Mirar hacia el futuro

Por: Francisco Manrique.

“Prefiero mirar el futuro y soñar que ver el pasado y arrepentirme “ Anónimo


He tenido la fortuna de haber promovido, con otros queridos colegas empresarios y universitarios, el proyecto Diálogos de Futuro con el fin de aportar con iniciativas accionables  que puedan impactar hacia adelante a la Educación Superior. Este es un sector vital para el desarrollo relevante del capital humano que nuestro país urgentemente necesita. Por esta razón, me he interesado cada vez más, por investigar acerca de los posibles caminos que nos permitan  proyectarnos hacia el futuro, de manera que desde ahí, podamos influenciar las decisiones del presente que lo hace posible. Sobre este movimiento que está naciendo tendré la oportunidad de escribir próximamente

En este Post quiero compartir con el lector algunas reflexiones que he ido haciendo en este camino.

En el entorno actual, como ya lo he escrito en otros Posts, las democracias están siendo sometidas a unas tensiones cada día más grandes. Una consecuencia muy preocupante es el debilitamiento de los gobiernos, la fragmentación de los partidos políticos que los soportan, y su incapacidad de gestión y financiera, para atender las expectativas y demandas crecientes de la población.

fururo bola de cristal imaginar

Pixabay

Esta realidad está impidiendo tomar las decisiones difíciles porque es cada vez más complejo lograr los consensos para enfrentar los problemas estructurales, que se convierten en un círculo vicioso que agrava aún más la situación. El motivo es evitar el desgaste político del corto plazo, que implica confrontar a la gente con las escogencias duras qué hay que tomar,  a costa del impacto negativo en el largo plazo. Como le escuche alguna vez a un político sobre el tema: “eso que lo resuelva el que llega pero yo no me quiero exponer”.

En medio de la pandemia, la gente busca la seguridad aferrándose en el pasado  y le da mucho miedo atreverse a explorar el futuro. Les preocupa el legado mucho más difícil que le están dejando a las siguientes generaciones..

¿Cómo romper esta dinámica tan preocupante? Posiblemente la respuesta resida en movilizar a un grupo creciente de personas, para que desde la base,  aprendan sin miedo a explorar el futuro sin tener que depender de lo que solo digan los expertos. Significa abrir las discusiones de futuro que nos afectan a todos, y utilizar los resultados, para informar los proceso políticos  más formales. Si lo lográramos, se podrían evitar varios problemas.

El fatalismo, que nos condiciona a vernos como víctimas y espectadores pasivos de nuestra realidad, producida por las decisiones de otros, porque nos sentimos incapaces de transformarla e intervenir más activamente en los proceso donde se hacen las escogencias que nos afectan a todos. Pero también, el tener que depender de un grupo pequeño que si se atreve a explorar el futuro, pero lo hace buscando influenciarlo en función de sus propios intereses.

El cómo aprender colectivamente a visitar el futuro, para fortalecer nuestra democracia, no es un tema que se discuta en nuestro país, pero también sucede en otras geografías,. Esto significa aprender a manejar la incertidumbre y la complejidad, en lugar de evitarlas y mirarlas con miedo. Esta es una realidad del entorno actual, que posiblemente crecerá hacia adelante, gracias a los cambios acelerados que estamos experimentando hoy.

Para que haya una apropiación colectiva del futuro, es necesario tener una compresión compartida de los hechos, tendencias y problemas. Este es el primer paso para alinear a la gente y darle sentido para que se motiven a participar y poner su energía al servicio de las transformaciones que se podrán realizar “si todos nos creemos el cuento”. Sin este requisito, , las personas rechazarían los resultados por falta de entender la realidad presente y de las posibilidades que se podrían abrir hacia el futuro.

Pero la historia nos demuestra que quienes se han atrevido a imaginarse un futuro diferente, se pueden devolver desde allí, para influenciar las decisiones que lo van a hacer posible en el presente. Esto implica un bucle continuo entre el presente y el futuro, para ir afinado la visión a medida que se avanza construyendo el camino hacia adelante. Es una invitación para aceptar la ambigüedad que se presenta, el tiempo que se requiere, y tener la curiosidad y la apertura para dejarse sorprender a medida que se avanza. También, requiere de propiciar las buenas preguntas y tener la disposición de abrirse a la diversidad de las respuestas.

En resumen, para un país que necesita mirar hacia el futuro y dejar de mirarse hacia adentro y en el pasado, es necesario vincular a mucha gente para que haya una apropiación colectiva. Esto requiere de un liderazgo que hoy no se ve en nuestro país. Por esta razón es qué hay que preparar comunidades de líderes por todo el territorio, que desde la base, asuman esa responsabilidad.


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