Sin un lugar donde vivir: el sufrimiento de las personas refugiadas

Oxfam logoNos encontramos ante la crisis migratoria más grave desde la Segunda Guerra Mundial. Millones de personas se han visto obligadas a arriesgarlo todo para huir de terribles conflictos y desastres, y de la pobreza. En todo el mundo, más de 60 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares. La mayor parte –más de 38 millones– se encuentran desplazadas dentro de su propio país. Otras han buscado cobijo en países vecinos o continúan desplazándose, poniendo en peligro sus vidas en arriesgados viajes en busca de un lugar seguro donde vivir.

Y, sin embargo, tras haber escapado a un sufrimiento inimaginable, muchas de estas personas no encuentran más que fronteras cerradas, hostilidad, discriminación, abusos y cosas aún peores. Sumidas en la pobreza por circunstancias que escapan a su control, aterrorizadas por lo que el futuro les pueda deparar, estas familias en situación desesperada necesitan seguridad y protección, y tienen derecho a ser tratadas con dignidad.


Hawa, de 50 años vive con cuatro de sus diez hijos en un campo para personas desplazadas internamente en Harisso (Etiopía). Debido a la sequía ha perdido 400 lechones y otras 100 cabezas de ganado. Oxfam

Hawa, de 50 años vive con cuatro de sus diez hijos en un campo para personas desplazadas internamente en Harisso (Etiopía). Debido a la sequía ha perdido 400 lechones y otras 100 cabezas de ganado. Oxfam


“Tenía hambre y estaba cansada casi todo el tiempo”, dice Hawa. Fue muy difícil… Después de que todo mi ganado muriese, ya no me queda nada. Mi marido se ha ido a Yibuti a buscar de trabajo. Yo cuido de mis hijos y espero a recibir ayuda”.

No existe una solución única a la crisis migratoria y ningún país puede afrontarla por sí solo. Los Gobiernos de todo el mundo deben acordar una respuesta conjunta, coordinada y justa para ayudar a los millones de personas en situación de vulnerabilidad obligadas a desplazarse. Instamos a los líderes mundiales a no volver la espalda a las personas desplazadas y refugiadas. Deben actuar con prontitud y de forma responsable para proteger y salvar vidas.

* Los nombres de los niños y niñas se han modificado para proteger su identidad.


Nota publicada en Oxfam, reproducida en PCNPost con autorización


 

SOURCE: Oxfam

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