El clima está cambiando. ¿Cómo puedo ayudar? – Parte 2

El clima está cambiando. La alimentación y la agricultura también. ¿Cómo puedo ayudar?


Iniciativas frente al clima que pueden cambiar el mundo:

Nuestro planeta se está calentando. Los glaciares se están derritiendo, el nivel del mar está subiendo, y los fenómenos meteorológicos extremos como sequías, ciclones e inundaciones son cada vez más habituales.

Todos estos eventos tienen dos cosas en común:

  1. Tienen sus peores efectos sobre las personas más pobres del mundo -muchas de las cuales son agricultores- y hacen que les sea más difícil cultivar alimentos; y
  2. Amenazan el objetivo de acabar con el hambre en el mundo en 2030.

La buena noticia es que podemos ayudar. Tenemos que consumir menos energía o usar fuentes de energía menos contaminantes, salvar nuestros bosques, desperdiciar menos y proteger los valiosos recursos naturales del planeta, como el agua y la tierra, entre otras cosas.

¿Qué puede hacer USTED al respecto? Puede luchar contra el cambio climático cambiando sus hábitos cotidianos y tomando decisiones simples.


Glaciar Argentina energía

AFP PHOTO / MINISTERIO TURISMO DE LA NACION


Desperdicie menos:

Al igual que la huella de carbono que producimos todos los años, liberando gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono (al viajar en automóviles o aviones y usar la electricidad, por ejemplo), también producimos una huella a través de las emisiones ocultas de los alimentos que elegimos para comer.

A diferencia del automóvil, usted no puede ver la emisión de gases de efecto invernadero de su cena, pero la trayectoria oculta de un almuerzo desde la granja hasta el plato está llena de procesos que emiten carbono. Además de comer más verduras o legumbres y menos carne, también podemos reducir el desperdicio de las maneras que enunciamos a continuación.

Compre solo lo que necesita:

Planifique sus comidas, haga una lista de la compra y aténgase a ella, evitando las compras compulsivas. ¡No sólo desperdiciará menos, también ahorrará dinero.

Elija frutas y hortalizas de aspecto poco atractivo:

Pruebe algunas frutas y verduras de aspecto poco atractivo y haga uso de alimentos que de otro modo podrían desperdiciarse. Las frutas o verduras de aspecto extraño a menudo se desechan porque no cumplen con los estándares estéticos. Pero, de hecho, su sabor es el mismo, si no mejor.

No se deje engañar por la etiqueta:

Hay una gran diferencia entre las fechas de “consumo preferente” y la “fecha de caducidad”. A veces los alimentos siguen siendo inocuos pasada la fecha de “consumo preferente”, mientras que es la “fecha de caducidad” la que indica cuando ya no es inocuo para comer. Pero compruébelo antes de tirarlo.

Limite el consumo de plástico:

Compre productos mínimamente envasados, lleve su propia bolsa cuando vaya a comprar, utilice botellas de agua y tazas de café rellenables.

Recicle papel, plástico, vidrio y aluminio:

Recicle papel, plástico, vidrio y aluminio y reduzca la cantidad de residuos que acaban en los vertederos.

Almacene los alimentos de forma inteligente:

Cuando llene sus aparadores o nevera, sitúe los alimentos más antiguos adelante y los nuevos en la parte posterior. Una vez abiertos, utilice recipientes herméticos para mantenerlos frescos en la nevera o paquetes cerrados para evitar que los insectos los echen a perder.

Utilice los sobrantes:

Si ha cocinado demasiada comida, ¡no la tire a la basura! Congele una parte para otro día o transfórmela en algo diferente para el día siguiente. Si está en un restaurante, menos es más. Pida media porción si cree que una entera puede ser demasiado grande y solicite llevarse a casa las sobras. Una vez más, ahorrará alimentos y dinero.

Elabore abono para las plantas:

Resulta inevitable desperdiciar algún alimento, ¿por qué no crea un cubo de compostaje de restos de frutas y verduras? El compostaje de restos de comida puede reducir el impacto climático al tiempo que recicla nutrientes y da un impulso a su huerta.


FAO


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SOURCE: FAO

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