificación de posibles áreas de cría y hacer que las intervenciones sobre el terreno sean más eficaces. Otras aplicaciones posibles para esta tecnología puede reducir las pérdidas de rendimiento de las cosechas y mejorar la salud de las plantas. El monitoreo de la cubierta forestal ha demostrado ser útil en Costa Rica, ya que los árboles proporcionan un hábitat para las aves que se alimentan del insecto responsable de la broca del café, plaga que puede destruir hasta el 75 por ciento de la cosecha de un productor cafetero.

Además, otros usos innovadores irán surgiendo a medida que más personas aprenden a usar herramientas de la FAO como OpenForis y CollectEarth. A finales de mayo, un equipo de la NASA, la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de EEUU, viajará a Roma para estudiar el uso de estas herramientas.

Google ha puesto en la nube un gigantesco archivo de imágenes de satélite Landsat que data de 1972, y recientemente añadió los datos obtenidos por Copernicus, el sistema europeo de observación de la Tierra, que son particularmente útiles para los estudios rápidos en tiempo real, ya que cubren la misma parcela de tierra cada cinco días. Además del enfoque sobre el uso del suelo, Google está haciendo un esfuerzo paralelo para permitir que los datos de teledetección realicen un seguimiento de las tendencias mundiales del agua, incluyendo su disponibilidad y las reservas.

Ver el bosque y los árboles:

Las imágenes de satélite no puede sustituir el conocimiento y la experiencia local –lo que a menudo se llama “la verdad del terreno”- pero pueden aumentar la eficiencia, calidad, transparencia, credibilidad y, sobre todo, la oportunidad y eficacia de la recolección de datos y la validación de los productos cartográficos existentes a nivel mundial.

Por ejemplo, haciendo zoom sobre parcelas locales con imágenes muy granuladas, investigadores y funcionarios pueden distinguir entre la pérdida temporal de la cubierta forestal debido a la recolección y la deforestación impulsada por el cambio de uso del suelo, lo que supone una importante diferencia técnica en cuanto al secuestro de carbono. De la misma manera, los ciudadanos pueden ser capaces de hacer un uso más eficiente de sus recursos naturales e incluso vigilar su uso indebido.

“Vamos a ser capaces de proporcionar, cada 10 días, evaluaciones forestales y en un futuro cercano, evaluaciones de la cubierta de cultivos alimentarios, que son especialmente importantes en tiempos de cambio climático”, explicó René Castro, Director General Adjunto de la FAO, al frente del Departamento Forestal.


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SOURCE: FAO

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