Amor de padre

Por: Clara Alemann.

Los Blogs del BID LactanciaHoy es el día del padre, hablemos entonces de uno de los amores más importantes para un niño, el amor de papá.

En los últimos 30 años se ha avanzado enormemente en la investigación sobre la importancia del involucramiento de los padres en la crianza y existe una masa crítica de literatura que establece importantes tendencias respecto a cómo los hombres se relacionan con la paternidad y los efectos que su participación tiene en el desarrollo de los niños (ver ʻThe Effects of Father Involvement: A Summary of the Research Evidenceʼ que presenta un buen resumen). 

La evidencia es inequívoca: la paternidad responsable y comprometida contribuye a un desarrollo infantil más saludable, a relaciones de pareja más estables y armoniosas y asegura madres, padres y familias más saludables.¿Pero cuáles son los beneficios para los niños?

La presencia activa y positiva de un padre (o cuidador) en la vida de sus hijos resulta en un mayor desarrollo cognitivo y emocional de estos niños, una mayor capacidad de auto regulación, tolerancia ante la frustración y el estrés, así como de resolución de problemas. Esto también se refleja en un mejor desempeño y permanencia escolar, menor agresividad y una mayor capacidad de desarrollar relaciones saludables con sus pares. La participación paterna positiva actúa como un factor protector para los niños y niñas a lo largo de su vida, reduciendo su predisposición a conductas riesgosas como el abuso de drogas, la delincuencia, la violencia de pareja y contra terceros. Se ha observado que los niños de padres involucrados tienen el doble de posibilidades de ir a la universidad y de encontrar trabajos estables, 75% menor probabilidad de ser padres adolescentes, 80% menor probabilidad de terminar en la cárcel y 50% menor probabilidad de sufrir de depresión aguda.


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En cuanto a adoptar hábitos saludables en la familia (alimentación, lactancia, evitar el tabaquismo y el alcoholismo) los padres tienen la capacidad de influir muchísimo, ya sea promoviendo u obstaculizando las decisiones en este sentido.

Sin embargo, los hombres han estado invisibles de los servicios de salud materna y neonatal, cuidado y desarrollo infantil. Las políticas sociales han promovido el rol exclusivo de la madre como cuidadora. Aquellos hombres que intentan acercarse sienten que pierden el tiempo, o que no son bienvenidos (especialmente si son pobres, de baja educación, jóvenes), cuando la enfermera/educadora/visitadora familiar habla exclusivamente a la madre.

En ocasiones, cuando se encuentra presente, ni siquiera se dirige la mirada o se incluye al padre en la conversación sobre sus hijos. La situación laboral no facilita la participación de los hombres en consultas médicas, visitas de estimulación temprana o actividades escolares. Tampoco ayudan los prejuicios que asocian las tareas de cuidado con lo femenino y la sanción social por hacer “cosas de mujeres”.

Es por esto que los servicios de salud materna y desarrollo infantil temprano tienen que jugar un rol clave en concientizar y promover la participación de los padres en el cuidado, la crianza y la vida emocional de sus hijos. ¿De qué manera pueden hacer esto?

  • Preparando a los padres (ambos) para la ma/paternidad que es tan importante como cuidar de la salud de la madre y del bebé. Las tensiones aumentan significativamente entre la pareja en los primeros dos años después del nacimiento de un bebé. Cuanto más aliento reciban los padres para involucrarse durante el primer año en las tareas de cuidado de sus hijos, y cuanto más lo hagan, es más probable que permanezcan involucrados durante la vida de sus hij@s.
  • Promoviendo la participación del padre en los controles prenatales, el parto y los controles de salud de su hij@, preparándolo para participar en el parto, enseñándole y animándolo a que cambie, bañe y atienda a su hij@. Para la madre, especialmente para las madres adolescentes, la participación del padre es vital para su equilibrio emocional y el vínculo con su bebé.
  • Capacitando al personal de salud, educación y desarrollo infantil temprano sobre cómo involucrar a los hombres constructivamente. La Guía de Paternidad Activa para profesionales del programa Chile Crece Contigo es un recurso valioso.
  • Elaborando materiales específicos para padres: información sobre hábitos saludables, desarrollo del niño, estimulación, servicios disponibles para madres y padres después del parto. Un buen ejemplo es la Guía de cuidados infantiles para una nueva paternidad.
  • Implementando programas para el desarrollo de competencias parentales que promuevan modelos de paternidad afectuosa y la disciplina sin violencia. Les recomiendo el Manual para sensibilización de padres, madres y cuidadores de niños y niñas: Por el Fin del Castigo Físico y Humillante
  • Promoviendo el derecho del padre a cuidar y estar presente después de una separación.
  • Incentivando la participación de los hombres en ocupaciones de cuidado como educadores, visitadores familiares, enfermeros, acompañantes de la tercera edad, etc.

La campaña global por la paternidad, MenCare, que tiene un capítulo e iniciativas en nuestra región, es un recurso fantástico para profesionales de la salud, la educación y el desarrollo infantil. Ahí se puede encontrar  literatura, propuestas y herramientas basadas en evidencia sobre cómo crear ambientes más inclusivos para padres y cuidadores hombres. Los resultados son tan alentadores, ¡vale la pena promover estas estrategias con los gobiernos de nuestra región!


Clara Alemann es especialista en el diseño y gestión de programas de desarrollo social y político con una perspectiva de género en del Banco Interamericano de Desarrollo.


Nota originalmente publicada en el blog “Primeros pasos” del Banco Interamericano de Desarrollo BID, reproducido en PCNPost con autorización.


 

SOURCE: Los Blogs del BID

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