Acelerar los avances hacia el desarrollo del capital humano y la inclusión financiera

Por: Jim Young Kim.

Presidente del Grupo del Banco Mundial.

La semana pasada, más de 11 000 delegados de los países miembros del Grupo Banco Mundial —provenientes de los sectores público y privado— se dieron cita en nuestras Reuniones Anuales en Indonesia este mes para analizar cómo podemos acelerar los avances hacia nuestros dos objetivos: poner fin a la pobreza extrema para 2030 e impulsar la prosperidad compartida del 40 % más pobre en todos los países del mundo.

Las tecnologías disruptivas generan oportunidades para el desarrollo, pero también ponen en riesgo esos objetivos. Los debates de la semana pasada se centraron en la naturaleza cambiante del trabajo, el tema de nuestro Informe sobre el desarrollo mundial  de este año. Si bien la tecnología y la automatización están eliminando algunos empleos, la innovación también crea nuevas ocupaciones y genera nuevos ámbitos profesionales que hasta hace unos años no existían. Aquellos que estén preparados para este futuro tendrán muchas oportunidades para alcanzar sus aspiraciones. Quienes no lo estén quedarán rezagados.


© Banco Mundial


Para ayudar a los países a maximizar las oportunidades y mitigar los riesgos de las tecnologías disruptivas, en las Reuniones Anuales presentamos dos herramientas nuevas.

En primer lugar, para ayudar a justificar las inversiones en las personas que tienen como objetivo prepararlas para el futuro, creamos el Índice de Capital Humano. Se trata de una medición que resume la cantidad de capital humano que un niño que nace hoy puede esperar alcanzar a los 18 años, teniendo en cuenta los riesgos de mala salud y educación deficiente que existen en el país en el que vive.

Nos centramos en los resultados, no en los insumos. Mirando hacia atrás, nos dimos cuenta de que las inversiones que hacíamos en las personas —para mejorar los resultados de salud y educación— guardaban una relación mucho más estrecha con el crecimiento económico de lo que creíamos.

Dado el ritmo de la innovación, es muy probable que esa relación se fortalezca en el futuro. Se incrementará la demanda de habilidades que complementen las nuevas tecnologías, como los conocimientos tecnológicos especializados, el pensamiento crítico y la capacidad para resolver problemas, así como de habilidades como la perseverancia, la colaboración y la empatía.

En segundo lugar, pusimos en marcha, con el Fondo Monetario Internacional, la Agenda de Bali sobre Tecnofinanzas, una guía para que los responsables de formular políticas fomenten el potencial de las tecnofinanzas y mitiguen los posibles riesgos. Las tecnofinanzas —incluida la banca electrónica, las transacciones a través de la telefonía celular y la cadena de bloques— están transformando la manera en que las personas manejan el dinero y hacen negocios en todo el mundo. Asimismo, están ampliando el acceso a las cuentas bancarias, al crédito y a los seguros.

Existe un potencial enorme: las dos terceras partes de los 1700 millones de adultos no bancarizados del mundo tienen teléfono celular, y las tecnofinanzas pueden ayudar a incorporarlos al sistema financiero.

Para demostrar de qué modo la tecnología puede contribuir a acelerar los avances hacia la inclusión financiera y el mejoramiento del capital humano, invitamos a algunos de los principales innovadores a participar de nuestras Reuniones Anuales. La Muestra de Innovación, organizada con el Gobierno de Indonesia y el Fondo Monetario Internacional, puso de relieve los avances en materia de salud, educación y tecnofinanzas.

En el ámbito de la salud, las soluciones tecnológicas pueden generar servicios que sean más eficaces en función de los costos y brinden una respuesta más adecuada a las necesidades. Algunos ejemplos incluyen el uso de la inteligencia artificial para suministrar datos que conduzcan a una toma de decisiones más informada, la telemedicina para aumentar la disponibilidad de los proveedores y especialistas de salud, y las herramientas de diagnóstico móviles que mejoran el acceso de las personas que viven en zonas rurales o alejadas.

La nueva empresa digital Babylon ha desarrollado una aplicación móvil que se sirve de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático para concertar consultas virtuales con médicos y profesionales de la salud. En Rwanda utilizan la aplicación más de 2 millones de personas, es decir, cerca del 30 % de la población del país de 16 años o más. Y, en abril pasado, Babylon anunció una alianza con WeChat en China, donde 1000 millones de usuarios pueden acceder a asesoramiento instantáneo sobre cuidado de la salud a través de sus teléfonos móviles.

La tecnología también puede contribuir a que los sistemas de educación y capacitación sean más flexibles y adaptativos, y ofrezcan una respuesta más adecuada frente a un contexto en el que la naturaleza del empleo evoluciona con rapidez. Puede potenciar las capacidades de los docentes y democratizar el acceso al mejor material didáctico proporcionando dicho contenido en línea. Asimismo, ofrece la posibilidad de un aprendizaje personalizado.

Un ejemplo es la aplicación Mindspark, que utiliza millones de datos provenientes de exámenes de estudiantes para detectar errores comunes que cometen los niños cuando resuelven problemas matemáticos y permite diseñar ejercicios correctivos para cada alumno. Esta plataforma ha ayudado a 80 000 estudiantes de toda India a mejorar sus habilidades matemáticas y en el idioma hindi por una fracción del costo de asistir a la escuela.

La Muestra de Innovación también puso de relieve innovaciones en tecnofinanzas que están ayudando a superar las brechas de financiamiento por razones de género, así como las que afectan a las pequeñas empresas, y a llegar a personas de países donde los sistemas financieros están poco desarrollados. Desde 2011, los productos innovadores y de bajo costo han brindado acceso a servicios financieros a 1200 millones de personas. En los últimos cinco años, más de 700 millones de personas se han incorporado por primera vez al sistema financiero regulado. Actualmente, alrededor de la mitad de los adultos envía o recibe pagos a través de medios digitales.

Gracias a los avances en el ámbito de las tecnofinanzas, hoy es más fácil iniciar un emprendimiento y hacerlo crecer. Una de las empresas presentes en la Muestra de Innovación fue Stripe, cuya plataforma de pagos ayuda a millones de emprendedores de todo el mundo. Tenemos previsto trabajar con Stripe para realizar encuestas a emprendedores de más de 100 países a fin de comprender mejor —desde cero— los obstáculos legales, regulatorios y burocráticos que enfrentan las empresas que operan comercialmente en Internet, y las políticas que ayudan a que prosperen los emprendimientos digitales.

Además, estamos trabajando para mejorar considerablemente nuestro desempeño cuando brindamos a nuestros clientes tecnologías, datos y conocimientos especializados que les permitan resolver los desafíos del desarrollo. Uno de los programas exitosos que estamos ampliando es TechEmerge, que ofrece a innovadores de tecnología de todo el mundo oportunidades de acceder a los mercados emergentes.

Solo en India, TechEmerge ha permitido vincular exitosamente a 17 innovadores mundiales con 15 proveedores privados de servicios médicos —desde hospitales de especialidades múltiples hasta centros de diagnóstico—, gracias a lo cual hoy en día se prestan servicios como el examen ocular móvil y pruebas para determinar la madurez pulmonar fetal.

Asimismo, buscamos formas innovadoras de asociarnos con empresas tecnológicas mundiales y regionales. Por ejemplo, recientemente pusimos en marcha la iniciativa Digital2Equal, que reúne a 17 empresas tecnológicas que operan en los mercados electrónicos para fomentar las oportunidades para las mujeres. Y nos asociamos con Amazon Web ServicesGoogle y Microsoft para crear el Mecanismo de Acción contra la Hambruna, una iniciativa conjunta del Grupo Banco mundial y las Naciones Unidas para elaborar el primer modelo que se servirá de la inteligencia artificial para predecir la inseguridad alimentaria.

Al elevar las aspiraciones y cambiar la naturaleza del trabajo, la tecnología hace que las inversiones en las personas sean más urgentes. Estamos preparados para ayudar a los países a realizar inversiones cruciales en su gente y aprovechar el potencial de la tecnología: brindando a las personas acceso al sistema financiero, mejorando la salud y el aprendizaje, y acelerando los avances hacia un mundo sin pobreza.


Nota publicada en Voces, Perspectivas del desarrollo del Banco Mundial, reproducida en PCNPost con autorización


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SOURCE: Voces, perspectivas del desarrollo

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