El poder del lenguaje

Por: Francisco Manrique

Cuantas veces se ha encontrado usted con los siguientes comentarios: “con esa persona yo no me puedo entender”, o “dialogar con esa persona es imposible”, o “me cuesta mucho trabajo tener con esa persona una buena conversación”, o “el problema es comunicación”, o “me cuesta mucho trabajo llegar a un acuerdo con esa persona porque no me escucha”

Y podrían extenderme con muchos más comentarios similares, que tienen un común denominador, lo que nos hace únicos a los seres humanos: el uso del lenguaje y el acto de la escucha para conectarnos con los demás.

lenguaje chat habla

Pixabay

Hace más de una década que tuve la oportunidad de participar en el proceso de Coaching Ontológico, donde aprendí a valorar el papel que tiene el lenguaje en las relaciones humanas. Hablar es tan natural como respirar, y sin embargo, no estamos conscientes de las implicaciones que tiene la palabra para abrir o cerrar posibilidades en las interacciones que tenemos con los demás.

El uso del lenguaje está íntimamente ligado con la acción en los seres humanos. ”Al hablar se puede esperar que ciertas cosas pasen”. Nos lo recuerda el chileno Rafael Echeverría en su libro Ontología del Lenguaje.

Hasta la aparición del alfabeto en Grecia hacia el año 700 AC, el lenguaje usado en las comunicación verbales, sirvió para contar historias a través de las cuales, se pasaba la tradición de una generación a la siguiente, representada en narrativas y fábulas. La comunicación verbal a través del lenguaje, sirvió para ir construyendo las bases de la cultura , representada por los valores y las creencias, que eran compartidas en una sociedad y transmitidas hacia adelante.

Con la aparición del alfabeto, apareció el texto escrito que le quitó un papel protagónico al orador. Se pasó del lenguaje de la acción al mundo de las ideas. La reflexión y el pensamiento racional comenzaron a remplazar el relato oral de los acontecimientos. Estas fueron las bases para el desarrollo de la filosofía y el pensamiento científico y para los cambios fundamentales en la evolución de los seres humanos. Se dio oriegen al “lenguaje del ser” y se priorizó el papel y el poder de la “razón” y el “pensamiento racional”  para poder explicar el mundo que nos rodea.

Estos cambios tuvieron un problema serio: pasaron el papel del lenguaje a un segundo plano. Sin embargo, gracias al desarrollo de la electrónica, que nos introdujo al mundo digital, y con este al de la convergencia de medios en lo que hoy se llama “la multimedia”, el lenguaje ha vuelto a ocupar un papel protagónico para la comprensión de la vida humana.

Estos cambios han dado origen a la ontología del lenguaje para reunir estos nuevos desarrollos como “base para observar los fenómenos humanos, desde una perspectiva no metafísica”  como lo afirma Echeverría en su libro. En esta obra se establecen tres postulados que resaltan el papel del lenguaje: los seres humanos son seres lingüísticos, se crean en en el lenguaje, y este es a su vez generativo y fundamental para entender a los fenómenos humano”.

Con estas nuevas perspectivas del lenguaje, propuestas por los chilenos Echeverría, Maturana y Olaya, se ha facilitado el entender el papel del lenguaje en la actualidad. Recomiendo la lectura del libro mencionado anteriormente para quienes quieran profundizar sobre la materia.

Aquí me quiero detener en uno de los postulados propuestos: el poder generativo del lenguaje. Tradicionalmente a este solo se le había dado un papel pasivo para “describir lo que veíamos del mundo exterior, o para expresar lo que pensamos y sentimos del mundo interior. La realidad existía por fuera del lenguaje. Hoy la visión ha cambiado: “el lenguaje hace que sucedan las cosas, altera el curso espontáneo de los acontecimientos, crea realidades, y en resumen es acción”.

En este punto vale la pena dar un ejemplo. Cuando una persona está trabajando en algo que necesita la aprobación de otra, y está le dice <<no>>, cambia el curso de los acontecimientos para quien pidió la autorización de continuar. Suena simple pero es muy profundo este concepto, porque suspendió la acción, de lo contrario habría promovido su continuación.

Como también nos lo recuerda Echeverría  hay otros ejemplos en lo que una persona dijo lo que dijo y cambio el curso de la historia. Un buen caso que se me viene a la cabeza,  fue el de Churchill cuando se enfrentó a Hitler, con su famoso discurso donde prometió “sangre, sudor y lágrimas”a los británicos y los invitó a la acción.. Creo una nueva realidad y de ahí, el poder generativo del lenguaje al que cada vez más se le da mayor valor.

Dado este poder que tiene el lenguaje, opera como una llave que abre o cierra posibilidades , y por lo tanto, “modelamos el futuro” al cambiar la realidad.

Pero hay otra consideración muy importante: la forma como utilicemos el lenguaje, define nuestra identidad ante los demás y ante nosotros mismos, así como la de las cosas externas que describimos. Dependiendo de las distinciones lingüísticas que usemos, aparecerán o desaparecerán para nosotros.

He querido hacer esta corta exposición sobre el papel del lenguaje, como un abrebocas   para tratar  más adelante en otros Posts, el poder de las conversaciones y los diferentes tipos que existen. También, los errores más comunes que cometemos cuando conversamos y del papel, que tienen los diálogos para cambiar nuestra realidad. Todos ellos son temas cada vez más críticos, en momentos como los actuales, donde los necesitamos para coordinar acciones colectivas, acordar consensos de acciones compartidas.


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