El primer León de Oro latino y los grandes maestros, lo mejor de la Mostra

La actriz francesa Chiara Mastroianni posa en la alfombra roja de la película "De Palma" el 9 de septiembre de 2015, en la 72 edición del Festival Internacional de Cine de Venecia (Italia). EFE/ETTORE FERRARI

La actriz francesa Chiara Mastroianni posa en la alfombra roja de la película “De Palma” el 9 de septiembre de 2015, en la 72 edición del Festival Internacional de Cine de Venecia (Italia). EFE/ETTORE FERRARI


El cine latinoamericano fue el gran triunfador del 72 Festival de Venecia, con su primer León de Oro, en una edición en el que las películas más personales y los grandes veteranos, como Arturo Ripstein, Brian de Palma o Christoper Plummer, fueron los grandes protagonistas.

Una edición que comenzó con una superproducción de Hollywood llena de rostros conocidos, “Everest”, con Jason Clarke, Jake Gylenhaal o Emily Watson, y que siguió en la primera semana por esa senda con “Spotlight”, un sólido filme sobre los abusos sexuales en el seno de la iglesia católica de Boston, con Mark Ruffalo y Michael Keaton.

Johnny Depp fue el momento álgido del festival en lo que a estrellas se refiere, con la presentación de “Black Mass”, una historia de gángsters en la que brilla más Joel Edgerton que el pirata más popular del cine.

Pero Depp se llevó a la Mostra de calle -cerveza en mano durante la rueda de prensa, aunque sin alcohol, aseguró- con simpatía, agradecimiento a sus fans y un divertido punto de excentricidad.

Y a medio camino entre Hollywood y el cine de autor, “The Danish Girl”, una sensible y estética película sobre el primer hombre que se realizó una operación de cambio de sexo, con Eddie Redmayne y Alicia Vikander a la cabeza en una producción dirigida por el británico Tom Hooper y con un maravilloso diseño de vestuario del español Paco Delgado.

Tras los nombres rutilantes, llegó el cine más intenso, el del terrorífico thriller “El clan”, del argentino Pablo Trapero, que se llevó el León de Plata al mejor director; el del drama contenido de “La memoria del agua”, del chileno Matías Bize, con una gran Elena Anaya como protagonista, o el de “Rabin, the Last Day”, interesante documental sobre el asesinato de Isaac Rabin, de Amos Gitai.

También los homenajes a maestros como Bertrand Tavernier -León de oro a su carrera-; Brian de Palma, premio “Glory to a Film Maker”, y Arturo Ripstein, para reconocer sus 50 años de cine innovador y arriesgado.

Los tres dieron lecciones maestras en la Mostra, por su experiencia, por las anécdotas que contaron y por una forma de hablar tan visual y expresiva como los son sus películas.

Tavernier afirmaba: “estoy extremadamente orgulloso de mis películas, las reivindico, nunca he hecho compromisos para hacerlas, las he hecho siempre libremente”, mientras De Palma recomendaba “talento, suerte y persistencia” para ser director, y Ripstein rodeaba sus afirmaciones de poesía al asegurar que encontró “el rostro mexicano en el cine en blanco y negro”.

Otro veterano, Christopher Plummer, emocionaba a la Mostra con su interpretación de un hombre que navega entre la demencia y el trauma en “Remember”, de Atom Egoyan, y el español Carlos Saura demostraba, a sus 83 años, una incomparable energía y una curiosidad por la mezcla de estilos narrativos con “Zonda, folclore argentino”.

Junto a ellos, muchos nombres jóvenes y un gran número de óperas primas en una edición que apostó con fuerza por el talento nuevo. Como el del venezolano Lorenzo Vigas, con una gran denuncia social en “Desde allá”, una película con mucho más fondo que la vida del protagonista homosexual y que se hizo con un sorpresivo y muy aplaudido León de Oro.

Porque en este año ha habido una importante presencia del cine latinoamericano. A las dos películas a concurso, se unió en las Jornadas de los Autores Bize y el mexicano australiano Michael Rowe -con “Early winter”, que se llevó el premio principal de la sección-.

Una sección en la que también estaba el español Dani de la Torre -con la trepidante “El desconocido”, protagonizada por Luis Tosar-, único largometraje cien por cien español en la Mostra.

Y en Horizonte, los brasileños Gabriel Mascaro (“Boi neon”, que se llevó el premio especial del Jurado de esa sección) y Anita Rocha Da Silveira (“Mate-me por favor”) y el mexicano Rodrigo Plá con “Un monstruo de mil cabezas”.

Sin olvidar las presentaciones fuera de competición de “La calle de la amargura”, del maestro Ripstein -una película hispano-mexicana-, y del documental musical de Saura, una coproducción hispano-argentina.

Mucho cine latinoamericano con excelente resultado en unos premios que confirmaron lo que el director de la Mostra, Alberto Barbera, dijo al presentar la programación, que el cine más interesante, viene de allí. (EFE)


 

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