Desde mi perspectiva: En el campo

Por: Nahimana Fainesi.

blog ONU MujeresEs la segunda vez que vivo en campamentos comunales, y también la segunda vez que me veo obligada a huir de una guerra civil para protegerme. Lo que me llevó a salir [de Burundi] fueron las personas que se dedicaban a invadir al azar los hogares de otras personas, atacando aquellos en los que no encontraban esposos. Entraban con cuchillos y se dedicaban a violar a las mujeres antes de matarlas.

Cuando vi ese tipo de ataques y cómo moría la gente, escapé con mi hijo, que entonces tenía un año. No pude huir con todas mis hijas y mi hijo, porque aquello fue un “sálvese quien pueda”. Cada quien escapó por donde pudo para salvar su vida.


Foto: ONU Mujeres/Catianne Tijerina. ONU Mujeres.

Foto: ONU Mujeres/Catianne Tijerina. ONU Mujeres.


Cuando llegué al campamento de Lusenda [en la República Democrática del Congo], había perdido toda esperanza. ONU Mujeres me dio esperanza, motivación y empoderamiento. Al cabo de algún tiempo, me nombraron miembro del comité del grupo de mujeres. Encontré un trabajo [a través de un programa de trabajo a cambio de dinero] y con el dinero que conseguí, pude regresar para recuperar a mis hijas e hijo. Tengo cinco en total, cuatro niñas y un niño.

La vida en el campamento es otro desafío. Dos de mis hijas ya han crecido y son jóvenes. Cuando salen, siempre tengo miedo; en cualquier momento podrían violarlas. La comida es insuficiente y siempre se acaba en seguida.

Sobrevivo gracias a la agricultura, con la que gano algo de dinero. Las mujeres trabajamos juntas el campo, cultivando diferentes tipos de productos. Una vez cosechados, vendemos nuestra producción. Siempre hay que pensar qué puedes hacer para lograr tus objetivos y alimentar a tu familia. La felicidad comienza por una misma.


ODS 2: Hambre ceroODS 16: Paz, justicia e instituciones sólidas
 Nahimana Fainesi [Finess] tiene 30 años. Huyó de su Burundi natal en julio de 2015 y desde entonces reside en el campamento para personas refugiadas de Lusenda, en Fizi, República Democrática del Congo. Allí trabaja como agricultora, en el marco de un programa de trabajo a cambio de dinero promovido por ONU Mujeres y financiado por el Gobierno del Japón. Su trabajo está directamente relacionado con el Objetivo de Desarrollo Sostenible núm. 2, que persigue poner fin al hambre y asegurar el acceso de todas las personas, en particular las personas pobres y en situaciones vulnerables, a una alimentación sana, nutritiva y suficiente; y con el Objetivo de Desarrollo Sostenible #16, que busca promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible.

Nota publicada en ONU Mujeresreproducida en PCNPost con autorización


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SOURCE: ONU Mujeres

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