Cómo el derecho al voto suscita el interés por la política

Por: Razvan Vlaicu.

En un estudio publicado recientemente, Carlos Scartascini y yo examinamos datos de 2004-2016 para medir el nivel de participación electoral en la región. Queríamos ver si, por tener derecho al voto, los ciudadanos de la región mostraban mayor interés y compromiso político. Detectamos indicios alentadores.

políticos elecciones democracia consulta popular

Imagen cortesía de Iosphere en FreeDigitalPhotos.net

Utilizamos datos sobre actividades políticas, tomados de AmericasBarometer, una encuesta realizada por el Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP) de Vanderbilt University. Observamos que tener derecho al voto tiene un efecto positivo en el compromiso político. De hecho, en una evaluación de los países de las Américas, descubrimos que los jóvenes que adquirieron derecho al voto en las elecciones más recientes expresaron en promedio 9,2% mayor nivel de interés en la política y 12,6% mayor frecuencia en hablar de política que los jóvenes de edad similar que aún no pueden votar, aunque los primeros no estuvieran necesariamente inclinados a consumir más noticias políticas.

También expresaron una participación en reuniones políticas 7,1% más alta y una comprensión de los asuntos políticos de la nación un 3,4% mayor, mientras hubo un aumento del 4,8% en la capacidad de responder preguntas políticas básicas con precisión.

Una tradición en economía política argumenta que pueden existir motivos racionales para no salir de la ignorancia política. Después de todo, adquirir conocimientos sobre asuntos políticos es costoso en tiempo y dinero y, como individuos, son muy limitadas las probabilidades de cambiar la formulación de políticas o afectar el resultado de unas elecciones.

En este contexto, nuestros resultados son alentadores. Demuestran que en las Américas, por lo general, los electores habilitados ejercen su derecho al voto,  y a pesar de que sus efectos solo pueden sentirse como parte de un colectivo, hacen un esfuerzo por educarse a sí mismos en asuntos políticos. Esto es fundamental dado que las democracias eficaces dependen de que ciudadanos informados elijan a sus representantes y den a conocer sus preferencias en materia de políticas mediante actividades políticas.

Desde luego que la edad y el nivel de ingresos marcan diferencias. Los electores mayores y mejor educados enfrentan menos obstáculos a la hora de adquirir información política. Por consiguiente, muestran estadísticamente mayores niveles de conocimientos y de interés por la política que los electores menores y más pobres.

Por otra parte, el voto obligatorio, habitual en América Latina, tiene efectos independientes. En Argentina, Brasil, Ecuador y Perú no solo es obligatorio, sino que se hace cumplir mediante la imposición de sanciones. En estos países hay un considerable aumento del interés político entre los electores habilitados, así como en la socialización o en las discusiones políticas, eso se explica, al menos parcialmente, por el voto como obligación. Cuando están obligados a votar, los ciudadanos pueden sentirse presionados, por un deber cívico, a informarse sobre los candidatos y los asuntos políticos. Tras haber votado, es posible que también sientan un mayor deber cívico y un afán por supervisar el desempeño de los políticos por quienes votaron.

Sin embargo, el hecho de que exista mayor compromiso cívico por el simple hecho de tener derecho al voto, y no porque se tenga la obligación de hacerlo, indica cierta fe en las urnas. Ni siquiera los ataques contra la prensa parecen poner esto en riesgo.  De hecho, en aquellos países en donde los medios informativos se encuentran bajo la presión de grupos armados y bandas delincuenciales, los ciudadanos parecen estar más interesados en política, aunque se les dificulta más transformar su interés en cambios factibles.

En resumen, el derecho al voto parece aumentar el compromiso político, una fuente de democracia y un indicio positivo en una región donde los escándalos de corrupción y las economías estancadas representan una amenaza para las instituciones democráticas. Dando mejor respuesta a las necesidades de sus ciudadanos, los gobiernos de la región podrían promover un mayor interés político y una mayor participación.


Razvan Vlaicu es Economista de investigación senior en el Departamento de Investigación del Banco Interamericano de Desarrollo.


Nota publicada en el blog “Urbe & Orbe” del Banco Interamericano de Desarrollo BID, reproducido en PCNPost con autorización.


Posts relacionados:

¿Porqué los políticos compran votos?

No hay otra oportunidad: su voto cuenta


SOURCE: Los Blogs del BID

Debes loguearte para poder agregar comentarios ingresa ahora