La suerte está echada: consecuencias de la elección

Por: Francisco Manrique.

A menos de 48 horas de tener los resultados de la votación, que definirá quién será el futuro presidente de Colombia, se puede decir que la suerte está echada. Quienes ya tomaron una decisión no la van a cambiar , ya sea por Duque , Petro o el voto en blanco. Lo que sí está definido, es que quien sea el ganador de esta lotería, tendrá las manos llenas para enfrentar los inmensos retos de gobernar un país dividido y con muchas paradojas.

La primera de ellas, es que se habrá abierto una caja de Pandora inédita en Colombia. Sin la sombre de la violencia de las FARC, por primera vez en la historia reciente de nuestro país, la izquierda tendrá un espacio de poder que no había alcanzado anteriormente. En este espacio, un populista como Petro, será el amplificador de millones de colombianos, que no se ven representados, y si muy hastiados por lo que representa la clase política que arropó a Duque.

Y la segunda paradoja no deja de ser aún más llamativa. Cuando en America Latina las experiencias de la izquierda en Brasil, Argentina, Ecuador, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, demostraron ser un fracaso, en Colombia esta opción se quiere experimentar.


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AFP PHOTO / Diana Sanchez


No deja de sorprender el éxito de Petro, defensor a ultranza del modelo de Chávez, que claramente ha colapsado. Hoy, la migración forzosa de más de un millón de venezolanos, que han huido de su país por hambre y violencia,  está teniendo un serio impacto en Colombia. Es la consecuencia de este régimen que tiene postrado al país más rico de la región.

Y aquí viene la tercera paradoja. La virulenta oposición de Uribe a Santos, y el reguero  de escándalos que dejaron los dos después de dieciséis años de gobierno,  le dio aún más aire al punto anterior por dos caminos que los uribistas y santísimas difícilmente habrían podido prever.

El primero de ellos, ha sido la demolición de los partidos políticos tradicionales. Y el segundo, abrirle el espacio a un populista como Petro, quien inteligentemente resucitó después de su desastrosa gestión como Alcalde de Bogotá, porque supo leer correctamente la profunda insatisfacción con los escándalos de corrupción.

La cuarta paradoja: Santos logró lo que menos hubiera querido ver. Su legado de la paz puede quedar en manos de su más feroz opositor. Y después de la primera vuelta, los partidos que lo apoyaron, corrieron a refugiarse en las toldas uribistas, a pesar de que los habían descalificado durante ocho largos años. Estas volteretas son las que indignan y repudian a mucha gente. También explican la desastrosa imagen, que tiene la clase política tradicional, y que ha catapultado a Petro.

La quinta paradoja, es que buscando la paz con las Farc, Santos deja a un país muy divido, y puesto el escenario para una confrontación de lucha de clases, que puede tener consecuencias más graves hacia adelante, en manos de populistas como Petro.

Y finalmente viene la quinta paradoja. Petro ha estado en la política desde 1991. Su partido fue el protagonista del más grave escándalo de corrupción en la historia de Bogotá. Ha traicionado a muchos de sus compañeros, como lo recuerda el senador Robledo, quien afirma que en Petro no se puede confiar. Pero además, tenemos un aspirante a la Presidencia, que violentó la moral pública y lo hizo impunemente, como lo explicaré más adelante. A pesar de lo anterior, hoy se presenta como el defensor de los oprimidos y luchador contra la corrupción.

Ahora veamos las consecuencias de los escenarios donde Duque o Petro lleguen este domingo a ser elegidos para la primera magistratura de nuestro país.

Si el baloto se lo gana Duque, se encontrará con el problema de no tener en cuenta a millones de colombianos que habrán votado por su opositor, y de un número no despreciable de votos en blanco. Difícilmente podrán ignorar, él y su grupo, el mensaje que esto significa, si no quieren asegurar la subida al poder de su adversario en el 2022. Este problema se agrava más por la  desconfianza que genera Uribe su mentor.

En el escenario de Duque Presidente, a este le va a ser muy difícil ir en contra de Uribe. Este sagaz político, ha demostrado hasta la saciedad su personalidad explosiva y su incapacidad  de perdonar la traición.  Y es muy seguro, que buscará sacarse el clavo por lo que “le hizo Santos”. Debe haber planeado cuidadosamente su venganza donde Duque deberá jugar un papel fundamental.

Es claro que este bisoño político, que puede ser una buena persona e inteligente, no tiene el peso específico, ni el poder político, para atreverse a confrontar  a su poderosos mentor. Ya vio el costo que pagó Santos, a pesar de que este si tenía un nombre, y una larga y exitosa trayectoria política, además de contar con la maquinaria que lo respaldó hasta casi el final de su mandato.

En este escenario, donde Duque es el presidente, Petro y Uribe serán los protagonistas de muchos enfrentamientos, donde el primero se sentirá con el derecho de agitar las movilizaciones sociales, para compensar la minoría en que estará en el Congreso. Ya vio que es muy rentable azuzar a las galerías para obtener réditos políticos. Y con la habilidad que ya demostró, como senador en el pasado, aprovechará todas las oportunidades para denunciar a sus adversarios y posicionarse para la siguiente elección.

Petro ya aprendió la lección. Cuando fue Alcalde, convocó a sus seguidores a la Plaza de Bolivar, y con una retórica incendiaria, logró impedir que lo sacaran de su puesto por las arbitrariedades cometidas en el tema de las basuras y su pésima gestión. Con la misma mecánica, que le dio tantos frutos, como jefe de la oposición, la seguirá utilizando para  canalizar el descontento de mucha gente y aumentar su respaldo político.

Pero también, dado el vacío que deja la desaparición de los partidos tradicionales, Petro aprovechará al máximo el arma de los movimientos sociales, que tendrán un papel cada vez más protagónico, como consecuencia de lo pactado con las FARC. Ya demostraron su impacto durante el gobierno de Santos, cuando se dieron los pasos y los levantamientos de los cafeteros, los camioneros, y las protestas sociales en el Catatumbo y en sur del país.

Y para agravar el escenario, Petro habrá legitimado la lucha de clases como arma política para echarle más gasolina a la hoguera de un país dividido.

Ahora veamos el escenario donde Petro llega a la Presidencia de a Colombia. Este escenario es especialmente grave, no solo por la visión que traería a la primera magistratura, sino por una razón que increíblemente no ha tenido la suficiente divulgación. Y me explico.

La moral pública se refiere a las acciones que afectan a la sociedad y la gobierno. En este sentido, significa cuidar como algo sagrado el patrimonio público. Cuando Petro fue alcalde, tomó unas decisiones que afectaron en materia gravísima las fianzas de Bogotá: el manejo de las basuras, la reducción de las tarifas de Transmilenio y los miles de contratos que dejó al salir de su mandato para dejar amarrado a su sucesor.

Lo increíble de este caso, es que para evitar su destitución, recurrió  a todo tipo de trucos legales, como el uso indebido de las tutelas. Y a pesar de que el Concejo de Estado hecho para atrás la medida del Procurador de la época, Petro fue condenado posteriormente  por la Contraloría  Distrital,  a pagar  la una multa de $97.000 millones por el detrimento patrimonial demostrado que tuvo Bogotá, multa que ha evitado pagar porque se declaró en bancarrota.

Cuando se cometen errores, o se toman malas decisiones, en el manejo del patrimonio público, se debería tener consecuencias jurídicas y también políticas. Curiosamente, con Petro, esto no ha sido así. Al igual que Uribe, parece que estos dos dirigente políticos, tienen una capa de Teflón, que les permite salir impunes de situaciones que son inadmisibles.

En el caso de Petro, se genera un nefasto antecedente, a pesar de su demostrada ineptitud en el manejo del patrimonio público. Y ahora este señor aspira a ser presidente de Colombia. Increíble !!!. Ahora estamos viendo el surgimiento de un grupo de políticos intocables por las entidades de control. Aleluya !!!.

Y aquí vale la pena resaltar lo siguiente. El acuerdo de las FARC, finalmente se hizo aceptando un alto nivel de impunidad por los delitos atroces que este grupo cometió. Esto ha suscitado una gran escándalo por parte de quienes se opusieron al acuerdo. Sin embargo, la impunidad de Petro, después de haber sido condenado por malversar el patrimonio público, y de quebrar la moral pública, no ha suscitado un rechazo similar, ni salió con fuerza en los debates que se dieron. ¿Porqué?

Pero algo aún  más aberrante. El ex alcalde Mockus, paladín de lo sagrado del manejo de los recursos públicos, rompió este concepto, tema que siempre defendió. Ingenuamente cayó en la trampa de Petro y hoy lo respalda. Increíble la falta de coherencia de quien se ha posicionado como un defensor del correcto manejo en la administración pública.

Pero para terminar este escenario, donde a pesar de lo anterior, llega un individuo como Petro al poder, la situación para su gobierno no puede ser más compleja. Primero, porque su situación legal debería tener alguna consecuencia. Segundo, por la profunda desconfianza que genera. Y tercero, porque tendría el 75% del Congreso en contra. La gobernabilidad sería muy difícil, como le sucedió cuando fue alcalde y tuvo al Concejo en oposición.

Pero si llega a ser presidente la situación es aún más difícil . Los problemas serán mucho más complejos, especialmente en el campo económico donde el palo no está para cucharas. Hay un alto riesgo de una parálisis en las inversiones con un costo inmenso para el pais. El ejemplo lo tenemos en las narices con Venezuela, lo que le sucedió al Brasil y a la Argentina , para sólo citar estos ejemplos.

Como se puede observar, hemos llegado al final de un tortuoso proceso donde el ciudadano se ve forzado a elegir entre dos extremos que tienen un impacto muy negativo para el futuro del país. Ninguno de los dos tiene una posibilidad cierta de poder ayudar a sanar las heridas de un país que ha sangrado por tantos años. De hecho, desde las dos puntas del espectro político, nos veremos abocados a más confrontaciones y a una potencial lucha de clases con consecuencias imprevisibles para Colombia.

La suerte está echada, ahora si que necesitamos que este sea el pais del Sagrado Corazón.


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