10 datos sobre las transfusiones de sangre, según la OMS

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las transfusiones de sangre permiten salvar vidas y mejorar la salud, pero muchos pacientes que las necesitan no pueden acceder a tiempo a transfusiones seguras. La necesidad de una transfusión de sangre puede surgir en cualquier momento, en las zonas tanto urbanas como rurales, y el hecho de que no haya sangre disponible para transfusión es causa de muerte y de sufrimiento para muchos pacientes.

Cada año se recogen en el mundo 108 millones de unidades de sangre, de acuerdo con las estadísticas de la OMS. Aproximadamente un 50% de esas donaciones corresponden a los países de ingresos altos, que solo representan un 15% de la población del planeta.

La OMS recomienda contar con una base estable de donantes regulares, voluntarios y no remunerados lo cual permite garantizar un suministro fiable y suficiente de sangre no contaminada. Los donantes regulares, voluntarios y no remunerados son el grupo de donantes más seguros, puesto que son los que tienen la menor prevalencia de infecciones transmisibles por la sangre.

A continuación los 10 datos sobre las transfusiones de sangre que se deben tener en cuenta:

  1. Las transfusiones de sangre permiten salvar vidas y mejorar la salud. Sin embargo, muchos pacientes que las necesitan no pueden acceder a tiempo a transfusiones seguras. Cada país debe asegurarse de que sus existencias de sangre son suficientes y no están contaminadas por el VIH, los virus de la hepatitis u otras infecciones que pueden transmitirse a través de las transfusiones.
  2. Las transfusiones de sangre se utilizan como apoyo de varios tratamientos. En los países de ingresos altos, las transfusiones se utilizan principalmente en apoyo de diversos tratamientos médicos avanzados e intervenciones quirúrgicas complejas, como las operaciones a corazón abierto o la traumatología. En los países de ingresos bajos y medios, en cambio, suelen utilizarse más en el tratamiento de las complicaciones relacionadas con el embarazo, el paludismo infantil con anemia grave o la traumatología.
  3. La única forma de garantizar el suministro de sangre segura es la donación periódica por voluntarios no remunerados. Solo se puede asegurar un suministro suficiente de sangre no contaminada mediante la donación regular por voluntarios no remunerados, que son los que tienen la menor prevalencia de infecciones transmisibles por la sangre. La prevalencia de dichas infecciones es más elevada en las donaciones por familiares o allegados y en las hechas a cambio de dinero u otras formas de pago.
  4. En 60 países el 100% de las donaciones son hechas por voluntarios no remunerados. En 2012, 73 países informaron de la recogida de más de 90% de su suministro de sangre de donantes de sangre voluntarios y no remunerados, entre ellos 60 países reúnen el 100% del suministro de sangre de los donantes de sangre voluntarios y no remunerados. Sin embargo, en 72 países, la cantidad de sangre procedente de donantes voluntarios no remunerados sigue siendo inferior al 50%.
  5. Cada año se recogen en el mundo unos 108 millones de unidades de sangre. Aproximadamente un 50% de esas donaciones corresponden a los países de ingresos bajos y medios, que, sin embargo, representan el 80% de la población del planeta. La tasa media de donaciones de sangre es unas 9 veces mayor en los países de ingresos altos que en los de ingresos bajos y medios.
  6. Las extracciones en los centros de sangre varían en función de los ingresos de los países. .
  7. Los habitantes de los países de ingresos altos donan sangre con más frecuencia que los de los países de ingresos bajos y medios. .
  8. La sangre donada debe analizarse siempre.
  9. Una sola unidad de sangre puede beneficiar a varios pacientes.
  10. Las transfusiones innecesarias exponen a los pacientes a riesgos innecesarios.

Ver reporte completo en: Organización Mundial de la Salud-OMS


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