La imagen del Alcalde cambiaría si…..

Por: Francisco Manrique.

En mi pasado Post, quise aportar un análisis que explica la pésima imagen que hoy tiene el Alcalde Peñalosa que está siendo aprovechada por los promotores de su revocatoria. Y también, me referí a los inmensos retos que heredó y que requieren un cambio muy importante de su parte,  que va más allá de su capacidad gerencial, y que compete al campo de liderazgo donde nuestro burgomaestre tiene todavía mucho camino por recorrer si quiere ser recordado como el mejor alcalde de Bogotá.

Una pregunta pertinente sería la siguiente:¿qué tiene que hacer nuestro alcalde para mejorar su imagen que le permita continuar con su Plan de Desarrollo y lograr dejar unos procesos sostenibles en los próximos años?.

La imagen  de Peñalosa mejoraría mucho, si  entendiera que “su visión” de Bogotá, mientras no se transforme “en nuestra visión”, no es sostenible en el largo plazo. Si lo hiciera, entonces promovería el disenso,  y las críticas constructivas para enriquecer el debate público, condición esencial para la construcción colectiva de una visión para la ciudad. También, aprovecharía el ejercicio de Escenarios 2025 promovido hace dos años por la CCB. Este es un excelente aporte para visualizar futuros escenarios en nuestra región.


Peñalosa

Octubre 25, 2015. AFP PHOTO / GUILLERMO LEGARIA


Estoy seguro que Peñalosa mejoraría muchísimo su imagen, si entendiera que la persistencia, es una cualidad mientras no se convierta en terquedad. Esta percepción que tiene la gente de él se refleja en las encuestas. La diferencia, es que quien persiste, mantiene el curso pero siempre está abierto a hacer la corrección cuando las condiciones cambian. Hay apertura a incorporar las opiniones de los demás.

La terquedad aparece, cuando no se escucha otras voces, y cuando no se está abierto a reconocer que se puede equivocar. La persona terca ve las críticas como un ataque personal. Y al no valorar la diversidad de opiniones, no tiene la capacidad de incorporarlas para corregir la ruta o parar.

Cambiar de opinión y aprender de sus errores, es la marca de un verdadero líder. En el caso de Peñalosa, la amenaza de la revocatoria es la oportunidad para demostrarnos que nunca es tarde para enmendar la plana. En su caso, esto le permitiría reconocer que otros pueden también tener la razón,  y así evitar la descalificación de quienes tienen opiniones contrarias a las suyas. Este punto es especialmente sensible en las áreas en que Peñalosa se “considera un experto”.  Pero vale la pena  recordar que la historia está llena de casos documentados de “expertos” que también estaban equivocados.

Mejorarían mucho las relaciones de Peñalosa, y su imagen  con sus homólogos regionales y otros actores relevantes, si tuviera mas cuidado en sus declaraciones. Pero también, si no buscará imponer su opinión de “experto”, cuando lo que se requiere es la movilización de voluntades, de convencer e inspirar, para lograr la construcción de compromisos, en función de un propósito superior colectivo.

A Peñalosa le va ir mucho mejor en el periodo que le queda, si reconociera que sus éxitos pasados, no pueden ser la única guía para enfrentar el reto de transformar una mega ciudad de casi 9 millones de habitantes dos décadas después. Es válido que se apoye en las experiencias anteriores, pero hay que actualizarlas y  sintonizarlas con las mega tendencias y la realidad actuales de nuestra sociedad.

Reforzando el punto anterior, la imagen del Alcalde cambiaría, si demostrara curiosidad por explorar nuevas ideas por fuera de sus creencias y convicciones más profundas. Este es un  punto débil de su personalidad, como pasa con el rechazo a considerar el papel que la Ciencia, la Tecnología, la Innovación y el Emprendimiento  -( CTeIE)- pueden jugar para apoyar un modelo más sostenible de desarrollo para Bogotá, alineado con las tendencias que se ve en otras mega urbes del mundo.

Estos temas también forman parte de lo que yo denomino la Infraestructura Mental -(IM)- a la que ya hice referencia en blogs anteriores. Lamentablemente hasta ahora, estos temas de CTeIE, no han tenido cabida en los planes de la Administración actual. La obsesión de Peñalosa está centrada en mejorar la infraestructura física: Metro, Transmilenio, Auto Norte, etc. Pero sin un balance entre estas dos infraestructuras, el desarrollo de Bogotá en la Economía del Conocimiento del siglo XXI, simplemente no es sostenible.

Ahora bien, nunca es tarde para enmendar la plana como ya lo mencioné. Peñalosa es lo suficientemente inteligente para corregir a tiempo el rumbo. Espero que así lo haga para ganar el apoyo de la opinión pública, y poderse concentrar en cumplir con lo que ofreció, ojalá complementándolo con  los aspectos de la IM.  No puede “dar papaya” sacrificando el recurso más escaso que tiene: su tiempo y su energía, que hoy lo está utilizando para defenderse de los ataques de personajes como Petro.

Y finalmente, mejoraría mucho la percepción de la gente de su imagen, si Peñalosa hace un esfuerzo consciente para crear espacios de conversación con los diferentes actores de la ciudad. Hoy la gente no confía en el Alcalde , y sus opositores aprovechan todos sus deslices verbales, para amplificar la desconfianza hacia él, y la imagen negativa de una persona distante y soberbia.  Este es un fardo muy pesado para cargar en lo que le queda de su mandato, cuando además se busca la transformación de la ciudad con todos los retos ya anotados.

Y que conste: estoy seguro que vareemos obras importantes en Bogotá durante su mandato. No me cabe duda de que estas serán una realidad. Pero como lo he mencionado, los avances en la infraestructura física de Bogota no serán suficientes para garantizar la sostenibilidad de una visión de ciudad moderna e internacional. Las obras realizadas por Peñalosa en los 90 así nos lo demuestran.

Como en los dos Posts anteriores, escribo estas líneas con la mejor disposición de ayudarle al Alcalde con mis reflexiones a hacer los ajustes que urgentemente necesita. Espero fervientemente de que la revocatoria no prospere y que Enrique Peñalosa  pueda ejecutar su Plan de Desarrollo porque Bogotá lo necesita. Pero también, espero que entienda que su verdadero legado, será si también impulsa el liderazgo colectivo y la incorporación de la innovación en la agenda publica de Bogotá.  Estos dos temas fueron evidentes en el ejercicio de Escenarios 2025 donde participaron más de 500 personas de toda la ciudad.

Para el bien suyo y de Bogotá, a la que le ha dedicado su vida con el mejor ánimo de hacerla una urbe mucho más atractiva, espero que tenga la capacidad de corregir el curso y de escuchar con apertura y curiosidad, las críticas constructivas que se le hagan. Es la mejor forma de ayudarlo si el decide escuchar. Solo así  podrá contar, hasta el final de su mandato, con el aprecio, agradecimiento y el apoyo mayoritario de la población. Sería un ejemplo para todos, y la mejor recompensa a un legado por el que su nombre sería recordado como el mejor alcalde que haya tenido Bogotá.

Crisis, critica y criterio, tienen las mismas bases. Para afrontar una crisis, se necesita que haya una etapa de crítica para poderla analizar con criterio. Pero se necesita la apertura a la crítica para avanzar. Espero que el Alcalde se abra a las críticas para que supere la crisis de la revocatoria y con criterio hacer los ajustes que debe de hacer.


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