Escribir el libro de la vida para hacer la diferencia

Por: Francisco Manrique.

En este Post, quiero compartir con el lector, las palabras que dirigí a los alumnos de la novena promoción de Origen Red de Liderazgo, el día de su grado. En ellas consigné mi visión de los retos y oportunidades, que enfrenta la formación de los nuevos líderes, que la sociedad colombiana urgentemente necesita.

En estos últimos meses, ustedes han sido partícipes activos de un viaje y de una aventura, a la vez. Pasaron por un proceso muy exigente de selección, para luego vivir la experiencia que significa confrontar sus sueños con sus temores, sus capacidades con sus debilidades, su pasado con su presente, pero sobre todo con su futuro. El proceso que hoy concluye en su primera etapa, es a su vez, el comienzo de un gran reto para todos ustedes, ya que está enmarcado dentro de unas grandes preguntas personales: ¿ Cómo quiero yo escribir hacia adelante la historia de mi vida?, ¿Cómo quiero yo hacer la diferencia? ¿ Porqué quiero yo ser recordado?, ¿Cómo puedo yo ejercer el rol del liderazgo?

La invitación que aceptaron de vincularse a Origen, alrededor del tema del liderazgo, les abrió un espacio para que se atrevieran a hacerse estas preguntas, cuando aún tienen por delante muchos años de vida productiva. No se imaginan lo afortunados que son ustedes al poder reflexionar cuando se está en esta etapa del camino, y no tener que lamentarse muchos años después, cuando ya es demasiado tarde. El libro de la vida lo escribe cada quien, con sus decisiones y acciones, que hacen la diferencia. Debe ser muy duro recorrer hacia atrás las páginas de este libro y encontrarse que la mayoría de ellas, están en blanco.

Hoy, ustedes forman parte de una grupo de casi 450 personas jóvenes, que provienen de diferentes historias y experiencias, pero que tuvieron la fortuna de encontrarse, en el camino de vivir la aventura de la vida, en un espacio al cual fueron muchos los llamados y pocos los escogidos. Origen Red de Liderazgo, es el espacio que les ha brindado la oportunidad de atreverse a proyectar sus sueños, a imaginarse hacia adelante como actores relevantes, en la construcción colectiva de las nuevas realidades, que necesita la sociedad colombiana.

En este espacio sagrado de convivencia, ustedes han construido juntos una visión y un lenguaje compartidos, alrededor de la palabra “LIDERAZGO”. Dejar huella, hacer la diferencia, es desde hoy, el mandato que justifica, el que hallan sido elegidos para este proceso. Lo que pasó durante estos meses que compartieron, vivieron, lloraron y rieron juntos, es sólo el primer paso del gran reto para ayudar activamente, a la transformación positiva de su entorno.

Colombia ha estado anclada en una historia de violencia, de enfrentamientos y de agresividad muy preocupante. Déjenme darles algunas estadísticas. En el año 2013, se reportaron 14.000 homicidios, de los cuales, 2.000 fueron atribuidos a los grupos en armas. Esto significa que 12.000 personas fueron asesinadas en otros espacios de la vida cotidiana. Cuando una sociedad tiene índices de muertos por causas violentas por encima de 8 por cada 100.000 habitantes, se considera que es una pandemia. Bogotá tiene un indicador de 16 y el indicador para el país es de 23.

Nuestra sociedad está afectada por el Ebola de la violencia. Parece que somos incapaces de dirimir nuestras diferencias utilizando métodos, no violentos. Esa es la historia que cargamos en nuestras conciencias desde hace muchas décadas. Para modificar esta narrativa, el país está pidiendo a gritos que surjan nuevos líderes como ustedes, dispuestos a servir y ayudar a enfrentar los grandes desafíos de cambio, de la sociedad colombiana.

Acometer la construcción de esta nueva narrativa, implica que haya líderes, que con su ejemplo y comportamiento impecable, modelen las nuevas formas de relacionamiento y manejo de nuestras diferencias. Necesitamos muchos líderes que demuestren que, el desarme de los espíritus, es un camino mucho mas productivo, al de la descalificación sistemática de quienes no piensan de manera similar a uno.

El no lograrlo, seria aceptar que la polarización, la agresión, y la violencia, definan nuestro futuro. Y si seguimos por este camino, significa que sigamos añadiendo más víctimas a los seis millones de personas que han sufrido las consecuencias, durante medio siglo de barbarie.

Cambiar de rumbo, requiere de líderes que digan “no mas, porque hay otras formas para manejar nuestras diferencias”. Para ello, hay que acudir al talento y la creatividad, para encontrar respuestas innovadoras a los múltiples retos que enfrenta nuestra sociedad .

Fredy y Wilson, ex integrantes de la Policía, y quienes perdieron su visión por un ataque contra ellos, y Regis y Lucho, ex combatientes de las FARC, fueron cuatro miembros de la segunda promoción del 2014. Ellos cuatro, son el mejor ejemplo de reconciliación y de lo que es posible en Colombia. Sus historias, y el proceso que vivieron durante los meses que compartieron en Origen, donde se se encontraron y reconocieron , deberían de multiplicarse para sustentar la nueva narrativa de nuestro país. Origen debe ser un espacio de experimentación , para avanzar en esa dirección,

Y hablando de experimentar, los proyectos que ustedes hicieron durante el mes de trascender, son otro lindo ejemplo de lo que es posible. Necesitamos nuevos líderes, como ustedes, que tomen la decisión de dejar de ser unos espectadores de la historia, para convertirse en los constructores activos e inspiradores de la nueva realidad que todos soñamos y queremos, para la nueva narrativa que necesita Colombia para su futuro .

Quiero dejarles un mensaje: No importa cúal sea su profesión u oficio, no importan cuales sean sus intereses y vocaciones, no importa la dirección que tomen en la ruta de existencia. Lo fundamental, es que todos ustedes, cuando repasen las páginas del libro de sus vidas, les quede la satisfacción de haber hecho su mejor esfuerzo por impactar y transformar la vida de mucha gente. Ustedes hicieron la diferencia.

Hoy salen con la llama del piloto prendido. Muchos son los sueños y las ilusiones hacia adelante. Pero como todo en la vida, si esta llama no se alimenta, se va apagando hasta que finalmente se muere. Por esta razón, es que les mencionaba que, lo que hoy concluye, es sólo el principio de una nueva etapa.

Sólo si ustedes son capaces de pararse desde una posición distinta en la vida, podrán aprovechar las experiencias y aprendizajes que vivieron en Origen. Espero que estas vivencias, les sirvan para alimentar la llama cuyo brillo debe iluminar su ruta, y la de muchas otras personas, con quien ustedes se encuentren más adelante en sus vidas. Con esta llama, será posible dejar una estela que muestre a otros el camino, para unirse en el trabajo de construir una Colombia más equitativa, incluyente y competitiva.

Pero nuestra invitación, no solo es a que continúen su proceso individual, sino que también aporten activamente a la Red de Liderazgo de los ex alumnos de Origen. Queremos que ustedes se sumen a otros colegas que ya han pasado por la experiencia de estar con nosotros. Estoy seguro que entre todos podremos hacer la diferencia.

¿Qué posibilita lograr tener una red activa que aglutine a personas que, como ustedes, comparten una visión retante de ayudar a transformar a nuestro país y sus organizaciones?.

Mi respuesta es muy sencilla, un propósito superior que les debe de dar sentido a lo que hagan en sus vidas. Cuando uno tiene la fortuna de encontrarse con personas que se atreven a soñar en grande, que tienen unos valores compartidos donde la ética, confianza, la diversidad, la inclusión y la colaboración, sirven de marco para el actuar en el curso de sus vidas, es posible pensar en proyectos que hagan la diferencia. Pero además, en el entorno de la Red que estamos conformando, estas iniciativas colectivas deben de ser modelos de rol, que inspiren a muchos otros colombianos a seguirlos, y repito, a hacer la diferencia.

La construcción de iniciativas colectivas es un gran reto en nuestra cultura individualista. Un cambio se inicia normalmente cuando alguien tiene una buena idea para enfrentar un problema, porque no está satisfecho con el status quo. Pero el truco es que ” mi idea” sea comprada por otras personas para que la conviertan en ” nuestra idea”.

En el mundo actual, la convergencia de disciplinas y de puntos de vista, es un imperativo y esto requiere liderazgo. Solo sumando muchas mentes y voluntades, una buena idea, se puede enriquecer y convertirse en un gran proyecto, que cambie la realidad de una comunidad.

Recuerden, el verdadero líder es el que es capaz de orquestar el esfuerzo colectivo y dejar que otros se lleven los méritos. Normalmente, quien realiza un ejercicio sobresaliente de liderazgo, lo realiza de manera invisible para mucha gente. Yo se que esto suena contra intuitivo, especialmente en culturas como las nuestras, que dan origen a los caudillos como Chávez y Uribe, de los cuales se esperan milagros pero que generan grandes dependencias. Es bochornoso el impacto que esto puede tener en una sociedad, no es sino observar , que sucede en nuestro vecino Venezuela.

Mirando hacia adelante, quiero invitarlos a imaginarse escribiendo el libro de sus vidas haciendo la diferencia. Quiero que se atrevan a exponerse, a arriesgarse, a ser vulnerables. Recuerden la definición del liderazgo, que yo les compartí al iniciar este viaje: ” es el proceso pedagógico, que mediante preguntas y no respuestas, busca que otros acepten el cambio”. Y también que la palabra LIDERAZGO, tiene sentido sólo en el contexto de otra palabra: CAMBIO.

Cuando no hay respuestas claras a problemas complejos, cuando otros esperan que las hayan, pero el líder sabe que no las puede dar, es fundamental el arriesgarse a mostrar esa vulnerabilidad. Este gesto sincero engrandece. El reto de adaptación que una comunidad tiene que hacer, en épocas de turbulencia y cambio, es muy grande. El rol que ustedes tienen que jugar, es el de confrontarlos para que asuman su propia realidad. Y esto es LIDERAZGO. Sólo así, se hace la diferencia

Todos los colombianos, tenemos la oportunidad de escribir un capítulo diferente de nuestra historia, de construir una nueva narrativa. No será una tarea fácil, como lo demuestran otras experiencias internacionales, pero será más llevadera, si el país cuenta con líderes, que desde diferentes sitios, y con diferentes perspectivas, ayudan activamente a hacer la transición más fácil. Y ustedes están hoy preparados para responder a este llamado.

Conjugar el verbo perdonar será fundamental para el éxito del proceso. Son muchas las heridas y la sangre derramada por más de cincuenta años , y esto será posible si hay personas dispuestas a dar el ejemplo y liderar el camino de un pais que decidió vivir en paz. Ese es el nuevo capítulo de la historia que nos merecemos. Ustedes forman parte de la nueva generación que puede y debe ayudar a hacer de este sueño una realidad, porque ustedes van a hacen la diferencia.

Bienvenidos al grupo que tomó la decisión de hacerlo y se atrevió a construir la nueva narrativa de Colombia.


 

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