Debemos eliminar las herramientas de enseñanza estereotípicas

Blogs Edu UNESCO GEMEl sesgo de género en los libros de texto es uno de los obstáculos mejor camuflados y más difíciles de mover en el camino hacia la igualdad de género en la educación.

A través de representaciones estereotipadas y desbalanceadas de hombres y mujeres en sus historias e ilustraciones, los libros de texto socavan valores y actitudes conducentes a la igualdad y el empoderamiento de género, una piedra angular de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Nuestro documento de política más reciente, al cual hemos dedicado una extensa serie de blogs en las últimas semanas, ha examinado detalladamente el contenido de los libros de texto. Esta semana nos centraremos en la manera en que abarcan los temas de género y los derechos de las mujeres, para contribuir  a una discusión en línea de WikiGender con la OCDE y la UNESCO. Los socios de la discusión incluyen a la UNGEI (Iniciativa de las Naciones Unidas para la Educación de las Niñas), el FAWE (Foro de Mujeres Educadoras Africanas) y el Consejo de Europa. Únete a nosotros esta semana, en línea, a través del sitio web, o sintonizando el Hangout de Google este viernes a las 15:00 (hora central europea). Todo está listo para una discusión fascinante.

32A pesar de que podríamos imaginar lo peor, no solo hay malas noticias: el contenido de los libros de texto relacionados con la igualdad de género ha aumentado en las últimas décadas.

El porcentaje de libros de texto que mencionan los derechos de las mujeres aumentó del 15% en el período 1946-1969 al 37% en el período 2000-2011; menciones de la discriminación contra la mujer aumentaron del 16% al 38% en el mismo período.

Detrás de estos números, sin embargo, sigue habiendo una cantidad significativa de contenido cuestionable en los libros de texto cuando se analizan las referencias, ilustraciones y personas que aparecen. A menudo no se trata tanto de quién ha sidomencionado, sino de quién no.

Un gran número de estudios, en países como Argelia, Francia, Pakistán, España, Uganda y Zimbabwe, han señalado la invisibilidad de las mujeres en los materiales de enseñanza y aprendizaje, por ejemplo, y cómo esto refleja y perpetúa el estatus marginal de la mujer en la sociedad.

En muchos libros de texto, historias, imágenes o ejemplos explícitamente mencionados no incluyen a las mujeres o las representan en roles sumisos y tradicionales, como el trabajo doméstico o el servicio a los hombres. En la República Islámica del Irán, por ejemplo, las mujeres solo constituyen el 37% de más de 3.000 imágenes en los libros de texto de las escuelas primarias y secundarias en uso en 2006-2007.

Asimismo, las mujeres en los libros de texto raramente se representan como mujeres trabajadoras o profesionales. Cuando se presentan retratos de las mujeres trabajando fuera de sus hogares, a menudo se muestran en papeles por lo general asociados con la enseñanza, o profesiones de cuidado como enfermeras y trabajadoras sociales. Los hombres, por el contrario, se muestran en ocupaciones como políticos, hombres de negocios, maestros, policías o médicos.

Aparte del tipo de ocupaciones, los hombres también se muestran en una variedad mucho mayor de actividades y ocupaciones que las mujeres. En Italia, los libros de texto de 4° grado de 10 grandes editoriales publicados a principios de los años 2000 asignaron 50 profesiones a los hombres, pero solo 15 a las mujeres. Este no es un buen ejemplo para las aspiraciones de las niñas y las jóvenes que aprendan de estos libros en el aula.


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En Líbano, los libros de texto de educación cívica de los grados 1 a 12 publicados entre 2004 y 2012 mostraron que los hombres eran mucho más propensos a ser líderes políticos que las mujeres. De las 155 referencias a la participación política de las mujeres, 114 mostraron a hombres como líderes políticos, participando en la toma de decisiones, debates, cumbres y conferencias internacionales. La participación política de las mujeres se limitó a votar en las elecciones.


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Por último, si se mira de cerca, se ve que los libros de texto a menudo dejan de lado a las mujeres influyentes de la historia, como lo demuestra un estudio de nueve libros de texto de Jordania y 13 de Palestina sobre la historia, la cívica y la educación nacional utilizados del 7° al 12° grado y publicados entre 2004 y 2008. En Jordania, el 79% de las imágenes de los libros de texto de historia muestran a hombres y niños, en comparación con un 21% que muestran a mujeres y niñas.

La situación es aún más llamativa en Palestina, donde los libros de texto de historia no se centran en el papel de las mujeres en absoluto. Un libro de historia de 2004 para el 10° grado da ejemplos de científicos occidentales e inventores como John Dalton, Isaac Newton y Albert Einstein y hace referencia a Marie Curie como la “esposa polaca” de Pierre Curie, y no como una científica por derecho propio.

Sin embargo, hay motivos para ser optimistas. Algunos países, como Viet Nam, han dado pasos importantes hacia la inclusión de la igualdad de género en sus libros de texto, tal y como fue descrito recientemente por su Ministro de Educación en este blog.

Las siguientes fotos ayudan a ilustrar el tipo de desafíos que muchos revisores de libros de texto enfrentan al diseñar materiales de aprendizaje de acuerdo con los valores y principios fundamentales de la Agenda de Desarrollo Sostenible, incluyendo la igualdad y el empoderamiento de género. Únase a nosotros esta semana, en línea, para discutir las siguientes tres preguntas e intercambiar mejores prácticas y estrategias para abordar los estereotipos de género en el aula.

  1. card-3¿Cómo influye el entorno de aprendizaje existente en los resultados educativos de las niñas adolescentes? ¿Cuáles son algunas de las tendencias recientes en el desarrollo de materiales de enseñanza (incluyendo el contenido de los libros de texto)?
  2. ¿Qué políticas, campañas e iniciativas han contribuido exitosamente a contrarrestar los estereotipos de género en las escuelas? ¿Qué estrategias son más eficientes y por qué? ¿Cómo podemos ampliarlas?
  3. ¿Cómo podemos abogar por un marco de medición más sólido y solidificar los indicadores sobre la desigualdad de género en la educación, para que sepamos dónde se están logrando progresos y dónde persisten retos?

SOURCE: Blogs de la Educación Mundial

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