Salud en el 2018, ¿A qué estar atentos?

Por: Andrea Proaño Calderón.

Como ya lo hemos dicho, la salud ha mejorado, pero no para todos. ¿Cuál es el panorama de la salud y qué retos suponen en este nuevo año? Repasamos 5 temas clave que seguirán demandando atención prioritaria en la agenda de salud pública de la región.


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1. Esperanza de vida: A nivel global, se ha incrementado la esperanza de vida a 73,8 años para las mujeres y 69,1 para los hombres. A pesar de esta diferencia, las mujeres se enfrentan a peores condiciones de salud. Más allá de eso, hay otra trampa.

A mayor esperanza de vida, mayores retos para los sistemas de salud, particularmente en países con una gran proporción de adultos mayores como Uruguay, Chile y Costa Rica. Por ejemplo, se espera que para 2050, 2.000 millones de personas serán mayores de 60 años y se cuadruplicará el número de ancianos que requerirán apoyo para realizar actividades cotidianas. Además, vivir más tiempo no necesariamente significa vivir mejor, como demuestra el caso de México, donde el deterioro del estado de salud de los adultos mayores se ha convertido en un desafío.

2. Enfermedades crónicas: Las principales causas de defunción, responsables de casi el 70% de muertes en el mundo, son 1) las enfermedades cardiovasculares, 2) el cáncer, 3) la diabetes y 4) las enfermedades pulmonares. Esto se debe al aumento de los factores de riesgo, incluyendo el consumo de alcohol y tabaco, el sedentarismo, los alimentos altos en contenido calórico no nutritivo y a la reducción en la prevalencia de las enfermedades transmisibles.

Ninguna de estas condiciones discrimina por edad, ya que cualquier persona puede padecerlas, pero la prevalencia de las enfermedades crónicas sí aumenta con la edad. Parecería que el estatus socioeconómico influye todavía más. Por ejemplo, en América Latina se están viendo niveles preocupantes de sobrepeso en los adultos e inclusive, obesidad infantil en hogares de menores ingresos.

3. Salud mental: En los últimos 23 años se ha incrementado en un 50% el número de pacientes en el mundo con depresión o ansiedad. Eso no es todo. En 2016 los trastornos depresivos mayores estaban entre las 10 primeras causas de enfermedad en casi todos los países del mundo, menos en 4. Estos datos, ya de por sí alarmantes, se agravan si consideramos que la tristeza crónica, otro nombre quizás menos tabú para la depresión, y la ansiedad, tienen consecuencias fatales, el suicidio.

Casi 800.000 personas se suicidan cada año y es la segunda causa de muerte entre los jóvenes. La prevención no es un sueño imposible. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que en casi el 50% de los casos, es posible identificar los trastornos mentales antes de los 14 años. Finalmente, no podemos olvidar la deuda pendiente con las mujeres que dominó la opinión pública en 2017.

Los estragos de la violencia machista derivan en graves consecuencias para la salud mental de las víctimas, incluyendo pensamientos suicidas y los ya mencionados trastornos depresivos y de ansiedad. Estos datos deberían conmocionarnos: en América Latina mueren diariamente 12 mujeres por el solo hecho de ser mujer.

4. Salud materno-infantil: La tasa de mortalidad neonatal no está descendiendo a tiempo para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, fijados para 2030. De hecho, la proporción de muertes de niños durante el primer mes de vida está aumentando. ¿Qué podría salvar hasta 22.216 bebés por año? Una opción es la lactancia materna exclusiva. Por supuesto, la solución definitiva para disminuir la mortalidad tanto de los niños, como de sus madres es mayor y mejor cobertura de atención prenatal calificada, acompañada de una buena dosis de innovación costo-eficiente. Invenciones novedosas como el balón intrauterino, con un costo de tan solo 5 USD dólares, podrían prevenir las hemorragias durante el parto que en 2015 se cobraron la vida de 1.344 mujeres en América Latina.

Las soluciones locales también tienen muchísimo que aportar. Nicaragua y Honduras han logrado disminuir sus tasas de mortalidad materna de 102 y 182 muertes por cada 100.000 nacidos vivos, respectivamente, a menos de la media de 85 en la región.

5. Discapacidad: Más de mil millones de personas en el mundo tienen algún tipo de discapacidad. Ellas se enfrentan a múltiples escenarios discriminatorios para acceder a servicios de educación y salud o entrar al mercado laboral. De hecho, casi 26 millones viven con menos de un dólar por día y el 5,6% son niños, haciéndolos triplemente vulnerables. Las personas en los países y zonas de ingresos bajos (muchos de ellos en nuestra región), las mujeres y los ancianos suelen ser más vulnerables a la discapacidad.

Entre América Latina, África y Asia, por ejemplo, son 30 millones las personas que necesitan atención profesional para rehabilitación en casos de discapacidad física. La buena noticia es que, mientras más elevamos la voz sobre esta realidad, más oportunidades hay para que la innovación dé un paso al frente y ofrezca soluciones viables.

Tras estos 5 puntos que aún quedan por resolver, hablemos de algo positivo: la innovación en el ámbito de la salud. Quedan advertidos queridos lectores, este año tocaremos mucho el tema. No meramente por sumarnos a las tendencias mundiales, sino porque sabemos que es una herramienta tangible cuyo potencial para mejorar vidas ya estamos viendo en América Latina y el Caribe. Desde prótesis 3D y cloud computing para telemedicina, hasta crowdsourcing y mapeo inteligente para combatir las enfermedades transmitidas por mosquitos.

Y no se trata solamente de tecnología. Es hora de romper paradigmas y utilizar la creatividad para adaptarnos a las necesidades de las personas, desde los hospitales hasta los rincones más remotos. Sumando a los ejemplos positivos mencionados a lo largo de este post, también programas como los de transferencias condicionadas en nuestra región han hecho una gran parte por mejorar la salud de los niños y jóvenes.

Pero, como es evidente, queda muchísimo por hacer. Mientras más conozcamos sobre los retos de la salud, más proactivos podemos ser para brindar una respuesta oportuna. Tenemos un año más para volver a intentarlo. ¿Qué te comprometes a hacer por tu salud y la de tu familia este año? Cuéntanos en la sección de comentarios o mencionando a @BIDgente en Twitter.


Andrea Proaño Calderón es consultora en comunicaciones para la División de Protección Social y Salud del Banco Interamericano de Desarrollo.


Nota publicada en el blog “Gente saludable” del Banco Interamericano de Desarrollo BID, reproducido en PCNPost con autorización.


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SOURCE: Los Blogs del BID

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